Angelines, en el hogar de su casa de Susin, este pasado mes de mayo
Angelines, de Casa Malláu (Susín), nos ha dejado
Este jueves, de repente, Angelines, de Casa Malláu en Susín, la última mantenedora de la vida de este núcleo, lo abandonó para siempre.
Con ella nos abandonan los últimos estertores de una cultura y de una forma de entender la existencia que perduró hasta el instante en que ella desapareció, y también sus casas, sus enseres y sus campos incultivados, abocados irremediablemente al olvido y a la muerte.
En esta entrada pongo algunas fotos de cuando pasamos a verla en mayo del año pasado y nos enseñó su casa.
Patio interior, con suelo de losa y canto rodado
En el siglo XVIII
En esta foto Angelines nos despedía, sin que supiéramos que era para siempre.
Pasar por Susín ya nunca será igual.
Champi y Jorge
Lo siento, q.e.p.d.
ResponderEliminarGoian bego!! ("Descanse en paz...")
ResponderEliminarConocimos a Angelines hace casi 7 años, aprovechando un día de primavera nos propusimos disfrutar de ese Pirineo "abandonado", esos pequeños rincones situados en los fondos de los valles pirenaicos en la antesala de los grandes picos. Partimos desde Oliván dando un agradable paseo por el bosque hasta que éste se fue abriendo y nos permitió abrir los ojos y mirar al horizonte desde una pequeña atalaya donde se ubicaba el pueblo de Susín. Nos dió la bienvenida Angelines y su perro Pelopín, quién insitió para que entraramos y nos acomodásemos en su casa, al abrigo del frío junto a la chimenea, nos sirviño unas infusiones a pesar de nuestro insistimiento para que no se tmará trabajo alguno. Nos contó historias, nos habló del valle, de sus vivencias en el pueblo, de su familia, de sus veranos de trabajo con voluntarios para hacer revivir el pueblo......fue estupendo, una experiencia muy bonita, eskerrik asko Angelines...
Cierto, la hospitalidad de Angelines era especial. Charlabas con ella a la lumbre del hogar mientras te contaba historias y anécdotas de tantos años atrás.
EliminarTe sentías allí en el hogar, como en un hogar de siglos atrás, del pasado, hablando con una mujer que seguía presente, con su sonrisa y su ternura constantes.
Angelines era la vida de Susín, un pueblo que seguía existiendo gracias a ella.
Jorge
Vaya, me he quedado de piedra al leer la noticia.
ResponderEliminarEs una mujer con mucha vitalidad, contaba con volver a encontrármela la próxima vez que pasara por Susín...
Descubrí el pueblo y a Angelines de la mano de JMN una calurosa tarde de verano, allá por el año 2004. Me encantaron las luces vespertinas hacia Oroel a la hora del ocaso. Desde entonces he repetido ruta en varias ocasiones, y Angelines siempre estaba ahí para darnos conversación. La última vez nos recomendó que nos diéramos una vuelta por Casbas de Jaca. Quedé prendada del pinar y de una extraña manzana envenenada.
Susín ya no será lo mismo, incluso aun cuando su espíritu siga en el lugar.
Una admiradora de gentes de pueblos pequeños y abandonados,
Kleine de P3000.
Soy Amador, de el ultimo bucardo, en Linas de Broto.
ResponderEliminarLo siento, grandemente.
Conocí a Angelines, poco. Pasé más por su pueblo, Susín. Pues viví en Oliván. De hecho mi hijo, es nacido en Oliván.
Digo esto, por intentar expresar, la Gentileza de Angelines por VIVIR en su pueblo.
Aquí arriba, cuando se nos "marcha" un habitante, nos da un vuelco el corazón. Si es de la calidez de Angelines, es más notable.
Aqui arriba, resistir es vivir.
Que nunca nos falte, una resistencia saludable.
A Angelines; (si me lo permites, Jorge); un hasta luego.
Salud s
Por supuesto, Amador, que te lo permito.
EliminarSigue tamién tú resistiendo y viviendo en Linás, como lo hacía Angelines en Susín.
Hoy hemos estado cerca de ti, en el Cotefablo.
Un saludo,
Jorge
Tuve la suerte de conocer a Angelines hace 14 años. Pasamos unos días trabajando con ella en el pueblo: abriendo y marcando caminos, limpiando la iglesia, vaciando la cuadra... Todos los que anduvimos por Susin aquellos días creo que guardamos un recuerdo especial. De Angelines, de Hue, de Pelopin, de las noches largas en la cadiera...
