El aire libre podría ser un lugar seguro en brotes de COVID-19 según sugieren los datos del Crucero Diamond Princess
Artículo publicado ayer 14 abril 2020
Artículo publicado ayer 14 abril 2020
Tiempo de lectura 6 min
Transmission routes of Covid-19 virus in the Diamond Princess Cruise ship
Pengcheng Xu, Hua Qian, Te Miao, Hui-ling Yen, Hongwei Tan, Benjamin J. Cowling, Yuguo J Li
doi: https://doi.org/10.1101/2020.04.09.20059113
El PDF con texto completo
El gran brote infección por Coronavirus del crucero Diamond Princess en Japón, afectado por la cuarentena el pasado 5 de febrero, podría arrojar luz sobre las posibles rutas de transmisión y los roles desempeñados por el contacto cercano, los fómites y el sistema central de aire acondicionado del barco.
Este artículo, publicado ayer martes 14 de abril de 2020, analiza los datos del Crucero Diamond Princess y sugiere que el SARS-CoV-2, el coronavirus que causa la enfermedad COVID-19, podría no viajar mucho en el aire en espacios abiertos.
Esto es importante porque este dato podría reforzar cierta seguridad en salir afuera, disfrutar del sol (Vitamina D) y caminar, siempre y cuando mantengamos una distancia de 2 metros entre los demás y sigamos las otras recomendaciones de higiene y distanciamiento social.
Resumen del artículo:
- Un pasajero de 80 años se unió al barco el 20 de enero (llevaba ya 1 día con tos). Posteriormente empezó con fiebre el 23 de enero.
- El pasajero desembarcó en el puerto de Hong Kong el 25 de enero y se confirmó el 1 de febrero que tenía la enfermedad por coronavirus (COVID-19).
- El barco fue puesto en cuarentena desde las 7 AM del 5 de febrero, con 2.666 pasajeros a los que se les pidió permanecer en su camarote, con 1.045 miembros de la tripulación a bordo.
- La cuarentena duró hasta el 19 de febrero. La mayoría de los camarotes tenían una ocupación máxima de cuatro pasajeros.
- El 1 de marzo, los pasajeros y la tripulación abandonaron el barco.
En general, un viaje en crucero se parecería a un pequeño pueblo o comunidad, en la que los pasajeros y la tripulación conviven, duermen, comen y juegan en un entorno concentrado. Un crucero es probablemente una de las comunidades públicas más pobladas por el ser humano.
Otros grandes brotes previos de otros virus, como el norovirus, ocurren con cierta frecuencia en cruceros, como un brote previo de gastroenteritis por norovirus en este mismo Diamond Princess en el año 2016 (artículo).
Los cruceros se pueden considerar como un lugar que integra todos los posibles ambientes interiores abarrotados: Restaurantes, piscinas, casinos, teatros, bares, calles de puestos de comida, hoteles, etc.
En el crucero Diamond Princess durante su viaje, todos estos espacios públicos estuvieron abiertos para todos los pasajeros del 20 de enero al 4 de febrero, y se cerraron cuando el gobierno japonés implementó la cuarentena de 14 días al amanecer del 5 de febrero.
Durante el período de cuarentena, los pasajeros se quedaron en sus habitaciones y las cabinas exteriores tuvieron acceso a las puertas de balcón.
Las rutas de transmisión del virus se pueden determinar mediante el examen de las personas infectadas antes y durante el período de cuarentena. Por ejemplo, dado que los pasajeros se quedaron en sus camarotes individuales, la transmisión por los sistemas de distribución del aire acondicionado central podría estar implicada si hubiera una transmisión entre habitaciones entre los pasajeros.
- A fecha de 5 de marzo, 552 de 2666 (21%) de los pasajeros se habían infectado y 144 de 1045 (14%) de la tripulación se habían infectado.
Los investigadores utilizaron el período de incubación conocido del virus y la fecha de inicio de cada caso según lo determinado por el desarrollo de los síntomas para estimar cuándo ocurrieron las infecciones.
El virus se propagó en dos olas
A partir del 28 de enero, hubo una pequeña ola de propagación entre las personas que compartieron camarote y una ola mucho más grande de propagación entre personas que no compartían camarote, pero que se relacionaban de forma estrecha y sin protección en el restaurante, piscina, bar, gimnasio, etc. Esta gran ola fue abrumadoramente dominante y terminó el 5 de febrero, cuando se implementó la cuarentena.
La gran ola se asoció con un número de reproducción (R-0) de 11, que es mucho más alto de lo que nadie ha sugerido para el virus SARS-Cov-2 (R-0=2,5-3). Esta es la cantidad de personas a las que una persona infectada puede transmitirla.
Este alto número de reproducción (R0) puede explicarse por el hecho de que un crucero tiene mucha gente en espacios reducidos con muchas oportunidades para reuniones masivas en piscinas, casinos, teatros, etc.
