viernes, 29 de julio de 2022

140 K ULTRA TRAIL VERBIER ST-BERNARD by UTMB, 8-10 julio, Suiza. Las dos perspectivas: Corredora (Natalia) y Avituallador (Jorge)

 

Natalia Román, 2ª mujer absoluta y 1ª de su categoría senior de 20-34 años, en un podio completamente internacional entre Suiza (1ª) , España (2ª), República Checa (3ª), Japón (4ª),  y Alemania (5ª)

140 K ULTRA TRAIL VERBIER ST-BERNARD by UTMB

Las dos perspectivas: corredora (Natalia) y avituallador (Jorge)

8-10 julio, Verbier Suiza

2ª puesto en mujeres y 20º corredor absoluto

140 K con D+ 9.520 m, en 27 h 27 min

Web de la carrera: https://trailvsb.com/fr/

 https://tracedetrail.com/fr/trace/trace/164235


NOTA AL LECTOR: Inicialmente había escribo una entrada con mi visión de la carrera de Natalia como "avituallador". Pero luego vi la crónica personal de Natalia Román de su carrera y he pensado en "fusionar" ambas crónicas en una sola entrada, de modo que se pueda ver su punto de vista como corredora a la vez que mi punto de vista como avituallador y así no repetir las mismas cosas en 2 entradas distintas.

Sale un post más largo, claro, pero creo que enriquecedor.

Mi versión saldrá en color negro

La crónica de Natalia en morado

Empezamos!


JORGE:

En el calendario de Ultras de Natallia de este verano estaba este Trail Verbier St Bernard, para el 2º fin de semana de julio. Natalia tenía que elegir bien las carreras de este año, pues cada ultra exige un enorme desgaste físico y te deja K.O durante las semanas siguientes.

Este año decidió correr 3 ultras, en orden creciente de distancia y dificultad.

El 10 de Junio fuimos a la Dolomiti Extrem Trail, corriendo ella la distancia de 103 K en 21 horas y quedando la 5º mujer de la clasificación. Aquí está la entrada que ella escribió sobre su 103 K y aquí la mía de mi 75 K ese mismo día.

Para este 10 de julio, subía a los 140 K y D+ 9.520 m del X-Alpine del Trail Verbier St-Bernard, en los alpes suizos cercanos a la estación de esquí de Verbier.

El 3º y último ultra será el de Adamello, de 170 K (más de 100 millas), el 3º fin de semana de septiembre. En este último estaremos varias personas para ayudarle en los avituallamientos. Será el más duro, sin duda, del estilo del UTMB.


NATALIA:

El temor número uno al planear nuestro calendario de ultras no es tanto el evento
en sí mismo, sino el periodo de descanso previo y de recuperación posterior.

En general, lo vemos como un reto ‘físico’:

¿Se habrán recuperado muscularmente las piernas?

¿Tendré la stamina necesaria para llegar a la meta?

¿Podré rendir como lo hice en la última carrera?

Si hay algo que he aprendido en el periodo de las 4 semanas entre los 103 K de Dolomiti Xtreme Trail (DXT) y Ultra Trail Verbier San Bernnard (UTSVB), es que estar listo físicamente para volver a ponerse un dorsal es solo el 50% del reto.

La cabeza necesita primero recorrer el camino de digestión y aceptación de lo acontecido, para luego alcanzar la motivación y concentración que el nuevo reto demanda. Y es esta segunda parte, la psicológica, la que más sufrió por el relativo corto periodo entre el 10 de junio y el 9 de julio.

Después de DXT me sentía eufórica y no quería pasar página inmediatamente. Por un lado, me veía con pocas posibilidades de volver a tener un buen día en Verbier; por otro, me asustaba dar por descontado terminarla por el simple hecho de haber tenido ‘suerte’ en la anterior. A las dudas ‘mentales’, se añadía el hecho innegable de mi dolor de rodilla…. que ya me había acompañado durante cada subida de las últimas 6h de DXT. A pesar de respetar el periodo de recuperación, la molestia iba y venía; pero cuando venía era bastante desagradable. Saber que era muscular me daba esperanzas a medio/largo plazo, pero no mejoraba el panorama inmediato.

