miércoles, 18 de enero de 2023

DIA 2 BINNTALHÜTTE: Picos Grosses Schinhorn y Schwarzhorn Y MANEJO ALIMENTACIÓN PARA DIABETES TIPO 1, Valais suizo, 7 enero 2023

 

Entrando en el valle solitario desde el paso de Valdeserta hacia el Grosses Schinhorn, esa afilada aguja del fondo, que parecía inexpugnable pero que pudimos subir por el otro lado, a pie.

Luego nos quedaban 6 horas más de ruta, para subir al Schwarzhorn y bajar al pueblo de Fäld antes de que anocheciera...


DIA 2 DESDE LA CABAÑA BINNTALHÜTTE:

Picos Grosses Schinhorn (2.938)  y Schwarzhorn o Punta Marani (3.107m)

Y MANEJO ALIMENTACIÓN PARA DIABETES TIPO 1

VALAIS SUIZO, 7 enero 2023

Día 2: 25 Km, D+ 2.000 m, 9 horas

Natalia R y Jorge G-D

El track: En Strava. En Wikiloc


Antes de leer este Día 2, recomiendo leer la entrada en la que describo el Día 1 y
toda la aproximación (en tren y a pie) de los 2 días previos al Día 1 en este precioso entorno que preside la Cabaña Binntal o Binntalhütte (2.275m), pinchando aquí.


Este último día en la cabaña de Binntal nos levantamos bien pronto, a las 06:38 AM, por varios motivos.
 Tenemos delante
de nosotros una larga ruta que, si la completamos en su integridad, nos costará entre 8 y 10 horas. Por otro lado, debemos dejar el refugio bien limpio y cerrar todas las contraventanas antes de irnos, según indican las instrucciones dejadas en hojas plastificadas en este lindo refugio, todo para nosotros (cocina, comedor, gas, luz, estufa, baños, comida, etc).

Este día debíamos subir al paso de Valdeserts (2.664m) para entrar en un valle mágico que nos llevaría a la cima del Grosses Schinhorn (2.938m) o Punta di Valdeserta, antes de dejarnos caer esquiando hasta un llano a 2.000m (Manibode) donde deberíamos decidir (según horario, cansancio y estado de la nieve) si poníamos pieles de nuevo para subir al lejano Schwarzhorn (3.107m) o Punta Marani, o bien, si seguíamos descendiendo hasta el pueblo de Fäld (sabiendo que por debajo de 2000m hay poca nieve y mucho bosque. El ultimo tramo de descenso es una incertidumbre).

Lo bueno de la ruta es que la segunda cima no era para nada obligada. Podíamos bajar directamente al pueblo sin intentarla o bien, ir hacia ella y, en un momento dado (acordamos las 3 de la tarde como hora límite) para poder volver con luz al fondo del valle. Así que teníamos todo que ganar y nada que perder.


Mapa de la ruta sobre el track de Strava


Salida del Binntalhütte a las 07:54 AM, sábado 7 enero 2023


Salimos con las primeras luces, antes de que salga sol, cuando todavía teníamos al luna llena al fondo. No desayunamos demasiado pues casi toda la comida la utilizamos la noche previa en la cena.



Teníamos la suerte de que el día anterior, Laurin y Leana habían ido a nuestro primer pico, con lo que teníamos la huella íntegra para toda la primera parte de la ruta. Así no teníamos que ir mirando el mapa de Swiss Topo en el móvil con tanta frecuencia ni teníamos que abrir huella, que era lo mejor de todo


Subiendo hacia el Paso de Valdeserta pudimos ver la ruta que habíamos hecho el día anterior


Las rampas se inban inclinando hacia el collado, aunque el día seguía limpio, sin apenas vientos y no demasiado frío. Subimos con un ritmo suave, ni lento ni agotador, el justo.



He aprendido, de Julio Benedé, a ir a un ritmo suave, sin pausas, en los que uno nota que apenas gasta energía, que puede hablar sin faltarle aire lo más mínimo. Sería un ritmo más lento que la clásica Zona 2, casi una Zona 1. Un ritmo similar en cansancio al que uno llevaría en una senda de trekking casi horizontal.