Después de iniciarse la cuarentena, se produjo una pequeña ola de transmisión entre los pasajeros que compartieron un camarote y entre la tripulación que compartió habitaciones. No se produjo una segunda ola entre los pasajeros de camarotes distintos.
Interpretación de los datos:
- Los que compartieron camarote tuvieron contacto cercano entre ellos. Esto podría incluir toser o estornudar, tocar, hablar cara a cara y transmitir a través de las superficies desde secreciones respiratorias.
- La tripulación tuvo que atender a los pasajeros y estuvieron en contacto cercano mientras trabajaban.
- El virus no se propagó muy lejos en el aire. Muchos de los camarotes tenían acceso al aire libre a través de las puertas del balcón, sin embargo durante la cuarentena no hubo contagio entre personas de distintos camarotes.
El aire en los propios camarotes estaba conectado por aire acondicionado central, a través del cual el 70% del aire en los camarotes era aire interior y el 30% era aire fresco al aire libre. Los estándares de la industria para el sistema de aire acondicionado sugieren que el aire viaja a una velocidad de 8 litros por segundo, similar a los estándares para el espacio de oficina.
Los autores interpretan que si el virus se hubiera liberado al aire libre y fuera capaz de viajar distancias significativas, debería haber podido viajar de un camarote a otro a través del sistema de aire acondicionado, y tal vez a través del aire libre alrededor del barco que pudo entrar y salir de los camarotes por las puertas de balcón de las cabinas exteriores. El hecho de que esto no sucediera sugiere que el virus quizás no viaje muy lejos en el aire en espacios abiertos.
Los autores escriben textualmente:
"Por lo tanto, nuestro estudio ofrece cierto apoyo a la recomendación actual de la mayoría de las autoridades sanitarias de que el coronavirus se transmite principalmente por contacto cercano entre personas y a partir de superficies (pomo de la puerta, etc)".
El estudio muestra que la mayoría de las infecciones en el barco ocurrieron durante el período en el que los pasajeros y los miembros de la tripulación todavía tenían contactos regulares y a menudo cercanos, antes de que comenzara la cuarentena.
La transmisión a bordo fue bastante limitada antes del 28 de enero. Esto explicaba por qué ninguno de los más de 130 pasajeros y 27 miembros de la tripulación que desembarcaron en Hong Kong el 25 de enero desarrollaron la enfermedad.
Se vio que 77 (59.7%) de las 129 infecciones entre los pasajeros ocurrieron durante el viaje del barco entre Okinawa y Yokohama, es decir, del 2 al 4 de febrero, justo antes de establecerse la cuarentena. La infección a bordo solo comenzó a crecer de forma significativa a partir del 28 de enero y el número a bordo de los casos sintomáticos a fecha de 31 de enero no fue significativo.
Si hubiera una lección que aprender, el barco podría haber desembarcado de inmediato a todos los pasajeros y ponerlos en cuarentena en tierra el 1 de febrero, cuando el pasajero de 80 años confirmó su infección. Esto habría frenado el contagio masivo que hubo ente el 2 y el 4 de febrero, que se frenó tras iniciarse la cuarentena el 5 de febrero.
"Por lo tanto, nuestro estudio ofrece cierto apoyo a la recomendación actual de la mayoría de las autoridades sanitarias de que el coronavirus se transmite principalmente por contacto cercano entre personas y a partir de superficies (pomo de la puerta, etc)".
El estudio muestra que la mayoría de las infecciones en el barco ocurrieron durante el período en el que los pasajeros y los miembros de la tripulación todavía tenían contactos regulares y a menudo cercanos, antes de que comenzara la cuarentena.
La transmisión a bordo fue bastante limitada antes del 28 de enero. Esto explicaba por qué ninguno de los más de 130 pasajeros y 27 miembros de la tripulación que desembarcaron en Hong Kong el 25 de enero desarrollaron la enfermedad.
Se vio que 77 (59.7%) de las 129 infecciones entre los pasajeros ocurrieron durante el viaje del barco entre Okinawa y Yokohama, es decir, del 2 al 4 de febrero, justo antes de establecerse la cuarentena. La infección a bordo solo comenzó a crecer de forma significativa a partir del 28 de enero y el número a bordo de los casos sintomáticos a fecha de 31 de enero no fue significativo.
Si hubiera una lección que aprender, el barco podría haber desembarcado de inmediato a todos los pasajeros y ponerlos en cuarentena en tierra el 1 de febrero, cuando el pasajero de 80 años confirmó su infección. Esto habría frenado el contagio masivo que hubo ente el 2 y el 4 de febrero, que se frenó tras iniciarse la cuarentena el 5 de febrero.
Conclusiones:
Este estudio por un lado refuerza la importancia de evitar las reuniones masivas, pero por otro lado refuerza cierta seguridad de estar aire libre.
Permanecer todo el día confinados en espacios interiores, cerrados, es estresante y pasará su propia factura a la salud.
