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jueves, 1 de marzo de 2012

Un PUIARCOL con la puesta del sol. La Sarra, Sallent. 24 feb

Ruta fotografiada hace unos meses desde el Pico Royo (Formigal)


Un Puiarcol con la puesta del sol

24 febrero 2012


Tras dos días de tute en esta semana casi vacacional, el viernes tocaba descanso. En Biescas disfruto en familia de una deliciosa comida preparada por Blanca de las Nieves.
Después Blanca se sube a trabajar y nos queda una tarde libre para descansar y para pensar en la excursión del sábado.
Queremos subir al Sanchacollons desde La Sarra de Sallent y seremos un buen grupo de amigos.

Y me pregunto… ¿Qué tal estará de nieve?
¿Habrá que portear mucho? ¿Y si les estoy metiendo en un pufo?

Se me ocurre hacer esa tarde una exploración del lugar, no vaya a ser que mañana nos demos cuenta de que esa zona no merece la pena.

Así, decido salir hacia Sallent para investigar el terreno. Me llevo todo el equipo de esquí de travesía, pa por si...
Algo después de las 3 y media de la tarde, empiezo a subir andando por la pista que sube a Ibonciecho. La senda por el bosque acorta enormemente la pista y se gana desnivel sin conocimiento. Qué rápido y qué alto tan pronto!
En media hora ya  se pueden calzar esquís. Bien. Creo que merecerá la pena volver mañana.

Decido seguir hacia arriba. Voy subiendo a lo Yera ("Espiritualmonte hablando"), disfrutando en las alturas de la soledad de esta bella tarde primaveral. Es otra manera de hacer montaña, más “espiritual”. Los pensamientos se funden con las vistas. Los sentimientos remolonean en la mente y comparten la quietud de la tarde. El aire ni se mueve. El sol va bajando poco a poco. Aún luce alto en estos finales de febrero.

Se puede llegar al altiplano de la Cubetilla sin apenas descalzar esquís. Sigo subiendo al Este, por ese vallecito suspendido que lleva al collado del Puiarcol, paso natural de un valle al otro. Esta zona me encanta. La nieve se acumula en este vallecito suspendido donde aguanta semanas y semanas. Sigo subiendo, por el valle natural, sin medias laderas. Foquear es una delicia...
Miro el reloj, son cerca de las 5 de la tarde. En frente, hacia el Este, tengo el collado del Puiarcol, a una media hora, en esa ladera Oeste protegida del calor del día. Decido que bastará con subir hasta allí. Así podré asomarme al barranco de Pondiellos y ver la cara oeste del macizo de Argualas. Tendrá todavía nieve para la clásica Panticosa-Sallent?

Al poco oigo un estruendo. Me giro de espaldas a la izda y veo a lo lejos caer un alud de fusión por la empinada cara sur del Sanchacollons. Tras iniciarse arriba desde las rocas calentadas por el sol, el alud se ha alimentado en su descenso y baja muy rápido, cayendo por unos pequeños cortados de roca. Luego se va frenando poco a poco para terminar reptando lentamente durante un buen rato, como si fuera la lava de un volcán, hasta detenerse. Otra ladera sur empinada, de más de 35-40º. A intentar evitar estas tardes de calor casi primaveral. Me da tiempo a filmar parte del alud con la cámara, en esa fase final de lava reptante. Es un peligro que no se debe olvidar. Siempre puede estaar ahí, oculto.

Continúo por mi suave ladera oeste hacia el collado del Puiarcol, al que llego sobre las 5 y media de la tarde. Desde allí se puede contemplar la vertiente de Pondiellos y los Tebarray-Infiernos-Garmo-Argualas-Fenias. Ya escasea la nieve en muchos sitios, pero todavía permite alguna ruta por allí. Aún hay nieve para cruzar a Respomuso por el paso de la Forqueta, pero antes hay que descalzar en este collado de Puiarcol y bajar unos metros a pie a la vertiente de Sallent. En frente, las laderas oestes del macizo de Argualas tienen continuidad hasta la confluencia con la cabecera del barranco Pondiellos y todavía permitirán alguna travesía entre valles. Ummm…

Planto los esquís en el collado y trepo por la sencilla arista a la cima norte del Puiarcol (2.397m). La arista está seca como en verano (I) y no hacen falta los crampones. Es sencilla. El paso a la cima sur es más complicado. Lo recuerdo cuando lo descubrí con Donato este verano pasado. No iré allí hoy a solas.