Con todas estas dudas en la maleta ‘The Beast’, me encamino a Martigny. Allí me encontraré con Jorge y montaremos nuestro campo base en la casa AirBnB de un encantador chico francés.




Jueves 7 julio por la tarde: Vuelo Barcelona-Ginebra y tren a Martigny

Tuve suerte de estar en las filas de la derecha del avión, en ventanilla y que el piloto fuera un fan del Mont Blanc. Pudimos ver la ruta normal desde Gouter a la cima con las luces de la tarde.
Habitualmente los vuelos a Zúrich pasan por encima de Chamonix, pero para ir a Ginebra (como en este caso) te quedas muy al oeste. Este piloto voló a Chamonix, saludó al Mont Blanc y seguidamente giró 90º a la izda para iniciar el descenso largo hacia Ginebra. Qué crack!

JORGE:

El jueves 7 de julio trabajé esa mañana en mi hospital y salí por la tarde directo a la Terminal 2 del Aeropuerto del Prat de Barcelona para coger el vuelo de las 18:40 h con destino a Ginebra. Allí cogería un tren de 2 horas hasta Martigny, donde llegaría Natalia en tren desde su casa en Goldau, Suiza.

En el andén de  Martigny estaba esperándome Natalia, que había ido esa tarde en tren desde Goldau (donde vive) vía Lucerna. Qué ilusión verla!!
En ese mismo andén habíamos hecho trasbordo con esquís esta pasada primavera, yendo y viniendo del Mont Velan (Bourg St Pierre), qué recuerdos...

Natalia había conseguido un apartamento por AirBnB a sólo 2 manzanas de la estación de Martigny, con lo que pudimos irnos a dormir pronto ese jueves. Esta chica es una máquina encontrando alojamientos, coches de alquiler, cambios de vuelo de última hora por imprevistos, etc. (She's been around, you know...)


NATALIA:

La UltraTrail Verbier St Bernard (UTVSB) parte (y concluye) en el pueblo alpino de Verbier a las 10 pm del viernes 8 de julio.

La distancia de 140 km, pero sobre todo el desnivel de +9400m, me hacen calcular unas 30h de carrera en el mejor de los casos. Este cálculo es totalmente ficticio ya que ni conozco el recorrido, ni se puede predecir la cantidad de troubleshooting que el día va a requerir. 



Viernes 8 de julio: Preparativos en casa con horarios, bolsas, material, etc.


Natalia, mirando los horarios de paso, desniveles acumulados y kilómetros, de los diferentes puntos de avituallamiento para el día siguiente.

El viernes nos levantamos sin prisa y nos dedicamos a organizar las bolsas de material que llevaría yo a cada avituallamiento y así como los horarios de paso estimados de ella por cada punto y la logística del coche de alquiler.




La idea era que yo pudiera dormir la primera noche y empezara a avituallarla al amanecer de la carrera.
De modo que Natalia saldría a las 22 h del viernes y yo dormiría desde entonces hasta las 05:00 AM del sábado.

Me levantaría, desayunaría e iría a las 05:30 AM a coger el coche (hora en la que habíamos fijado el inicio del alquiler del coche). Me subiría a Orsiéres y lo aparcaría en el parking asignado a corredores de la X-Traverse (otra carrera que empezaba el sábado a las 7 AM en La Fouly) y a a compañantes.

MIRAR EL MAPA DE AQUÍ ABAJO:

Calculamos que ella llegaría al Avituallamiento de La Fouly después de las 7 de la mañana, probablemente hacia las 8 AM (como así fue).

Para subir al avituallamiento de La Fouly, al coincidir con la salida de la carrera 72 K (X-Traverse), el tráfico estaba cortado desde Orsiéres y fletaban buses de 06:30 AM en adelante



En la Fouly, Natalia llevaría ya 60 km de carrera y 4.000m de desnivel... así que sería un buen avituallamiento para reponer fuerzas, ajustar dosis de insulina, etc.