Sabía que para la larga ruta de este día, un ritmo así en la primera mitad era claver para poder aguantar las 9 horas que nos esperaban, sin apenas pausas en todo el día, como así fue.


Al llegar al Paso de Valdeserta (2.662m) vemos por fin la maravilla de marco que nos aguarda y vemos la primera de las cimas a subir, esa afilada roca marrón al fondo, el Griosses Schinhorn, que parece que para subirlo hagan falta pies de gato, estribos y cuerda...


Nos dejamos caer al vallecito sin quitar pieles, que corren rápidas con la nieve seca de esos días fríos de enero...


Nataia, mirando el mapa con la ruta a seguir


La huella de Laurin y Leana nos guían hacia el valle del silencio, el valle del Paraíso


Continuamos, con los primeros rayos de sol


La nieve polvo suelta nos acompañaría toda esta primera parte del día


Natalia, entrando en el valle del paraíso, cuando sólo llevábamos 1 hora y 8 minutos de ruta


Entramos de nuevo en la umbría para subir al collado del Paso del Mittelbergpass (2.824m)


Al llegar al collado, comprobamos que la subida al Primer pico no es difícil desde este lado. Vemos que alternará roca seca con nieve suelta, así que, para optimizar tiempos, decidmos subir sin crampones.

También vemos que  se trata de un desnivel extra en el que nos podemos ahorrar el peso de las mochilas, en las que llevábamos el material de 2 días, neceser, mudas, etc y que resultaba pesado. Así que, nos abrigamos bien y subimos sin peso hacia la cercana cima. El camino es sencillo aunque require atención constante para no caerse en un agujero. La falta de nieve continua hace que esté todo 'hueco'.

Cima del Grosses Schinhorn (2.938m)

La subida y bajada fueron largas, en total unos 50 min ida y vuelta, pues estaba llena de trampas, con nieve hueca y agujeros, que nos hicieron subir y bajar despacio hasta el depósito de esquís. Fue un acierto dejar las mochilas y subir sin crampones, pues optimizamos el tiempo y el esfuerzo, algo importante en un día que se presentaba largo.


Natalia bajando hacia el depósito de esquís. Al fondo, la 2ª cima u objetivo del día, el Schwarzhorn, de 3.107 m


Volvemos a los esquís, quitaríamos pieles e iniciaríamos el descenso
Llevábamos 2 h y 45 min de ruta y nos quedaban más de 6 horas...


A las 2 h y 50 min iniciábamos el 1º descenso del día, de unos 900 m, hasta un llano al fondo del valle, al oeste, a unos 2.000m.

No hice ninguna otra foto en toda la bajada, tan sólo vídeos.
Describo sobre el mapa estos próximos tramos, en ausencia de fotos.


Mapa de Swiss Topo
Las laderas en rosa indican inclinación de más de 30º

Mirando el mapa, desde el punto 2.824 del collado del Grosses Schinhorn esquiamos al oeste por ese vallecito suspendido.

En la cota 2.400m nos desviamos de él a la izda, para atajar por una pala que bajaba directa a nuetro llano a 2.000m. Ese tramo fue muy técnico, pues soplaba el viento con mucha fuerza, encañonado, y la nieve venteada estaba esculpida y cambiante, debiendo bajar con mucha atención. Yo tuve una pequeña caída sin consecuencias al engancharse un canto en la nieve venteada.

Llegamos al llano de Manibode a 2.000m cuando sólo llevábamos 3 h y 20 min de ruta. Serían las 11:15 AM. Todavía nos quedaban muchas horas de luz.
Anque todo el valle que teníamos por delante, ahora en enero, estaba en sombra y nos esperaba toda una segunda parte del día en terreno umbrío. Sólo veríamos en sol en la última parte a la cima.

Yo no tenía del todo claro que pudiéramos llegar a tiempo a ese lejano 2º pico, pero por lo menos lo íbamos a intentar. El día era limpio y las condiciones eran favorables.

En el llano pusimos pieles y giramos a la izquierda, al sur y SW, para subir por un largo valle hasta un amplio collado a 2.351m, que era un caos de grandes bloques tipo laberinto, que debimos ir sorteando.