Salir al sol y al aire libre tiene beneficios fisiológicos (Vitamina D, ejercicio, disminución de la osteoporosis y de la sarcopenia o atrofia muscular ligada a la edad por falta de uso, en personas mayores) y psicológicos (serotonina, ajuste del reloj circadiano con la luz del sol matinal, etc), y podría ser una práctica segura, siempre y cuando sigamos las normas recomendadas de higiene y distanciamiento social.
Es una pequeña esperanza para poder al menos, en un futuro cercano, poder practicar actividades al aire libre como caminar, correr, hacer senderismo, montaña, bicicleta, etc, siempre que garanticemos la distancia de seguridad.
Nos vemos en la próxima entrada
Jorge García-Dihinx Villanova
Pediatra Hospital San Jorge de Huesca
Foto: Sergio Padura
(Carrera Boca del Infierno 2018, Selva de Oza)
FUENTE:
ResponderEliminarTransmission routes of Covid-19 virus in the Diamond Princess Cruise ship
Pengcheng Xu, Hua Qian, Te Miao, Hui-ling Yen, Hongwei Tan, Benjamin J. Cowling, Yuguo J Li
Gracias, lo he añadido en la cabecera del artículo
EliminarFUENTE: EUROPA PRESS
ResponderEliminarLa cuarentena del crucero 'Diamond Princess' generó aún más casos de coronavirus:
El crucero 'Diamond Princess' estuvo en cuarentena en el puerto de Yokohama (Japón) durante más de dos semanas, lo que resultó en más pasajeros infectados con el coronavirus que si hubieran desembarcado inmediatamente, es decir, todo lo contrario de lo que se pretendía, según un estudio realizado por la Universidad de Umea (Suecia). "La tasa de infección a bordo del buque era aproximadamente cuatro veces más alta que la que se puede ver en tierra en las zonas más infectadas de China. La cuarentena del crucero 'Diamond Princess' generó aún más casos de coronavirus
Una causa probable es lo cerca que se encuentran las personas a bordo de un barco", explica Joacim Rocklöv, autor principal de la investigación, que se ha publicado en la revista 'Journal of Travel Medicine'. Después de que una persona que viajaba en el crucero desembarcara en Hong Kong y diera positivo en la prueba del coronavirus, las autoridades japonesas decidieron no permitir que los 3.700 pasajeros a bordo abandonaran el barco cuando llegara a Yokohama. La cuarentena del crucero 'Diamond Princess' generó aún más casos de coronavirus
Por lo tanto, el barco fue puesto en cuarentena hasta el 19 de febrero. Los pasajeros que mostraron signos de enfermedad fueron, en la medida de lo posible, separados de los demás pasajeros a bordo. Cuando la cuarentena fue eliminada y los pasajeros pudieron finalmente desembarcar, un total de 619 pasajeros habían sido infectados.
Sin embargo, tras estudiar los datos recogidos, los autores de este artículo concluyen que durante el periodo de cuarentena sólo hubo contagios entre los pasajeros que compartían camarote, pero se frenó el contagio masivo que hubo los 5 días antes de iniciarse la cuarentena el 5 de febrero
EliminarUn saludo
Quizás una mejor estrategia habría sido, como sugieren los autores, haber desembarcado de inmediato a todos los pasajeros y ponerlos en cuarentena en tierra el 1 de febrero, cuando el pasajero de 80 años confirmó su infección.
EliminarEsto habría frenado el contagio masivo que hubo ente el 2 y el 4 de febrero
Gracias por la información. A ver si salimos pronto, que nos estamos oxidando!!!
ResponderEliminarNo descuides la Meteo porfa 🙏
Hola Jorge.
ResponderEliminarHe alucinado con este informe acerca del crucero. Efectivamente, yo también opino que EL AIRE LIBRE es mucho más seguro que, por ejemplo, el interior de un supermercado, donde la carga viral puede ser muy contagiosa de no respetarse escrupulosamente el distanciamiento social y la higiene y el uso de protectores faciales. Creo que una primera fase en la "desescalada"-utilizando esta expresión montañera que abunda en los medios-sería la autorización de la práctica de deportes al aire libre, ciclismo, senderismo, montañismo, pero SIEMPRE RESPETANDO LOS DOS O TRES METROS DE DISTANCIAMIENTO SOCIAL. Yo me vería muchísimo más seguro, por ejemplo, caminando en la subida al refugio de Bachimaña, sin ver a nadie en cientos de metros de distancia, que con una mascarilla en un super. Creo que las autoridades sanitarias han de abordar este tema del confinamiento tan estricto que padecemos, pues a largo plazo, y según la duración del mismo, las consecuencias para la sociedad pueden ser tan malas o incluso peores que el propio virus SARS-COVID 2, teniendo en cuenta el horroroso número de defunciones que esta pandemia está originando. Así pues, esperemos que en un par de semanas se "afloje" algo, y podamos empezar a vivir de nuevo. Muchas gracias, una vez más, por tus interesantes artículos que nos hacen un poco más cultos en un mundo tan apasionante como la medicina.
Un cordial saludo y...¡YA QUEDA MENOS!, la montaña nos espera.
Xabier Mendizabal Migliaccio.