A partir de ahí, yo bajaría en bus de vuelta a Orsiéres y condiciría al resto de avituallamientos en los que le asistiría:

Collado Grand Sant Bernard: Km 75 con D+ 5.300 de subida acumulados

Bourg St Pierre: Km 90 con D+ 5.600

Cabaña Brunet: Km 108,6  con D+ 7.263 m

Lourtier: Km127 con D 8.388 m

- Y en la meta de Verbier tras 139 Km y 9.254m de desnivel subidos y bajados



La horas previas a la salida nocturna las pasamos repasando el plan de avituallamiento, logística, y preparando las famosas bolsas:

Las diferentes bolsas para los avituallamientos:

BOLSA AMARILLA: En esa bolsa estaba todo lo importante y debía de sacar todo su contenido en cada avituallamiento:
- Kit de diabetes (glucómetro de dedo, agujas, insulinas Levemir y Fiasp, medicación, etc). 
- Powerbank para cargar Garming y móvil en el avituallamiento
- Kit de esparadrapo, tiritas, compeed, crema de sol, sales, kleenex

BOLSA NEGRA DXT: La de los "Por si acasos", para reemplazar material dañado
- Calcetines, pantalón, sensor de glucosa y emisor de repuesto, gore-tex, auriculares, camisetas de repuesto, ropa interior de repuesto, jabón

BOLSA NARANJA TRANSVULCANIA: Con comida
- Patatas fritas, nueces, sal, flasks, limones, etc


NATALIA:

El recorrido es impresionante. Lo que más asusta es el perfil de altimetría, con ascensos y descensos de +/- 2000m de desnivel.
Obviamente, esos más de 9000m de desnivel positivo tienen que estar en algún sitio!
Pensando en positivo: pocas transiciones de bastones, perfil fácil de memorizar (1x1500m, 2x2000m, 1x1500, 1x750, 1x1400), y lo mejor de todo: la mayoría de los avituallamientos preceden a las subidas largas por lo que podré tomar carbohidratos con poca insulina y no sufrir el típico pico de glucemia de las bajadas.


Tenemos la suerte de que la fácil logística nos permite planear puntos de avituallamiento cada 20k más o menos, lo cual resultó ser una gran ayuda física y mental.
Después de mucho ‘estudio’ del recorrido y los teóricos horarios, llegamos a la conclusión de que lo mejor sería ir sola a la salida para que Jorge tenga una noche de descanso y esté fresco para ayudarme a partir La Fouly km 60, por el que espero (más bien deseo) pasar sobre las 8-9am



Viernes por la tarde, subimos en coche hacia Le Chable-Verbier:

JORGE: Tras comer/merendar en Martigny, a las 8 de la tarde subimos en coche alquilado hacia Le Chable, donde dan los dorsales y desde donde sale la Telecabina que te sube a Verbier. 

En la entrada del pabellón donde entregaban los dorsales y la bolsa de la carrera


En el pabellón, antes de la recogida de dorsales y del control de material de la carrera


Tras coger todo, me despido de Natalia, que subirá a Verbier con la Telecabina que funciona continuamente, uniendo Le Chable (822 m) con el la estación de esquí de Verbier (1.660m) en sólo 15 min y que te evita las 14 curvas en herradura de la subida en coche a Verbier.
Sería el equivalente a la futura telecabina Benasque-Cerler, que evitaría los colapsos de coches los días de nieve y reduciría la contaminación de tanto coche. En Suiza lo vemos claro, es la mejor solución. Pero por alguna razón, lo que nos parece tan moderno y libre de contaminación en estos países, lo rechazamos en nuestro país.


En amarillo, el track de la carrera X-Alpine de 140 K que correría Natalia
Está pintado en azul claro el tramo de bus que cogería el sábado por la mañana desde Orsierres hasta la Fouly, en el km 60 de carrera, 1º encuentro con Natalia


Para poder dormir bien, decido no subir con Natalia (21:00 h) en la Telecabina para volver con tiempo de cenar y dormir de 10:30 PM a 5 AM. Si me hubiera subido a la salida de su carrera (22:00 h), seguramente me habría acostado a medianoche.