Desde allí, sin quitar pieles, no dejamos caer a media ladera hacia el oeste, para ganar 500 m de distancia descendiendo sólo 50-100m, antes de volver a subir, por el valle final, en curva, que nos llevaría a nuestra segunda cima, el Schwarzhorn.



En la foto, el breve descenso con pieles, sin quitarlas, para volver a subir hacia donde estamos, en una larga subida en umbría.

Gran parte de las laderas de este circo estaban venteadas, con mucha roca aflorando y parecía que no sería foqueable, pero las palas por las que subimos, situadas más a la derecha subiendo el inclinado valle, guardaban nieve y se pudía subir bien, sin tener que abrir demasiada huella.

Esta foto le hice 3 horas después de haber iniciado el ascenso desde el llano de Manibodi a las 3 h y 20 min de ruta, es decir, que llevábamos 6 h y 20 min, y serían las 13:30 horas.

Nos pusimos un límite de las 3 de la tarde. Donde allí estuviéramos, nos daríamos la vuelta. Subíamos sin apenas hablar, sin hacer fotos, concentrados en subir a un ritmo constante, eficiente, sin pausas, pero sin jadear, en zonas 1 y 2. Progresamos con cuchillas desde los 2400m, lo cual nos facilitó mucho la ascension y el ahorro de energía



Esta foto está tomada cerca del punto del mapa donde marca 3.004
Estábamos en el último collado, a 2.987 m y por fin veíamos nuestra cima, tras 6 horas de ruta.

Eran alrededor de las 2 de la tarde y teníamos por fin la cima a la vista...

Estábamos cansados. Nos había quedado poca comida y sólo habíamos traído 2 Snickers pequeños para compartir entre los dos y algunos higos y orejones. Yo ya notaba el cansancio tras 6 horas sin parar.

Desde este punto no estaba claro si podríamos o no hacer cumbre, pero decidimos ir hasta la base de la cima, para hacer un depósito de esquís y decidir si la trepada final era factible o no.


De nuevo, una vez en la base de la rampa final, vimos que la trepada final constaba de roca seca y nieve suelta, de modo que no harían falta crampones, ahorrándonos de nuevo el tiempo de esa transición.
Al igual que en la otra cima, decidimos dejar la mochila, abrigarnos y subir con bastón y piolet esos últimos últimos metros a pie a la cima.


Cima del Schwarzhono o Punta Marani (3.107m) a las 14:34 horas

Felices tras coneseguir la cima, justo unos minutos antes de la hora de media vuelta.
Aún conseguimos llegar a los esquís antes de las 3 de la tarde, para iniciar el rápido descenso a Fäld


La sensación de estar en esa cima, casi a las 3 de la tarde, con la luz baja de enero, en ese tresmil tan lejano de todo, daba un poco de respeto...

Son esas luces bajas de invierno que transmiten a la vez belleza y miedo. Belleza por las sombras, los colores, la soledad y lo efímero de esos momentos en los que sólo quedan 2 horas y media de luz. Y miedo precisamente por la poca luz que queda y el frío que gobernará todo este lejano lugar cuando caiga por fin el sol.
Había que bajar con atención y rapidez de vuelta a los esquís.

Iniciamos el descenso algo antes de las 3 de la tarde y en menos de 20 minutos ya habíamos bajado hasta la cota 2.300m, donde pusimos pieles para ese breve repecho al collado del caos de bloques, al que llegamos en 15 min.
La verdad es que la bajada esquiando fue muy eficiente. Cuando se puede esquiar bien, los metros pasan muy rápidos en poco tiempo. Se baja muy rápido, sinónimo de seguridad en montaña.



En otros 15 minutos pudimos bajar esquiando hasta este llano a 2.000m, donde cruzamos el río.

Desde el llano tdavía pudimos bajar esquiando hasta la cota 1.900m, donde finalmente quitamos esquís para continuar bajando por la senda de verano, hasta la cota 1.670m, donde llegamos a la carretera, llena de nieve.
Allí pusimos esquís de nuevo para llegar esquiando al pueblo de Fäld, en la cota 1.540m, donde nos tomamos algo en el mismo restaurante que a la ida.

Eran casi las 5 de la tarde, todavía con luz...

