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lunes, 7 de febrero de 2011

Foratulas, cara W. Balneario Panticosa, 1 feb

Julio Benedé e Isabel San Juan, rumbo al Foratulas, asediado por los fuertes vientos del NE


Foratulas, cara Oeste. Balneario de Panticosa
1 febrero 2011
Julio Benedé, Carlos Budria, Isabel San Juan, Enrique Recio y Jorge Gª-Dihinx
Original ruta a los Foratulas, muy bien marcada en su recorrido con señales puestas por Sendero Límite, que posibilitan el descenso directo por el bosque.
Vamos de la mano de Julio y Budri, expertos conocedores del macizo del Foratulas, zona ignorada por los esquiadores hasta que ellos la dieron a conocer.
Salimos de Casa de Piedra rumbo al paraludes y cogemos la ruta normal al Tablato, por el fondo del valle hacia el Este. Pronto cruzaremos el río (en una "gran roca característica", ja, ja) haciendo uso de la escalera metálica tipo cascada de hielo del Kumbu, que ellos mismos pusieron un verano. A poco de cruzar el río, en vez de seguir al Este en el eje del valle que va al Tablato, giraremos 90º a la dcha para enfilar hacia el sur, por zona de bosque y claros, como yendo a chocar con las murallas del castillo.
Al poco, en una barrera de árboles, distinguiremos un primer disco rojo! Eureka! Punto clave. A partir de ahí viene un flanqueo expuesto a aludes, primero en horizontal y luego en suave descenso hasta un llano que da entrada a la "nevera de los Foratulas". En dicho paso clave del disco nos abrigamos. Adoptamos el protocolo de avalanchas y vamos cruzando uno a uno, vigilando el compañero desde lugar seguro, séase tras un árbol. El flanqueo se hace fácilmente y, a pesar de los cortes de nieve que Julio provoca con sus esquís, los tests son prácticamente negativos. Sólo logramos romper una pequeña placa que no termina de moverse. Los fuertes vientos están empezando a formar ese día nuevas placas y el riesgo aumentará a Notable para el día siguiente.
Tras suave descenso llegamos al llano que da entrada a la nevera del Foratulas, que no ve el sol hasta bien entrado febrero (la foto del blog está sacada en marzo). A mitad de subida, la umbría y los fuertes vientos nos obligan a parar para abrigarnos, adoptando el protocolo de hipotermia (ja, ja). Julio comenta:" Cuando empiezo a no hablar bien, es que algo va mal". Nos abrigamos con todas las capas que tenemos. Yo 5 en el cuerpo y 3 en la cabeza (+ el casco!) y retomamos la ascensión. La huella que Budri y e Isabel nos van abriendo se tapa rápidamente con la nieve venteada y no nos sirve. Deberemos de agruparnos para que la huella sea útil al grupo.
Finalmente salimos al hombro final y volvemos a ver el sol. Qué gozada! Nuestra ruta confluye allí con la que sube por la canal norte (vía normal). Enrique se quedará al sol a descansar mientras el resto seguimos rumbo a la cima.
Conforme llegamos al collado de los Foratulas, los violentos vientos nos empujan por la espalda. En el collado el efecto Venturi nos da ráfagas de 90 km/hora. Queda sólo la pala final a la cima, que está venteada y ya sin la nieve caída el viernes. Está bien dura, aunque tiene marcada la huella de botas del grupo que subió 2 días antes (también con Julio).
Isabel decide bajar a hacer compañía a Enrique. Julio y Budri se quitan esquís, se los meten entre espalda y mochila y en un pis-pas empiezan a subir, sin crampones, por la huella tallada del día anterior. Me gritan que les siga, a pie y sin crampones.
El viento es horrible y la sensación térmica ni os cuento. No hay tiempo para ponerse crampones ni para quitarse la mochila y atar los esquís. Copiando a los que saben, me hago el fakir metiéndome directamente un esquí tras otro entre mochila y espalda y subo tras ellos. Mis dedos se hielan al grabarles un vídeo de la arista al viento. Por fin llego a la cima, donde me esperan helados de frío Julio y Budri, pero con una sonrisa de oreja a oreja. Tras foto de cima, iniciaremos el descenso con esquís desde arriba, buscando la nieve acumulada que se encuentra entre la nieve dura. Llegamos esquiando hasta Enrique e Isabel. Allí apenas sopla el viento y se está la mar de bien al solecito. Toca ahora disfrutar de los 30cm de nieve caídos el viernes previo. Hay muchas zonas de nieve polvo para gozar.
Y así lo hacemos, disfrutando en la parte alta de la comba o nevera de los Foratulas. Al llegar abajo de la comba, hay que evitar seguir bajando recto, pues llegarías a unos cortados. A tal efecto, Sendero Límite ya puso 3 discos rojos en tres árboles, indicando que debemos flanquear en suave descenso a la derecha. Caso de no querer bajar por la vía directa del bosque, deberíamos remontar nuestra huella de subida, que ese tramo fue de bajada, resultando incómodo subirla ahora sin pieles en los esquís.
Por lo tanto, la mejor opción es bajar siguiendo los discos rojos y las mangueras amarillas (colocadas estratégicamente en las ramas de los árboles) en descenso directo al Balneario.
Comienza aquí un juego de pistas en el que uno hace 8 o 9 giros y se detiene para ver la siguiente pista. Siempre hay un disco rojo o un trozo de manguera amarilla hacia adelante (si vas en la ruta correcta, claro). Y así, vamos gritando conforme encontramos las pistas: "Disco rojoooo!!", "manguera amarillaaaaaa!". Nos sentimos como niños jugando en un bosque mágico.
Las partes más bajas están muy justas de nieve y se rascan un poco las tablas, pero se deja hacer. Ojo porque algunos tramos del bosque son algo técnicos, exigiendo giro corto en zonas estrechas. Llegamos al Balneario justo detrás de las escaleras de Casa Belio, que Julio desciende en chuss para hacer el último aéreo del día.
Gran jornada invernal. Todo un curso de esquí de montaña en el que Enrique, Isabel y yo hemos aprendido un montón. Gracias a Julio y Budri por sus enseñanzaas y por mostrarnos este original recorrido.
Para hacerse mejor idea del recorrido, es mejor pinchar en el álbum de picasa, donde se ven las fotos de los pasos claves.
Jorge
Foto sacada desde Pondiellos en marzo de 2009