NATALIA:
A las 9 PM nos despedimos en el pueblo de Le Chable y salgo para Verbier con el funicular que ahorra una carretera de curvas horribles.
Arriba me encuentro con el bueno de Paolo Monticolo, gran amigo al que conocí durante la durísima Dragon’s Back Race – que él terminó a base de tesón, mientras que yo duré ‘solo’ 2 etapas de las 5 totales. Paolo es resistente como una roca y constante como un tractor. Me cuenta que su plan son las 30h y que estaría bien correr juntos. A mi la idea me atrae, pero a la vez no me gusta hacer ese tipo de planes ya que un ultra es muy largo y lleno de imprevistos. No quiero condicionar a otra persona, pero tampoco ‘subirme a un tren’ que no es el mío en lo referente al ritmo. Lo de ir juntos lo dejamos más como una predicción que como un plan.


JORGE:
Sobre las 10:30 PM me acuesto en el apartamento de Martigny, sabiendo que Natalia acaba de salir y que la veré en unas 9-10 horas en La Fouly, cuando ella pase alrededor de las 8 AM.



NATALIA: SALIDA DE LA ULTRA DE 140 K EN VERBIER

Todavía quedan algunas luces del día cuando salimos a las 22:02 (qué angustia
esos 2’ de retraso!). No tengo ninguna ambición ni prisa por lo que empiezo con calma y disfrutando del ambiente festivo de las calles de Verbier.

Antes de entrar al sendero alcanzo a Andrea, amiga Trail-maniacs.ch con lo que acabaré cruzándome prácticamente en cada avituallamiento del día, y charlamos. Ella corrió esta carrera el año pasado – cuando era de 120k – y le pareció durísima. Paolo contaba lo mismo, y eso es mucho decir viniendo de una roca! 


La primera subida es, como siempre, algo incómoda por la cantidad de corredores pululando alrededor, y lo difícil que es encontrar el ritmo ultrero. Sin embargo, tengo la sensación de moverme bien y con cautela suficiente. Es una noche muy cálida que me hace temer las temperaturas una vez que amanezca. Me encanta correr con otras chicas y así será durante toda la primera subida y posterior cresteo.

Cuando llego al primer avituallamiento del km 13, me doy cuenta de que llevo los
flasks completamente vacíos! Relleno y me preparo para la bajada: recojo bastones y me pongo los auriculares. Mientras salgo del avituallamiento me encuentro a Paolo y Andrea, lo cual me alegra. La primera bajada requiere prestar atención al comienzo y posteriormente sigue una pista forestal tan típica de Suiza. Se agradece no tener que prestar mucha atención a dónde poner el pie a cada paso y hasta me pongo a cantar. Conozco al que será el corredor con el que compartiré varias horas a lo largo de todo el recorrido – especialmente toda la subida de Champex a Orny antes del amanecer. Lo bautizo como ‘mein roter Freund’ porque va vestido todo de rojo jaja

La bajada desemboca en el pueblo de Sembracher km 29, primer avituallamiento completo. Han sido casi 2000m de bajada y se notan las patas!

Aquí comienza una subida de +2000m con paso intermedio por Champex- Lac.
Aprovecho para comer galletas y chocolate (creo que sin insulina) y un caldo que me sabe a rayos; comprendo inmediatamente que este es el primer y último caldo del día. Antes de continuar por las calles del pueblo, vuelvo a juntarme con Paolo y Andrea. Paolo va dolorido de una caída y Andrea saca la lengua en señal de cansancio. Sin embargo, los dos parecen alegres. Hasta este punto mi glucemia ha sido bastante justita. Tuve que tomar unos 25g en dextrosa durante la subida y me mantuve estable en valores ideales durante toda la bajada a Sembracher.

Sin embargo, el sensor Dexcom falla y falla, enviando falsas alarmas cada 5 minutos :-( muy frustrante! Esta será la tónica del día hasta que la propia app considera el sensor fallido a mitad de carrera. Este es uno de los motivos por lo que creo que los loop (sensor + algoritmo + bomba de insulina) todavía no son fiables para aquellos tipo 1 que buscamos glucemias ‘normales’ - en contraposición al rango diabético que tantas complicaciones trae a medio y largo plazo.


Abandono el concurrido avituallamiento sola, grabo un audio para Jorge (todo ok) y continúo por unos anchos senderos poco inclinados. Al poco rato empiezo a notar dolor en la rodilla. En el km 33!! Pienso que el día va a ser muy corto para mi ya que probablemente el dolor aumente y tenga que retirarme, lo que me entristece. Decido no pensar mucho en ello y seguir hasta Champex Lac.

