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lunes, 30 de octubre de 2017

Carrera 24K Os Foratos de Lomenas (Torla), 29 oct 2017 Mi segundo podio del año!

Tras salir del bosque, ahí estaba Ramón Ferrer (Monrasin) sacándonos fotos a todos. Gracias de nuevo!
No sabía que iba a terminar en el podio de veteranos, pero ya estaba contento de estar aquí

Carrera 24 K Os Foratos de Lomenas,

Torla, 29 oct 2017


Distancia: 24 km
Desnivel: 1.270 m
Tiempo: 2h 43 min

El track: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=20635769

Tres meses previos sin carreras: Agosto, septiembre y octubre


Hacía más de 3 meses desde mi última participación en una carrera de montaña, en la pasada Vuelta al Aneto el 22 de julio. En esa ocasión logré terminar con un tiempo digno en una maratoniana carrera en la que me pasó factura el explosivo 2KV a Collarada que había corrido 6 días antes (mi primer podio del año).


Tras la carrera de TrangoWorld de Benasque, agosto fue un mes más relajado, de recuperación de los isquio tibiales y de salidas tranquilas a la montaña, pero sin entrenar para carreras. La primera salida interesante que hice tras la carrera de Benasque fue 2 semanas después, al Tebarray en circular desde Sallent, con Tuca y Kilian.

Una semana después, Champi me invitaba a la travesía en BTT desde Llauset a Benasque, una de las experiencias más espectaculares de este verano para mí.
Descansé la semana siguiente antes de hacer, 9 días después, la Monte Perdido Extrem Non Stop con Ainhoa Lendinez, en algo menos de 11 horas, sólo con agua, sal y un plátano.


En comparación con los meses de junio y julio, agosto fue mucho más relajado, al no tener que pensar en carreras. La Trail Valle de Tena no la iba a poder correr porque me pillaría en Zarautz por temas familiares, así que tras la MPE me fui a Zarautz a relajarme.



Pero una mañana tuve la mala suerte de errar el regreso a Zarautz en una circular que hice hasta el Alto de Pagoeta. No conocía la senda del tramo final y, debí volver los últimos 7 km corriendo por el duro asfalto (que me cerraban el Mercado!). Eso hizo resentir mi gemelo izquierdo, que tolera muy mal el asfalto. Con el gemelo lesionado me vi obligado a descansar un par de semanas, perdiéndome la Puyada a Oturia, a la que me había inscrito, pensando que sería el cierre de mi temporada de carreras.



Así que ya me olvidé un poco de entrenar pensando en carreras. Buscando una zapatilla con mucha amortiguación (para mis gemelos), para trotar con ella por las pistas que tenemos alrededor de Chimillas y por la Sierra de Guara, encontré (mirando vídeos del último UTMB) las Mafate Speed 2, de Hoka One One. Muy caras pero con una amortiguación inigualable. Podía correr por cualquier terreno sin temer por mis gemelos (o el sóleo). Además tienen una adherencia brutal, incluso con roca mojada. Claro, esa adherencia extrema hace que te comas parte de los tacos en un mes...



Así que estuve trotando por Guara en septiembre. Luego en octubre, en el Puente del Pilar nos fuimos Blanca y yo a Selva de Oza donde hicimos un par de rutas muy majas con Tuca y Kilian. Luego estuvimos otros dos días en el Valle de Tena, haciendo más rutas andando y trotando.

Por último, el domingo anterior a esta carrera, subimos en familia al Tozal de Guara en una circular desde Bentué de Nocito, que aún tengo que colgar en el blog.


Ese había sido mi verano, con monte suave y sin carreras, aparte de mi sesión semanal de 20min de HIST en casa o al aire libre en el jardín.


No había hecho interválico de sprints (HIIT) en estos últimos 3 meses, porque notaba los isquio tibiales y no quería forzarlos.

Por fin probé la semana previa, haciendo unos pocos sprints, para ver si mis isquio-tibiales se habían recuperado y, esta vez, no dieron ningún aviso. Buena señal.


Y fue unos días antes cuando recibí la invitación de Alejandro y Sergio, organizadores de esta bella carrera Os Foratos de Lomenas.