Nos había costa do 9 horas terminar la ruta. Yo estaba agotado pero muy feliz. Muy feliz de haber compartido con Natalia tal aventura, llegando al pueblo todavía con luz.

Tras tomarnos algo en el Hotel Restaurante de Fäld, salimos y nos damos cuenta de que nos quedan sólo unos minutos de luz y nos toca caminar los 3 o 4 km de carretera de Fäld a Binn... Aysss...
Allí tenemos el hotel y las bolsas con nuestras cosas para dormir esa noche...

Nos ponemos el frontal y empezamos a andar, cuando Natalia se vuelve y pega un grito: Un cocheeeeeeee!!!

Casi se planta en el medio del puente (como para que la atropellen) y habla en alemán con la pareja del coche para contarles nuestra situación y darles algo de pena, lo que siempre consigue, de modo que se ofrecen a llevarnos a Binn, con esquís, mochilas, botas y todo!

Pero qué suerteeeee!!!

En la encantadora Pension Albrun de Binn pasaríamos la última noche, antes de volver, sin prisas, al día siguiente, a Goldau, con ese inolvidavle trayecto en tren desde Fiesch hacia Andermatt, con todas las montañas suizas a la vista del tren...

Cómo me encantan los trenes suizos... y si viajo con Natalia, todavía más.


Y colorín colorado, estos 3 días en el Refugio de Binntal, se han terminado!!!


Jorge García-Dihinx (el aprendiz)

Natalia Román (la que sabe)




P.D: Manejo de la alimentación en ruta cuando tienes Diabetes tipo 1, como Natalia


Para que nada cambie, todo debe cambiar


Por Natalia Román (Diabetes tipo 1 desde abril 2019)



La cocina del refugio nos permitión elaborar nuestra comida con bastante libertad


Me considero afortunada de poder haber huido del dogma ‘adaptar la diabetes tipo 1 a tu vida’.

Suena a cantos de sirena en un primer momento – especialmente, en un momento en el que tu vida parece desaparecer bajo tus pies. Después de un largo veranoe carrusel glucémico, comprendí que era yo la que debía adaptar mi vida a esta nueva realidad que caprichosamente se apoderaba de mi libertad hoy, y de mi salud mañana.

 

Volviendo a la aventura que nos concierne,

¿qué ha debido cambiar para que nada cambie?

Empezamos por la preparación del viaje:

El día previo mi cocina parece un horno pastelero: pan de almendras, crackers de semillas, muffins ‘morning glory’, y galletas crujientes. Parte de la horneada va al congelador; el resto, en bolsitas de zip para estos 4 días de aventura. También preparo una bolsa de porridge para desayunos: lino, chia, sésamo, coco, almendra, avellana, eritritol… y finalmente enciendo los fogones: tortilla de 6 huevos con espinacas y calabacín; y 2-3 raciones de costilla de cerdo con garbanzo, judía verde y salsa de tomate con aceitunas negras. Gracias a la salsa, esta será nuestra jugosa cena cuando bajemos del refugio.


Muffins y Pan de 1 solo ingrediente: clara de huevo! Protein power


Del super de casa nos llevamos monodosis de: salmon ahumado, mayonesa, mantequilla, quark, paté y queso. Las preparaciones duran más de medio día. Obviamente sería mucho más sencillo (¡y barato!) comprar pasta, galletas, chocolatinas, etc. 

Mi idea es no solo cubrir los días de refugio, sino también suplir la falta de proteína de los desayunos de hotel, y el ataque de hambre post- esquiada / pre-cena.


Ideas Low Carb muy variadas y coloridas


En la bolsa de viaje nunca falta un hornillo y pastillas de caldo instantáneo! De mis días ‘high carb’ todavía conservo raciones de comida liofilizada. Con solo 100g de peso, se consiguen 500g al añadir el agua hirviendo.

Descubrí la marca Turmat https://realoutdoorfood.com/ en 2018 en la Skyrace de Tromso. Deliciosas combinaciones, ingredientes naturales y elaboración en Noruega. Devoraremos un plato de guido de cordero y otro de cous cous con lenteja. 


A pesar de toda la preparación, los imprevistos forman parte del guion. Adaptarse o morir, my friends!