Allí noto hambre y, como me espera una empinada subida de +1400m, sucumbo a la tentación de unas galletas y algo de chocolate. Se bordea el lago de Champex Lac y al poco... pam! subidón tieso.

Con el ibuprofeno del avituallamiento poco a poco tengo menos dolor - bien! Una luz detrás de mí se vuelve más y más luminosa. Me alcanza. Es mi amigo ‘el de rojo’. Le digo que pase y me responde que prefiere seguirme. Cogemos ritmo y al poco pasamos a una chica con la que había corrido al principio y dudaba volver a ver de nuevo. 100m más arriba pasamos otra chica que, a pesar de subir fuerte, dejamos atrás. ‘Tan mal no debemos de ir’ pienso.

La oscuridad es absoluta por lo que me resulta imposible tener referencias. Es el típico sitio que casi prefiero no ver con la luz del día! La subida se vuelve cada vez más rocosa y empinada. Tanto que hasta guardo bastones y comienzo a moverme en modo tiger.



Sábado 9 julio 05:00 AM
Despertador en Martigny

JORGE:
Durante la noche Natalia me había enviado 2 audios por watsap, pero no los debí escuchar y los oigo a la mañana siguiente:

AUDIO 2 AM: "Salgo de Sembrancher ahora... Son las 2 AM (llevaba ella ya 4 h corriendo), en el km 29... Todo bien, voy hacia Champex Lac. Estoy entrando en la gran subida de  800 m hacia Champex Lac"

AUDIO 3:33 AM: "Buenas, son las 3 y media. He pasado el avituallamiento de Champex Lac hace 1 km y... tengo un gran problema... que es mi rodilla derecha. Me he tomado un ibuprofeno hace 20 minutos. Tenemos 3 opciones: 1. Que con el ibuprofeno se me pase. 2. Que por arte de birli birloque se me pase y 3. Que no se me pase y empeore, en cuyo caso, en La Fouly tendría que retirarme.
Por lo demás todo bien. Puedo correr bien los llanos y las bajadas, pero en las subidas, da igual qué inclinación, me duele. Y ahora tengo casi 1.300m de subida a Orny (2.836 m, el punto más alto de la carrera) y tras bajar, luego tengo otros 400m de subida a la Fouly.  Llevo 37 km y 2.200m de desnivel. Así que me quedan1.800 hasta la Fouly. Sólo de pensarlo me pongo a llorar. Bueno, vamos a ver cómo voy. Te voy contando...

JORGE:
Me despierto a las 5 AM y escucho los 2 audios de Natalia. Desayuno y me bajo a la estación a las 05:30 AM para coger el coche alquilado. Por suerte, a esa hora ya hay luz y todo es mucho más fácil (encontrar el coche y conducirlo hacia Orsiéres).

Llego a Orsiéres, aparco el coche y a las 06:15 me subo a uno de los buses que hacen el trayecto hasta La Fouly.




NATALIA 5 AM:


Con las primeras luces del alba, cobro consciencia de la belleza del lugar en el que nos encontramos. Vamos de camino a al refugio de Orny, el puto más alto del recorrido a 2850m.
Nos rodean glaciares y moles de roca, algunas de ellas ya bañadas por el débil sol del amanecer. La llegada a Orny es una fiesta para corredores y voluntarios. Las miradas dicen más que las palabras, ya que el oxígeno va escaso por estos lares. Los últimos 150m de desnivel son comunes a los que suben y bajan. Qué camaradería se mantiene todavía entre corredores. Todos nos animamos mutuamente.

El avituallamiento es al aire libre lo que, junto a la hora del día, hace que los pobre voluntarios estén cubiertos como si fueran al Everest! Quiero lavarme las manos y medir glucemia en sangre. Not possible. Me chupo el sucio dedo (lo que no mata, engorda).
Un fotógrafo filma todo el proceso. 4.4 mmol/L o 83 mg/dL. Grito ‘let me be 83’ a la cámara. Un poco bajo, no? - me pregunta una voluntaria. A lo que, en toda mi euforia, le contesto ‘it’s perfect. I am perfect right now’ jajaja

Concluyo el avituallamiento comiendo algo y, como estamos a punto de bajar, me pincho 2u de insulina ultra-rápida fiasp. Para los que sabéis del tema: ¡no hagan esto en casa! Jamás recomendaría un tipo 1 pincharse un bolo a 83 mg/dl mientras hace deporte. Lo hago porque CONOZCO MI CUERPO y, aun así, respeto y asumo la imprevisibilidad de la diabetes tipo 1. 