Entonces me metí en blog de Monrasin (Corriendo por la Sierra) y leí su análisis del nuevo recorrido. Este año habían mejorado la ruta, añadiendo la subida por el Cebollar, para darle más desnivel y ambiente de montaña.


Me metí a ver el track y me gustó mucho. Era una carrera ideal para mí. Con muchos tramos para correr rápido. Y es que, para qué nos vamos a engañar, lo que más me gusta a mí del trail running es, precisamente, correr por las sendas de las montañas. Esa sensación de libertad es maravillosa. Las carreras que tienen mucha subida y mucha roca me resultan más antipáticas. Correr, correr por hierba, por las sendas, saltar senda abajo, me encanta...

Vista 3D con Google Earth del track de la carrera que grabé con el Suunto Ambit 3 Peak



A partir del km 12 (mitad de carrera) había por fin una subida directa de 700 m por la zona del Cebollar, donde podría utilizar los bastones. Sabía que de brazos iba bien, porque las salidas a la montaña que he hecho con Blanca, Tuca y Kilian, siempre las he hecho con bastones, con idea de ir preparando el tren superior para la temporada de esquí de montaña.



Y para terminar había una bajada directa a Torla que alternaba senda con un tramo de pista. Sabía que las Hoka One One volarían por la pista y que con ellas no temería por los gemelos o por calambres, como así fue.



Así las cosas, acepté la invitación y el regalo del dorsal que me ofrecían desde la organización y que desde aquí agradezco.



Domingo 29 Oct, Torla



Todo el verano había llevado mi habitual alimentación LCHF baja en carbohidratos, (básicamente provenientes de verduras, hortalizas y alguna legumbre o alguna fruta) y alta en grasas naturales.

La víspera cené una deliciosa quinoa que hizo Blanca, para cargar un poco el glucógeno muscular para el domingo, sin más.


El día de la carrera nos vino muy bien el cambio horario, para no tener que madrugar, pues aunque la salida era a las 9, para nuestros cuerpos es como si la hubieran dado a las 10 AM!

En lugar de mi habitual nata líquida con café (habitual para días de montaña con amigos o familia), cambié a leche fresca entera (para días de carrera, más explosivos, no me vaya a pasar lo de Peña Cancías, jaja) y me fui comiendo unas mandarinas en el viaje desde Chimillas a Torla, bebiendo agua y tomando algo de sal.

En el parking de Torla, tras recoger la bolsa con el dorsal.
El día pintaba limpio, ideal


Al llegar a Torla me encontré a toda la gente, en una mañana todavía fresquita, pero con menos viento del esperado y con un precioso cielo azul. Qué día más bueno nos esperaba...



Tras coger la bolsa  con el chip y el dorsal en el Ayuntamiento de Torla, volví al parking para vestirme de corredor.

Desde allí todos lo corredores volvimos a la plaza principal de Torla, para entrar en el corralito. Antes de entrar, un último trago de agua y una cápsula de sales.


Nos hacemos fotos en el corralito, preparándonos para la salida, que ya sabía que era toda en bajada hasta llegar al río Ara.

Junto a la campeona Mónica Saez.
Nunca pensé que podría terminar delante de ella, pero ocurrió



Un poco antes de la salida me bebo lo último que me quedaba de agua en uno de los bidones de la mochila.

Salí sin nada de agua. La organización obligaba a llevar capacidad para 1 litro de agua, pero no el tener que llevar los bidones llenos. Hacía fresco y sabía que toda la primera parte de la carrera sería en sombra, con el  fresco de la mañana. Además, iba de blanco y en tirantes, para perder más calor y sudar menos.
Quería compensar un poco el peso extra que llevaría al portear los bastones en la cintura, jaja. La mayoría de los corredores salía sin bastones, pues el 70% de la prueba se corre sin ellos. Pero yo sabía que para esos 700 m de subida continua del Cebollar me iban a venir muy bien, como así fue.

Minutos antes de la salida desde la Plaza de Torla



Salida Carrera 24 K, 9 AM, Plaza de Torla



Salimos por las calles de Torla y, en la primera curva, unos espontáneos nos indican en la dirección contraria, de subida a la izquierda... (Comorrr??).