Salimos de Binn con la comida justa para una noche de refugio. Al llegar allí, vemos que, debido a la falta de nieve en zonas bajas, la mejor opción es quedarnos dos noches y aprovechar la ventana de buen tiempo de las próximas dos jornadas.

¡¡¡Cómo nos arrepentimos de haber traído solo la mitad de nuestro taco de queso!!!

Cambio de planes: comeremos tanto como nos pida el cuerpo e intentaré evitar hidratos 3-4 horas antes de dormir. Un propósito mas que una realidad, ya que hacemos dos comidas en el corto espacio de tiempo entre el fin de la actividad y la hora de dormir.

Prefiero comer arroz, ya que el pico de glucemia es ‘afilado’ y relativamente inmediato. Comparado con la patata, es mucho mas predecible. 

El resultado es un éxito (o fracaso) parcial. Gracias a cantidades ingentes de insulina – unas 60 u a pesar de las 7-9 h de ejercicio diarias; normalmente necesito 25 u – consigo limitar los picos de hiperglucemia a 200md/dL. Nada mal, seamos realistas. Sin embargo, el fracaso llega en forma de hipoglucemia refractaria (incipiente, la llamo yo) por las noches.



Las dos noches en el refugio requieren múltiples correcciones de azúcar, higos y
orejones, leche, galletas…. Con la consiguiente disrupción del sueño – no solo el mío, desafortunadamente.


Gráfica de la tarde-noche del día de subida al refugio con el día siguiente




Gráfica continuación de la anterior, sumando la parte del 1º día de actividad


Un par de veces, al despertar empapada en sudor como repuesta de adrenalina ‘modo supervivencia’, despierto a Jorge por precaución. La guinda del pastel son los errores del sensor de medición de glucemia, que manda alarmas cuando no debe. Vamos, una fiesta. Durante la actividad, me sorprende que mis músculos ‘ignoran’ la glucosa disponible.


El primer día necesite múltiples correcciones de insulina rápida para regular el desayuno. Por suerte todavía me quedaban frutos secos que use para 'aplacar' el hambre durante la segunda mitad de la ruta.


El segundo dia fue bien y pude evitar la hipoglucemia gracias a un snicker que llevábamos.

 Esa fue, por cierto, ¡toda la comida en las 9h de actividad! Las curvas de glucemia son razonables para un tipo 1 con alimentación tradicional.


Sin embargo, para mi es una reafirmación más de que ‘para que nada cambie, todo debe cambiar’.


 


Gráfica de la segunda noche en el refugio (hipoglucemia de la izquierda)

GLucemia estable durante la tarde, tirando a baja.

Al terminar la jornada, encima de donde pone No Events logged, Natalia se tomó un pequeño dulce en el restaurante de Fäld, que hace esa pequeña subida, se mantiene plana la tarde y luego la subida final de la cena en la habitación del hotel esa noche.



Última reflexión:


Me sigue resultando curioso - por no usar una palabra malsonante - que el
principal argumento de la comunidad médica en contra de una alimentación baja en carbohidratos para diabetes tipo 1 sea la hipoglucemia.

La diabetes tipo 1, por definición, es la hiperglucemia, por la ausencia total de producción de insulina endogena. Ergo, una hipoglucemia inevitablemente se corresponde con una sobredosis de la insulina administrada subcutáneamente.

A mayores cantidades de insulina - proporcional a la ingesta de hidratos - mayor probabilidad de error y, lo más importante, mayor repercusión de los errores.

Comparemos un error del 20% sobre 2 unidades  o de 20 unidades.  A esta lógica aplastante, es lo que el Dr. Bernstein - padre y guru de low carb/ high protein para DM1 - llama 'la ley de los pequeños números'.

Oops, menudo tocho!

Gracias por leerme,

Natalia Román 

1 comentario:

  1. Muy interesante, y descriptiva, la secuencia de esfuerzos e ingesta de comida que relata Natalia. Aprecio un gran mérito y capacidad haciendo esas estupendas actividades, bregando a la vez con sus dificultades metabólicas.
    Las personas de cierta edad solemos presentar alteraciones de tipo hiperglucemia (leve) y vuestros consejos me parecen de mucha utilidad.
    Un saludo.

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