Tras cruzar el río giramos al sur por una zona de bosque desconocida para nosotros


Julio cruzando el flanqueo mientras Budri y yo esperamos vigilantes, ambos detrás de un árbol


Panorámica de dos fotos durante el flanqueo


En el llano de entrada a la nevera de los Foratulas


Foqueando, ya abrigados comme il faut, por la nevera de los Foratulas


Julio e Isabel en el hombro que nos llevará al collado de los Foratulas



Budri, silueteado, sigue la huella de Julio e Isabel

Luces mágicas llegando al collado de los Foratulas



La nieve venteada está como esculpida en las paredes norte del Foratulas


Vientos fortísimos en la arista final al Foratulas


Autorretrato con Budri y Julio en la cima


Julio y Budri, en las primeras rampas desde la cima



Buscando la nieve acumulada entre tanta nieve dura que dedó descubierta


Tras llegar a las zonas no venteadas, Julio siguió disfrutando como si fuera un free-rider



Quíen decía que para esquiar nieve polvo hacen falta cotas anchas y carving? Aquí tenemos a Julio, con unos esquís rectos y estrechos de los de antes. Todo un "free-rider"!


Volando hacia la Casa de Piedra

Isabel y Enrique, fijándose en el trozo de manguera amarilla que nos indica que estamos en el camino correcto de bajada


Un último aéreo tras bajar esquiando las escalera de Casa Belio, Balneario de Panticosa


Si es que ya no puedo más de tanto disfrutar...


Por fin descansan los Random de Movement, que llevan buena tralla hoy

Y colorín colorado, el Foratulas ya hemos bajado.
Jorge

2 comentarios:

  1. Jodo, pedazo vuelo que se pega el colega, no es de estrañar que quede derrengado en el murete.

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  2. Que gusto da ver que hay quien puede disfrutar y vivir estas completas salidas por el Pirineo. Desde este Madrid nos relamemos con vosotros, y de tanto en tanto acudimos también a esas nuestras tierras.
    Por cierto, ¿qué tiempo va a hacer el sábado 12 de febrero, que Manumar y yo queremos darnos un garbeo por allí?
    Gracias y mucha salud.

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