Desde la cima norte, a eso de las 6 de la tarde, puedo hablar por teléfono con Blanca, que me invita al café de las 7 en Sallent. Bien! Allí que me voy.

Tras volver a por los esquís inicio un tranquilo descenso, esquiando sobre nieve húmeda, tipo primavera. Son casi 1.000m de desnivel hasta el coche, de los cuales se pueden esquiar unos 700 metros. Tras recoger los esquís a 1.700m, la senda que acorta por el bosque te deja en el coche sin apenas darse cuenta...
Llego a la Sarra por la pista, al trote. Tras recoger los trastos me subiré a la Urbanización de Formigal, donde hemos quedado en el bar Arriel al café de las 7 (o la caña). Qué bien reunirse de nuevo!

Nos quedará luego una buena velada con familia y amigos esa noche, antes de subir todos al Sanchacollons al día siguiente. Mañana sábado seremos un buen grupo de amigos. Será un gran día. El último de esta semana vacacional.

Continuará.
Jorge García-Dihinx


Mapa 1:25.000 del IGN

Vista hacia la cara sur del Sanchacollons.
Se puede adivinar el alud de fondo que llega a la parte baja, de color marrón

Panorámica de la ruta por la Cubetilla, con las murallas del Musales y el Sanchacollons

 Las tablas, plantadas en el collado del Puiarcol, con el Tebarray al fondo

 Panorámica del macizo de Tebarray-Infiernos- Garmo-Argualas- Feniás

 Laderas oestes, con nieve hasta la cabecera del bco de Pondiellos


 Panorámica desde el paso de la Forqueta hasta el Feniás

Arriba lucía el sol y se respiraba la primavera.

Aquí abajo en la Sarra el agua sigue helada...

Es febrero.

Continuará

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por esa "exploración" Jorge!!!... y muchas gracias por el enlace al vídeo de Carlos Gonzalez, muy bueno!!!... un abrazo!!! =D...

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  2. G. 24/2

    La ilusión con la que empujan sus carritos ¿se coló por el rejado agujereado? no se diferencia mucho del que lo hace fuera de la gran superficie, en la gran urbe, andador ¡Dios, qué pluralidad de significados! más o menos lleno, sea margen izquierda o derecha
    (quizás el corte del gris
    –aunque tendamos a verlo blanco o negro, la ¿realidad? es una paleta de grises-,
    que aquí es Corte Inglés –no son tiempos de ostentaciones- y por lo tanto más uniforme-mente gris)
    precio en consonancia: ellos tampoco son tontos.

    Qué fue de las join venture, las sociedades capital-riesgo, los mercados de futuro, quién apuesta por nosotros… sólo se oye hablar de la prima de riesgo.

    Salvo ella, que es el centro de atención. Sus medias, leggings o lo que sean alargándose en infinitos colorines hasta una mini-mini-mini-minintimíssimi vaquera y la cabellera rubia. Veo sus ojos (de ellos y ellas) observándola, observándoles, observándose, examinando, enjuiciando, perdidos en el capote sin llegar a las luces; veo falanges anilladas, la ferralla, su cara (dice otra cosa ¡ay! lo mismo que la de todos), su carro, la pila de bebidas energéticas etiqueta negra, podrían pasar por gente del este (esa, aquella, esta tristeza), rusos, bailarines, bohemios… pero un agur sin acento, ella es la que ha pagado en efectivo (un billete de cien euros más y tarjeta del hiper, material rastreable, no muy lejos sigue rulando la droga) ¿? Y él?

    ¿Y la intelectualidad? ¿Y los tecnócratas? Perdidos sin saber dentro de qué paquete, de qué bono, de qué fondo, de qué sub-sub-sub prime, de qué… se oculta la deuda, la hipoteca basura, contra quién ir. Porque el malabarista, el artista, eso que no se sabe qué es, es la excusa perfecta para no pegar ni sellos, para vivir del cuento, país de vagos.

    ...

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