Alfredo y Enrique, rumbo al Mandilar, con las murallas norte de Sabocos al fondo
Mandilar (Panticosa-Los Lagos)
Enrique Lardiés, Alfredo Torreblanca y Jorge Gª-Dihinx
Sábado 9 feb 2013
Ayer sábado sopló el viento mucho más de lo que pensábamos y toda la divisoria se mantuvo cubierta casi todo el día, salvo algunos claros al mediodía.
Con este panorama, muchos esquiadores de travesía nos fuimos a refugiar a la estación de esquí de Panticosa-Los Lagos, para salvar los algo más de mil metros de desnivel positivos al Mandilar, saliendo de la base de la telecabina, que tuvo que volver a cerrrar a media mañana por los fuertes vientos.
Salimos por la pista que recorre el bosque y, al salir a terreno abierto, donde arranca la silla de 4, tiramos por las pistas de la izquierda, viendo que el sol las iluminaba.
Sin embargo, la subida pasaba por zonas de ventisqueros, donde el viento se canalizaba del NE y nos azotaba con nieve y viento en las caras, haciendo muy difícil la progresión y debiendo parar más de una vez y replantearnos el objetivo.
En éstas, vislumbramos una calma en el viento y nos decidimos a salir deprisa para llegar rápidos a la base del telesilla que lleva a la parte media de la estación. Una vez a allí, en terreno despejado, subimos con el viento de espaldas hasta las pistas de Fobas y luego seguimos la pista lateral que bordea el Mandilar por su base. Allí, de nuevo fuertes vientos y ventisqueros nos volvieron a plantar cara y casi nos obligan a darnos la vuelta.
Pero llegaría otra breve calma y nos armaríamos de valor y de ilusión para continuar. Una vez llegando a la parte alta de la estación (Los Lagos) los vientos eran menores y el sol nos calentaba más. Es a partir de ahí que empecé a hacer las fotos que salen en esta breve entrada.
Fuimos foqueando la pista del telesilla de Escartín hasta que llegamos arriba del todo. Seguía soplando fuerte, así que probamos suerte a ver si la puerta de la caseta del pister no estaba cerrada y... sí! Se podía entrar!
Allí nos metimos los tres para comer tranquilamente y entrar en calor. La estufa eléctrica incluso estaba encendida. Era como un pequeño oasis veraniego en el corazón de un invierno siberiano.
Estuvimos media hora calentándonos, comiendo, tomando té e incluso dibujando (un corazón) en las ventanas empañadas de la caseta.
Luego nos volvimos a abrigar. Quitamos las pieles de foca e iniciamos un gran descenso de más de mil metros de desnivel hasta el coche. Había que ir por las pistas, donde el viento acumulaba nieve polvo haciendo pequeñas olas. Si salías de pista, te encontrabas con ventisqueros enormes y con la posibilidad de caer y sumergirte hasta el cuello como si cayeras al mar. Estaba todo cargadísimo de nieve.
La bajada nos encantó, manteniéndose un palmito de nieve polvo venteado sobre la pista pisada. Luego continuamos por la pista del bosque y terminamos en el parking de donde habíamos salido.
No estuvo mal para lo que nos ofrecía el día en sus inicios, pensábamos.
Todavía era pronto y nos juntamos luego con Champi y Marie Claude en Biescas para un vermú de sábado, al que luego se unieron Nacho y Rut!
A pesar de este severo invierno, nos encanta este Valle de Tena.
Sólo hace falta que entre por fin el anticiclón, parece que por fin para este jueves próximo... y que se quede unos cuantos días (o semanas!)
Hasta la próxima campeones.
Jorge
Ahí van 10 fotos más del día de ayer
Llegando a la parte alta de la etación, cerrada y sin un alma
Fuertes vientos en todo momento...
...que iban levantando la nieve a nuestro alrededor
Se iban formando olitas en los laterales de la pista
Mientras nos tomamos el té caliente de Enrique...
Seguimos abrigados de arriba abajo
Iniciamos el descenso
Enrique y Alfredo, con la muralla oeste del Pico El Verde
Bajando por pistas con el Tarmañones (Escarrilla-Sandiniés) al fondo
Y esta ha sido nuestra matinal.
Nos vemos en la meteo de este lunes por la tarde!
Jorge
¡Preciosas fotos!
ResponderEliminarLos amantes de los deporte invernales están de enhorabuena.