Rápidamente otras personas nos advierten del error y nos gritan volver a bajar. Corrijo la curva y me meto en el callejón de bajada sin perder demasiadas posiciones.


Salimos del pueblo y empezamos una senda de bajada muy rápida. Los voluntarios nos avisan de bajar con cuidado, porque la roca puede estar todavía húmeda con el rocío de la mañana. Aprovecho para pasar y colarme entre los primeros corredores y me pongo en cabeza. Sé que sólo son 300 m de senda que baja directa al río Ara y me despego del pelotón. Sé que las Hoka One One adhieren como una lapa y bajo sin miedo. Veo a Ramón Ferrer (Monrasín) que me hace la primera foto del día. Gracias Ramón!

Durante el 1º km de carrera pude correr en primera posición. Fue algo efímero... pero para mí fue mágico ir en cabeza esos minutos iniciales




Al llegar al río, todavía continuaría unos cientos de metros en primera posición. Sabía que era algo pasajero y que pronto me iban a dar caza los buenos de verdad, pero para mí, ir corriendo unos minutos el primero, sabiendo que tenía 140 corredores detrás, era una sensación especial. Inhabitual. Un regalo efímero que poder disfrutar durante esos primeros minutos.



Luego la senda, recorriendo la margen izquierda el Ara, comenzaba a elevarse y al poco empecé a dejar pasar a los primeros, perdiendo poco a poco posiciones y colocándome poco a poco en la que me correspondía.



En esos primeros 15 minutos me pasaron unos 15 corredores, pero después... ya no me pasaba nadie...


¿¿Nadie más me pasa??

¿Y la primera chica?


Yo pensaba estar entre los 30-50 primeros de los 140, pero nunca pensaba que iría en el puesto 15º...


¿Estaré yendo demasiado rápido?

¿Voy a petar a mitad de carrera?



Sea lo que fuere, mi ritmo, que era moderadamente fuerte, me permitía respirar e incluso podía pararme a hacer alguna foto de vez en cuando. Esos tramos iniciales eran preciosos, por zona verde, muy buena para correr, con pequeños subes y bajas.

 Volviendo aguas arriba paralelos al río Ara, con vistas hacia Mondarruego



La carrera recorría tramos bellísimos como este



La senda se iba 2 km al sur, en el eje del Ara y luego giraba 180º para volver aguas arriba, durante 5 km, por unas sendas y bosques otoñales preciosos, hasta llegar por fin al Puente de los Navarros, en el km 7,6 de carrera (43 min de carrera para mí). Antes, en el km 5,9 había un avituallamiento, pero tras poco más de media hora de carrera, decidí no parar a beber nada y seguí corriendo.



En el Puente de los Navarros tomábamos la pista que va al Refugio de Bujaruelo, donde se podía trotar con tranquilidad, alargando la zancada en los llanos y acortándola en las subidas. En ese tramo me pasó el 1º corredor de la carrera corta. Me di cuenta de que no era de mi carrera porque no llevaba mochila (y porque corría que se las pelaba).



Otra perspectiva distinta del Google Earth con el track


Por fin, en el km 10,4, tras 58 min de carrera, pasábamos por el Puente de Santa Elena (1.204 m), donde había otro avituallamiento. Allí me tomé un vaso de agua y continué.

Tras cruzar el Ara girábamos al sur para recorrer la preciosa senda de la Garganta de los Navarros, llena de hojas de otoño. Luego, en el km 12, girábamos a la derecha 180º e iniciaba la subida sobre la garganta. Allí decidir sacar los bastones, aunque poco después la senda volvía a ser horizontal y se podía volver a correr.


Justo antes de la gran subida final se cruzaba por el barranco de las Comas (1.460m, Km 13,6) tras 1 h 26 min de carrera. Allí aproveché a llenar mi vasito plegable y me eché otro pequeño trago de agua.



Tocaba a hora la gran subida, non stop, por una preciosa senda otoñal que subía trazando largos zigzags. Los bastones me vinieron muy bien para descargar las piernas en ese tramo. que salvaba cerca de 400 m de desnivel sin descanso. Fui solo todo el rato. Realmente, tras cruzar el Puente de Santa Elena ya apenas vi a nadie en toda la carrera, con lo que podía ir a mi ritmo, sin preocuparme de gente delante o detrás.