La bajada es de esas que  se graban en la cabeza como un recuerdo imborrable. Al poco me doy cuenta de que estoy llorando de felicidad y belleza. He creado un mini-playlist de las canciones que más me entusiasman justo antes de empezar a bajar. No puedo resistirme y, en medio de mi ‘borrachera’ de felicidad, grabo un vídeo para capturar el momento mientras escucho un temazo de ‘Facto Delafe y las flores azules’. Sin embargo, la complejidad del terreno obliga a concentrarse.





Los resbalones y tropezones son una constante. Cuando pienso que lo más
técnico ha pasado, pongo un pie encima del otro y a su vez ambos se encajan en una piedra. Me caigo de morros. En resumen, me duele todo. Me cuesta decidir cuál es la prioridad. Todavía un poco mareada, me miro la mano, muñeca, rodilla, cadera… y la nariz, que me sangra a la altura del puente de las gafas. Me pregunto cuánto debe de doler romperse la nariz y concluyo que seguro que más de lo que me duele a mi ahora mismo jaja antes de seguir, repaso con la lengua cada uno de los dientes: están todos. Para abajo!


En la última parte del descenso técnico supero a la japonesa. Ya muerta de curiosidad decido mirar la app LiveTrail para ver en qué posición voy. Primera femenina senior y segunda en la general de chicas! Ni me lo creo. Al mismo tiempo que pienso que el día es muy largo, el hecho de que la carrera de chicas esté ‘viva’ me motiva para trotar al máximo los 5k de sube y baja que me faltan hasta la Fouly.
Allí me avituallará Jorge, momento perfecto para recargar las pilas, comer, curarme la nariz, y salir llena de optimismo hacia el St Bernard. 





PREPARANDO LA LLEGADA DE NATALIA A LAS 8 AM A LA AVITUALLAMIENTO DE LA FOULY

A las 7:06 AM tengo ya todo el material preparado para Natalia y le envío esta foto

AUDIO DE NATALIA 07:10 AM: "Holis!!! Ya estás en La Fouly? Genial!
Mira, yo estoy ya tocando base de la bajada de Orny, a 1.300m y yo creo que en breve va a empezar la subida hacia La Fouly, unos 7 km. Yo creo que llegaré poco después de las 8 o así. Creo que voy segunda en mujeres... Y sí, de momento con idea de seguir.

Por cierto, me he dado una hostia horrible... Despacio pero horrible... y probablemente necesite una mini cura en la nariz. Me he contado todos los dientes para asegurarme de que los llevaba todos...

AUDIO DE NATALIA 07:14 am: Necesitaré toallitas y gel hidro alcohólico para limpiarme los dedos para medir la glucosa con el glucómetro. El Sensor continuo se ha estropeado y me da mediciones equivocadas


Natalia llegando al avituallamiento de La Fouly, a las 08:08 AM, tras 10 h de carrera. Iba la segunda mujer de la general y la primera Senior (20-34 años)


Fotograma del vídeo que he puesto aquí abajo, llegando a La Fouly


Pequeño vídeo de Natalia llegando al avituallamiento de La Fouly



Tras el avituallamiento de la Fouly, donde comió algunas patatas asadas e hicimos recambio de bidones



En la Fouly, a punto de salir hacia el Col Fenêtre, rumbo al Collado del Grand St Bernard

En totaL, con la cura y todo, Natalia estuvo 20 min en La Fouly. En ese rato llegó
la japonesa que iba detrás de ella y, como sólo paró 5 min, salió delante de ella. Pero como no descansó apenas, Natalia volvió a adelantarla en la siguiente subida al Col de la Fenêtre y ya no la volvería a ver (le sacó 2 horas de tiempo en meta...). Al poco de irse Natalia llegaron 3 chicas más. Por lo visto, el 2º puesto iba a ser codiciado entre 4 corredoras. El 1º puesto era inalcanzable. La corredora local (Emily VAUDAN) iba 1 hora por delante de todas las demás.

