La Meteo que viene: Travesía PANTICOSA-SALLENT por coll Feniás - bco de las Albas

Vista del descenso por el barranco de las Albas a su confluencia con el de Pondiellos

Fotografiado (cuando había más nieve) sólo 1 semana antes

Travesía Panticosa - Sallent, por coll del Fenias - bco las Albas y bco Pondiellos

Sábado 3 de marzo de 2012

Miguel Ángel Campos, Alfredo Torreblanca, Diego Muñoz-Cobo, Marie Claude Tourillon, Enrique Lardiés, Blanca de las nieves y Jorge García-Dihinx

Muy poca nieve hay en el Balenario de Panticosa este año. La zona está casi impracticable para el esquí de montaña. Salimos temprano por la senda del bosque hacia la Mallata Baja y seguimos porteando hasta la Mallata Alta, donde tras más de 1 hora por fin calzaremos esquís. Uff...

El día ha amanecido con sol, pero se van formando nubes por el norte... A ver si aguanta. En Arán sabemos, por un watsap kroketil, que en esos momentos está nevando.

Desde la Mallata Alta subimos con esquís por la vía común al Garmo Negro, superando, unos mejor que otros, las rampas empinadas de la canal inicial, llena de huellas antiguas de pisadas que hacen difícil el foqueo, incluso con cuchillas.

Salimos de la canal y seguimos por lomas algo más anchas, sin tomar el desvío a la derecha del Garmo. Seguimos rectos hacia el sur, buscando un collado que hay al lado del Argualas y que nos dará paso al valle suspendido del Feniás.

Media hora antes del collado, las nubes lo cubren todo e incluso empiezan a caer unos copos. Se abrirá luego? Pues sí, afortunadamente se abrió muy poco después.

Tras pasar el collado, seguimos flanqueando hacia la derecha (W), para buscar un hombro, flanqueando por laderas orientadas al sur. Sigue habiendo doca nieve y aflora la roca en algunos tramos.

Tras pasar por el hombro, un suave descenso en diagonal sin quitar pieles nos depositará en la cabecera del circo del Feniás, al pie de nuestro collado definitivo, al que llegamos con unas cuantas lazadas con esquís.

Ya estamos en el punto de no retorno chicos!

Sopla con fuerza Venturi y nos abrigamos mientras pasamos a crampones. La salida hacia la vertiente de Pondiellos tiene rocas y decidimos bajar a pie la parte inicial (Bueno, no todos. Alguno esquiará desde arriba).

Descendemos al otro lado, a la cabecera del barranco que desagua en Pondiellos. Allí buscamos un llano donde comer al sol. Sigue soplando, aunque un poco menos.

Aquí el paisaje es lunar. Como si la nieve fuera de años atrás y hubiera quedado petrificada, fosilizada, esculpida, por los vientos del norte. Está al sol, pero está dura, como el mármol. La esquiamos con cuidado, sorteando los moldes de cráteres que la conforman. Seguimos esquiando valle abajo hasta el ibón de las Albas o ibón de la Sartén (según los mapas).

Allí giramos a la izquierda, al W (en vez de seguir directos donde confluyen la bajada de Tebarray y la cabecera de Pondiellos). Enfilamos así un nuevo y bello valle, de suaves pendientes, donde ya empezaos a disfrutar de la bajada.

Miguel Ángel coge de nuevo las riendas de monitor y va guiando a Blanca, recordándonos las técnicas que nos enseñó en Baqueira el invierno pasado y que tan pronto hemos olvidado. Posición de brazos, de piernas, esquiar con los pies (con el dedo gordo), flexión progresiva al terminar el giro, tibias inclinadas hacia delante, brazos adelante... tantas cosas tan básicas y que nos cuesta recordar. Blanca recobra su confianza y dibuja unos buenos giros detrás de Miguel Ángel.

Los últimos metros del barranco de las Albas discurren por unas laderas con abetos, al estilo Pin y Pon, terminando en unas canales bien empinadas, pero llenas de nieve. Allí de nuevo Miguel Angel guía en el giro corto y con pendiente. Bien, bien.

Apurando las canales inferiores, conseguimos llegar con los esquís puestos al mismo barranco de Pondiellos, que seguimos esquiando por su margen izquierda.

Pero la nieve se termina antes de lo esperado. Se apreciaba mucha más nieve en la foto que hice de esta zona 1 semana antes desde el Puiarcol. Pero 7 días de sol de marzo y calor han sido devastadores.

Así que recogemos esquís y seguimos por la senda de vuelta a Sallent, a donde llegamos antes de lo pensado, visto el porteo que teníamos de vuelta. Se vuelve más rápido de lo que parece.

Y así, llegando a las 14:40, Blanca aún tiene un cuarto de hora para cambiarse y entrar al trabajo. Bien Blanquita! No se va muy contenta de su día de esquí, pero seguro que habrá aprendido mucho para próximas salidas.

Tras hacer la logística de coches, la volveremos a ver en la urbanización de Formgial, donde Amable (Bar Garmo Negro) nos servirá unos buenos platos combinados que, como dice Daniel Mur, nos comimos pos su sitio.

Qué bella travesía en potencia y qué descafeinada ha sido con la pírrica nieve que tenemos este año...

Esas mismas laderas estaban cargadas de nieve el pasado Abril... blancas, blancas. Ahora la visión es algo decepcionante.

Habrá que irse al lado francés (o al aranés).

Hasta la próxima!

Jorge García-Dihinx

Van algunas fotos del día