Tras algo más de 20 minutos por senda dentro de bosque, todo para arriba, por fin salimos del bosque y vemos al inmensidad de cañón de Ordesa. Era espectacular...



Al rato veo a una pareja que me va recortando distancias. Me pararé luego en una curva con vistas, para hacerles unas fotos con el impresionante Cañón de Ordesa.


Espectacular las vistas hacia Ordesa tras salir del bosque. Abajo a la izquierda, uno de los dos corredores que iban detrás de mí



Km 15,3 Cota 1.800 m, horario 1 h 50 min.

Poco después veo al fondo a nuestro amigo y fotógrafo Ramón Ferrer "Monrasin", que me está ametrallando con su cámara. Escucho los disparos, clac, clac, clac... Qué reportaje Ramón! 

 Aquí empezaba la secuencia de fotos que me sacó Monrasin en sólo 1 minutos de carrera
En esta foto fue cuando lo divisé!



 Qué bien me vinieron los bastones para ese tramo de subida



Con la lengua fuera



Siempre es una alegría cruzarse con Ramón en las carreras. Además de hacerte decenas de buenas fotos, te anima y te cuenta lo que te queda.

Me explicó Ramón que ahora me venía una larga media ladera para trotar. Se lo agradecí y, tras pararme a hacer una panorámica con el móvil, sacando a la pareja que me perseguía, continué por la senda.


 Detrás de mi se ve ya a la pareja que me pisaba los talones


Llegando a la altura de Ramón, cuya sombra le delata



 Parando en el borde para hacer una panorámica de Ordesa-Bujaruelo



Ramón siguió sacándome fotos incluso cuando hacía yo las fotos!



Esta es la panorámica que saqué con el móvil
En la parte izquierda se ve a los dos corredores que iban detrás, ya muy cerca de mí


Último saludo a Monrasin, antes de recoger el móvil y empezar a trotar por la larga senda diagonal


Un rato después dejé pasar a la pareja de perseguidores. Llevábamos 2 h de carrera y estábamos cerca del km 17 de carrera. Ya quedaba poco para el Collado de la Plana.



Y sin quererlo ni beberlo, llegamos al Collado de la Plana (cota 1.907 m) en el km 17 de carrera, a las 2 h y 5 min de la salida...



Allí hay un avituallamiento con comida y bebida

Me tomo un pequeño vaso de agua y cojo 2 trozos de plátano


Ya estamos arriba??

Qué bieen!
Yo pensaba que aún nos quedaban 200 m de desnivel...


Viendo que sólo queda bajar (quedaba algún repecho pero no lo sabía) finalmente me cojo sólo un trocito de plátano y me voy para abajo, dejando en el avituallamiento a la pareja que me había adelantado unos minutos antes. Sabía que bajando me iba a ir bien.



La primera parte, contrariamente track que tenía en mente, no iba por pista sino que acortaba por praderas en zig zag. Era un terreno en el que había que prestar atención pues había mucha hierba suelta, sobre la que resbalaban las suelas al deslizarse la hierba suelta sobre la hierba sujeta.
Luego la ruta discurría por las típicas sendas de vacas, de profundos surcos, muy peligrosas para tropezar y que daban algún susto. Sólo se quedó en eso y, por suerte, no me caí en toda la carrera, lo cual no es habitual.



La senda entroncaba por fin con la pista, en un tramo de subida al sur. Ese tramo de subida no lo esperaba... Empecé a trotarlo pero luego volví a andar, preguntándome si me había pasado un desvío y tenía que seguir senda abajo. Pero divisé a otros corredores al fondo, detrás de mí, comprobando que íbamos todos por el buen camino.

Subiendo por la pista aproveché a sacar otra foto del Cañón de Ordesa, con esas luces de otoño tan limpias.




Tras 40-50 m de desnivel positivo, la pista por fin enlazaba con la pista principal que viene del Collado de la Plana.