En esos momentos iba la 2ª mujer y en el puesto 36º de la general absoluta chicos/chicas.


VERSIÓN DE NATALIA DEL AVITUALLAMIENTO DE LA FOULY:

La Fouly llega 2 km antes de lo esperado. Qué alegría!

Jorge me recibe motivadísimo. Son solo las 8am!

Yo me noto bien pero no quiero pasarme de entusiasmo, ritmo, ni optimismo. Sigo mi protocolo: cargar móvil, medir glucemia, pincharme fiasp, comer abundante…

Una señora británica amabilísima me espera para curarme el golpe de la nariz. Mientras tanto me pregunta por la glucemia, que en ese momento estaba a 5.0 mmol/L. Le cuento un poco ‘la clave del éxito’, es decir, eliminar la variable que más impacta la glucemia: sí, es la ingesta de carbohidratos! Ella me responde: ¿y la energía?. A lo que le contesto: señora, ha probado a comerse un chuletón? Eso sí que es energía. No reímos a carcajadas. 

Si algo he aprendido de la DXT, es que merece la pena ‘perder’ tiempo en los avituallamientos para luego ganarlo en carrera. Vamos, que en realidad es una inversión. Entre unas cosas y otras paro 20’. En ese tiempo la japonesa entra y se marcha, así como otras dos chicas entran y paran. Qué emocionante está la carrera femenina!

Salgo bastante renovada de La Fouly y comienzo a caminar ‘con actitud’ por una pista. La distancia se va acumulando. Ya llevamos más de 60k. Pronto empiezo con mis juegos mentales sobre lo recorrido y por recorrer. Hasta ahora no me lo había permitido, ya que los números jugaban en mi contra. 



SUBIDA DESDE LA FOULY HASTA EL COLLADO DE FENETRE Y LUEGO AL AVITUALLAMIENTO DEL GRAND SAINT BERNARD, POR NATALIA

Durante toda esta subida suave tengo mucho dolor de rodilla. A veces paro y la masajeo, lo cual me ayuda un rato. Harta del calor, me quito la kinesio tape y los calcetines de compresión. Si me va a doler igualmente, por lo menos que no pase calor.
Llegando al collado de Fenetre vuelvo a pasar a la chica japonesa que está alucinando de lo lindo con su primer viaje a los alpes :-)
Y mi amigo el de rojo aparece otra vez de la nada. Nos lo pasamos en grande bajando hacia el paso de St Bernard. Con la luz del día me doy cuenta de que tiene el pelo blanco, muuuuuy blanco. Que crack!!!





2ª avituallamiento con Natalia: Collado del Grand St Bernard ( Km 75 de carrera con 5.400 m de desnivel ya subidos, más de la mitad!)

JORGE:
Tras el avituallamiento de La Fouly me bajé en bus a Orsiéres, donde cogí el coche y fui directo a la frontera con Italia, el Collado del Grand Sant Bernard, por el que pasaría unas 3 h tras haber entrado en La Fouly.

Natalia pasó por el Collado de Fenêtre a las 10:46 h. Era el Km 72 (D+ 5.240m) y seguía la 2ª mujer y estaba en el puesto 38º absoluto (con 37 hombres y 1 mujer por delante)


En el collado del Grand St Bernard:

JORGE: Aparqué a la derecha de la foto. Los corredores llegaban desde el lado italiano por la zona donde se ven las dos casas al fondo y recorrían la orilla izquierda del lago hasta llegar al avituallamiento.

A las 11:18 AM llegaba Natalia al avituallamiento del Grand St Bernard


En este avituallamiento pararía muy poco. Lo justo como para tomarse algunos gajos de naranja, cambiar de nuevo los bidones, comer algo y poco más. Rápida que se fue hacia adelante, sin apenas parar.
Seguía la 2º mujer y había bajado al puesto 36º absoluto


NATALIA:

Cuando llego, devoro las naranjas como si no hubiera un mañana. Aquí tendría que haberme pinchado insulina ya que, 3h más tarde llegaré a Bourg St Pierre demasiado alta. 



