Picos de la Cascada, Pico Marboré y Monte Perdido
2ª semana de febrero de 2011
Julio Benedé, Pedro Oliva, Igor Illarramendi, Pilti, Chelis y Rafa Gómez, Alfredo Torreblanca, Champi y Jorge Gª-Dihinx
Nunca había estado en la cima de Monte Perdido en pleno invierno y menos a esas horas, ya cerca de las 4 de la tarde y tras haber coronado previamente 4 tresmiles ese día. Las luces de esa tarde de febrero eran limpias, oblícuas, resaltando las sombras y orografía del Parque Nacional de Ordesa. Nuestra subida previa por la escupidera de Monte Perdido, con Pilti e Igor delante y con Julio y Pedro detrás, también había sido espectacular. Elevándonos poco a poco por encima de las cimas que veíamos, hasta quedar por encima de todas. Todas bañadas con las luces de la tarde.
Y ahí estábamos, tan sólo unos breves minutos, en la cima calcárea más alta de Europa. Habíamos salido de Góriz pasadas las 9 de la mañana, tranquilamente, con el solecito. Habíamos subido inicialmente por la ruta normal al Perdido, desviándonos luego a la izda en la Faja Roya para atacar, uno tras otro, los tres Picos de la Cascada y de allí al Pico Marboré. Las vistas hacia el Circo de Gavarnie, umbrío en pleno invierno, eran espectaculares. Allí la mitad del grupo se bajó ade vuelta al refugio de Góriz. el resto: Julio, Pedro, Igor, Pilti y yo, tras bajar esquiando hasta 2.930m, poníamos pieles de nuevo y, cruzando por una faja a media altura bajo el Cilindro, nos deslizábamos en suave descenso hasta el lago helado de Monte Perdido. Y de allí, hasta aquí, la cima de Monte Perdido (3.355m).
Pero no hay mucho tiempo para contemplaciones. Nos quedan algo más de 2 horas y media de luz y tenemos que volver hasta los coches, aparcados en Cuello Arenas (Nerín). Tras recoger los esquís al pie de la escupidera, bajamos esquiando al lago helado y luego por la vía normal de vuelta a Góriz. En la base rocosa de la Punta de las Escaleras nos despedimos de Pilti (simpático y entusiasta guarda del refugio), que volverá a Góriz. Pilti nos indica cómo trazar desde allí mismo una larguísima diagonal en muy suave descenso que nos permitirá llegar al collado superior de Góriz sin tener que poner las pieles de foca.
Julio abre la huella y traza la diagonal perfecta, llegando al collado sin necesidad de poner pieles. Yupiii! Son ya las 5 de la tarde cuando, tras poner de nuevo pieles, iniciamos la última subida del día a la Sierra Custodia, que subimos en poco más de 20 minutos. Desde arriba, alternaremos ratos esquiando por el lomo con otros breves de andar, sin arriesgar nunca en flanqueos que asomen a los cortados del cañón de Ordesa. Son las 6 de la tarde cuando por fin nos lanzamos desde la última punta, esquiando hacia Cuello Gordo. y luego hacia Cuello Arenas.
Ya en la sombra, no paro de darme la vuelta para contemplar una y otra vez las Tres Soroes con el sol de tarde. Mis compañeros se escapan, mis dedos se hielan en la sombra, pero sigo volviéndome para fotografiar al Perdido, como en la foto que encabeza este post. Son las 18:22 horas cuando por fin alcanzamos los coches. El Monte Perdido se nos despide teñido de tonos rosas.
En este año de tantas rutas nuevas con esquís, la de hoy ha sido una experiencia mística para mí. Hemos navegado durante 9 horas por las alturas del protegido Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Estuvimos completamente solos todo el día. Un regalo que no se puede pagar con nada.
Gracias a todos.
Jorge
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Foto en la cima de Monte Perdido a las 15:42 horas. Pedro, Julio, Igor, Pilti y yo. En la foto, orientada al oeste, no hay ya ninguna montaña más alta que ésta.
Fotografío a mis compañeros, que ya están a punto de entrar en la salida de la escupidera. Detrás, el Balcón de Pineta y la Brecha de Tucarroya, todavía con sol, hasta que en 20 minutos se oculte tras la sombra del Cilindro.