Allí empezaban algo más de 2 km de pista para volar. Tenía la inclinación ideal para correr con zancada larga sin necesidad de frenarse con los cuádriceps, pero tampoco necesidad de propulsarse. Bastaba alargar la zancada y correr libre... Buen terreno para estas zapatillas. A correr...



Por fin un voluntario nos indicaba el desvío a la senda que ya bajaría directa a Torla. Faltaban sólo 2 km y medio en los que se bajaban 450 m por una bonita senda que a ratos recordaba una calzada romana. No escuchaba a ningún corredor ni delante ni detrás de mí, con lo que intuía que no iba a ganar ni perder ningún puesto en esos últimos km. Así que decidí bajar con prudencia. Nadie quiere una caída por ganar unos segundos y tener una lesión...


Conforme se perdía altura iba uno notando cómo subía la temperatura. Abajo ya se veían los tejados de Torla, cada vez más cerca. Se empieza a escuchar el bullicio de la meta y a Sergio, el speaker. Ya debemos estar llegando.


Meta en Torla en 2 h 43 min... Podio en Cateogría Veteranos

Y sí, en breve entraba en las calles de Torla, llenas de niños que querían "chocar los 5" en cada esquina. La llegada a meta es vertiginosa, pues es toda en descenso, por las calles de Torla, antes de girar bruscamente a la derecha y ver la meta en la plaza, sólo a 30 metros...
Qué gran lugar esta plaza, para terminar la carrera, al final en 2 h y 43 minutos y en el 15º puesto absoluto!
Y además 3º en veteranos... mi segundo podio del año!!

No me lo podía creer. Qué buen puesto para lo que me esperaba, la verdad. Poco después llegaba uno de los dos corredores con los que había coincidido en el Collado de la Plana y a los 2 minutos entraba la campeona femenina Móniz Saez, acompañada de sus hijos.

La plaza de Torla era una fiesta...
El sol hacía que se estuviera de maravilla en tirantes.
Luego vinieron los huevos fritos (buena proteína animal para esas castigadas piernas), con chorizo y migas. Me tomé 3 huevos... e incluso gran parte de las migas!!

Ya me quedé allí a la espera de la entrega de premios, sin ir a cambiarme al coche. Era mi segundo podio del año, qué bien! Aunque sea en categoría Veteranos, claro. 
En categoría absoluta me como los mocos, jaja.

Quiero agradecer aquí a los organizadores y voluntarios de esta carrera por lo bien que organizaron todo y en especial a Alejandro y Sergio (speaker) por invitarme y regalarme este dorsal, que llevé orgulloso de principio a fin de la carrera.

Precioso final de temporada en un entorno especial, Ordesa. El año que viene intentaremos volver. Nos ha encantado vuestra Os Foratos de Lomenas!!

Jorge García-Dihinx










Ahí van algunas fotos de los Podios


 Podio masculino absoluto de la carrera 14 K

1º Jorge Escorihuela
2º José Saura
3º Martín Chéliz
(enhorabuena chaval con tus 17 años!!!)



  Podio femenino absoluto de la carrera 14 K

1ª Cuca Panedas
2ª Pilar Sanz
3º Isabel Hernández



  Podio masculino absoluto de la carrera 24 K

1º Brice Delsouiller
2º Guillaume Taillebresse
3º Alberto Torres



   Podio femenino absoluto de la carrera 24 K

1ª Mónica Saez
2ª Mª del Mar Sánchez
3º Paula Figols



 Subiendo al podio de veteranos de la carrera 24 K



   Podio masculino Veterano carrera 24K

1º Mario Esteban
2º Francisco González
3º Jorge García-Dihinx







Alejandro y yo en el podio, al final de la fiesta.
Muchas gracias por vuestra invitación a esta magnífica carrera!!



Todas las clasificaciones de la carrera, pinchando aquí

sábado, 28 de octubre de 2017

Encuentro de galgos otoñal en casa, Chimillas (Huesca), octubre 2017

Blanca acaricia a Mati, mientras charla con los demás. Al fondo, Lola disfruta relajada de esta jardín al que les invitamos este sábado otoñal en Chimillas, nuestro nuevo hogar. Un paraíso para Tuca y Kilian

Encuentro de galgos otoñal en nuestra casa

Chimillas, Huesca,

octubre 2017


Hace unos días tuvimos un encuentro de galgos en nuestra nueva casa en Chimillas (Huesca). Tuvimos un sábado ideal, soleado y cálido y los perros de todos disfrutaron del amplio jardín, de juegos e incluso de la barbacoa que hicieron los expertos en BBQ.