ResponderEliminarGracias por abrirnos el corazón y las puertas de tu casa.
Siempre te recordaremos.
hola,trite pero alegre en su lucha por ver sonreir de nuevo a su SUSIN ai queda eso,,muchas gracias por esas sonrisas por esos ratos agradables,y al igual nos conocimos limpiando calles de zarzas en SUSIN cada vez que subia algo nuevo existia en sus calles,casas,vacas y alrededores estas tu,,en los cerros el eco ara sonar tu voz.Imagino que ai que hacer una quedada ai arriba o abajo y conocernos todos y prender cada uno su vela y entre todos una gran lumbre que guie el camino
EliminarPasar corriendo por Susin no será lo mismo. Gracias Angelines
ResponderEliminarSomos muchos los amantes de la montaña que admirábamos la lucha y la perseverancia de Angelines en Susín y por extensión en esos preciosos pueblos pirenaicos semi-abandonados. Nos enteramos el viernes cuando mi buen amigo Mosky nos dió la noticia, con él visitamos a Angelines y su casa hace ya algunos años. Susín ha pasado a la lista de pueblos abandonados al perder a su último habitante. Una verdadera lástima aunque creamos que su espíritu permanecerá allí para siempre.
ResponderEliminarGracias Angelines. Ojalá hubiera más gente como tu.
Qué bien esxpresáis todos lo que había en Angelines y en su pueblo Susín!
ResponderEliminarNosotros también llegamos allí, hará seis años, huyendo del mal tiempo que hacía más arriba en las montañas. Buscamos algún pueblo abandonado y escogimos Susín. Allí nos recibió Angelines y nos estuvo explicando montones de cosas con su manera de hablar tan elegante y despierta, en contraste con la pobreza (riqueza!) de su modo de vestir... y de vivir.
Luego supimos que había sido maestra muchos años en la ciudad hasta que decidió volver a Susín para quedarse, ahora ya lo sabemos, para siempre.
En algún momento le preguntamos si llevaba años viviendo allí, y nos respondió que hacía más de seiscientos años, pues ella había nacido allí, como sus padres, abuelos y bisabuelos, que estaban enterrados en el suelo que pisábamos...
En Escartín, otro pueblo sin habitantes, en la pared de la escuela, se podía leer éste texto, que bién podía haber escrito Angelines:
«¡Qué pena me da dejar el lugar éste! Mi escuela y mis niños y todos los vecinos, ¿verdad? Dios mío..., que tan buenos han sido. Cuidad mi jardín y la iglesia, ¿sabéis?»
Una gran tristeza el perder a Angelines.
ResponderEliminarSiempre te recordaremos.
Te echaremos de menos.
Muchas gracias Jorge por este pequeño homenaje a Angelines y una de las cosas que mas amaba, su pueblo. Era, es y seguira siendo el alma que protegera y cuidara Susin alli donde se encuentre.
ResponderEliminarEspero que nos de fuerzas a todos para seguir conservando Susin, tal y como ella lo queria.
yo también conoci a Angelines hace muchos años, me invito a su casa e incluso a dormir. Era una mujer encantadora y con muchas ganas de vivir, preocupada por cada grieta que aparecia en su casa o en la iglesia. Te hablaba con mucha cercania y daba la sensacion que ya la conocias o que en otra epoca la habias conocido. Hablamos de los pueblos abandonados (Berbusa, Anielle Otal..) y de las energias que transmitian estos lugares.... como ella... aún no me creo que nos haya dejado Angelines...este verano iba a subir al concurso de cuentacuentos pero por trabajo no pude y pensaba subir este año... no sera lo mismo sin ella. Descansa Angelines, conocerte ha sido una de las cosas mas bonitas que me ha pasado.
ResponderEliminarHoy ha salido una noticia en el Heraldo en la que Biescas velará por mantener la memoria de Angelines y de Susín. ¡Ojala se cumpla!
ResponderEliminarhttp://www.heraldo.es/noticias/aragon/huesca_provincia/2013/02/23/biescas_compromete_mantener_memoria_angelines_villacampa_susin_223796_1101026.html
Este pasado puente del Pilar visitamos Susín, y poco a poco nos vamos enterando de toda la historia que este pueblo esconde. Una bonita hazaña la de Angelines (que en paz descanse).
ResponderEliminarEl pueblo sin duda tiene un encanto único.