Allí estuvieron Lola y Mati, dos preciosos galgos que disfrutan de los cuidados de Javier y Cristina. También estuvo Rocío y su nuevo galgo de tres patitas, Vladi, un amor.

Mari Carmen trajo a sus pequeños galgos, Mancha y Bulli, que no pararon de correr por el jardín. Y Manolo y Amalia trajeron a Sir Rigel y a su labrador Gos.

Para los perros, fue un día espectacular, corriendo sobre la hierba a ratos y tumbándose al sol en otros. Los expertos en la barbacoa fueron Javier y su hijo Jaime. Qué rico estaba todo!

Apuramos toda la tarde entre conversaciones en el jardín de este nuevo hogar que desde septiembre disfrutamos.
Y con nosotros, también lo disfrutan cada día nuestra querida weimaraner Tuca y nuestro galgo Kilian, que encontramos gracias a Galgoleku.

Os dejo unas fotos de ese sábado en Chimillas.

Jorge García-Dihinx


 Mati y Lola, dos galgos que conviven con una familia muy, muy cariñosa, formada por Javier, Cristina y sus hijos Jaime y Sandra



 Gos y Tuca descansan al solecito del mediodía, mientras al fondo se ve el humo de la barbacoa que se estaba preparando



 Kilian...
qué introvertido llegaste y qué cariñoso, con el tiempo, te has vuelto
El cariño diario que has recibido... ahora nos lo devuelves cada día



 Tuca sigue disfrutando del sol tumbada en la hierba
Al fondo a la izquierda, Mancha prefiera la sombra
A la derecha, Bulli prefiere los abrazos de Mari Carmen


 Sir Rigel, si fueras persona irías vestido con gabardina y te llamarían Señor Rigel
Detrás Vladi, Mancha y Sandra con su perra Lola



 Vladi, el galgo de tres patas que anunciamos en verano, lleva un mes feliz al lado de Rocío, que decidió adoptarlo. Ambos ganaron en felicidad, verdad?


 Mari Carmen, pero cuánto te quieren los perros chica!



 Mancha, el amor de Mari Carmen



 Vladi, grácil tanto cuando tenía 4 patas como ahora con tres...



 Sandra, con su galgo Mati
Dar cariño, recibir cariño.



 Jaime, con Gos y con Mati



 Cristina y Sandra también disfrutan del sol de otoño
En primer plano, Kilian, nuestro galgo



 Preparando los aguacates para la ensalada previa a la barbacoa
Llenos de grasas mono-insaturadas, fibra, potasio, magnesio, ácido fólico, Beta-carotenos y demás nutrientes de uno de los alimentos preferidos en esta casa
(gracias por la foto Jaime!)


Pero Tuca, qué haces entre tanto galgo!!
A Blanca le faltan manos para acariciar a sus perros favoritos
Kilian y Vladi disfrutan de las caricias


 Invasión perruna en nuestro jardín de Chimillas



 Vladi, qué bien galopas con tus tres patas...
Casi como antes! Bravo!



 Blanca con Mati



 Foto de familias perrunas en nuestro jardín de Chimillas



 Vladi, cuando anda, mueve las dos patas delanteras mientras da saltitos con la única trasera...



 ... sin embargo, cuando galopa, nada lo distingue de sus compañeros, pues el movimiento como un compás del tren delantero y trasero, funciona igual de eficaz que antes.
Propulsa con una pata igual que antes con dos!



 Aquí sigue persiguiendo a Mancha, que se tumba para trazar la curva


 Tuca, Mati, Vladi Mancha, Rigel y Kilian... todos disfrutando del jardín


 Tuca y Mati han aprendido el "siéntate" si quieren recibir premio... jaja



 Blanca, menuda expectación perruna tienes!



 Tuca... nos sigues enamorando



Vladi, nueva vida con Rocío...


Pon un galgo en tu vida...

Jorge García-Dihinx