Avituallamiento de Bourg St Pierre: Km 90 tras 5.820 m de desnivel
Entrada 13:51 h. Salida 14:09 horas

2ª mujer y puesto 33º absoluto (había adelantado a 6 chicos)

JORGE:
Desde el avituallamiento del collado del Grand St Bernard, Natalia tenía una subida de unos 200m antes de iniciar la bajada hacia el avituallamiento de Bourg St Pierre, en el km 90.
Estimábamos unas 2 horas o 2 horas y media para llegar allí, así que yo tendría tiempo de sobras para bajar en coche hasta los 1.630 m de este pueblecito donde habíamos estado alojados en Semana Santa para subir con esquís el Petit Combin y el Mont Velan (entrada del blog).

Para el avituallamiento, Natalia recordaba el hotel donde estuvimos y lo majos que eran los dueños y me pidió si podría conseguir un helado de su restaurante para llevárselo al avituallamiento.

FOTO DE LA DERECHA: Ahí tenía preparadas 3 bolas de helado, rodeadas de una bolsa de hielo que tenía doble papel: 1. Mantener el helado frío y 2. Poder aplicar el hielo luego al cuerpo para esa hora de máximo calor...


NATALIA:

El tráfico en el paso entre Suiza e Italia es horrible. Por suerte nos desviamos hacia una breve pero empinada subida. Al culminarla le pregunto al voluntario del collado por el nombre de un pico que queríamos subir en Semana Santa con esquís. Al chaval, ávido esquiador de montaña, se le iluminan los ojos y empezamos a comentar lo secundario que es correr en cuanto caen cuatro copos.

Aquí comienza una bajada INTERMINABLE hacía la base de vida del km 88 en Bourg Saint Pierre. La parte de arriba la disfruto mucho ya que es técnica y entretenida; en cuanto llego a la zona de hierba, el calor pega de lo lindo y empiezo a sufrir. Sobrevivo hasta llegar al pueblo a pesar de un par de caídas tontas, el calor y los repechos. Estoy evidentemente cocida.

Menos mal que le imploré a Jorge que consiguiera un helado y cubitos de hielo. Toda una salvación. 



Por fin, a las 13:51 h llegaba Natalia a Bourg St Pierre, junto a dos corredores de la X-Traverse, una carrera más corta que había salido de La Fouly.


Vídeo de Natalia entrando en el Avituallamiento de Bourg St Pierre


NATALIA, llegada al avituallamiento de Bourg St Pierre:

Conforme voy a entrar en la carpa, me encuentro con Paolo que parece sorprendentemente limpio. Ha abandonado (y se había duchado). Me cuenta que el principal problema ha sido la altitud, que no le dejaba progresar. ¡Qué pena!

El avituallamiento es similar al de la Fouly pero con muuuuucha más gente ya que a las 7am ha salido una carrera de 70k, siguiendo el mismo recorrido que la mía, con numerosos corredores.
Un chico me ve con las insulinas varias (me pincho Fiasp y Levemir) y me enseña su sensor Freestyle Libre. Gran momento - aunque un poco empañado al ver mi glucemia momentáneamente por encima de 200mg/dL.


Natalia, en el avituallamiento probando el helado, un poco de café y algunas cosas más que le había preparado


NATALIA:
Llevamos más de 15h de carrera y aun así nos juntamos 3 chicas en el avituallamiento. Increíble! La motivación es máxima.

Sé que es el momento de ser inteligente y subir al collado Mille a un ritmo fluido pero que no me haga sufrir con el calor. Por suerte empieza a soplar una brisa que va en aumento. La subida se hace larga pero la hago sin dolor de rodilla (pienso que se rinde ante mi cabezonería). Veo y oigo chicas por detrás, pero no sé si son de mi carrera o de la 70k. 



Siguiente encuentro: Avituallamiento de la Cabaña Brunet:

Km 110, tras D+ 7.124 m, a las 18:02 h, tras 20  horas de carrera...  Altura 2.100m

2ª mujer y 25º puesto absoluto (había adelantado a 8 chicos más)


NATALIA:

El reloj marca 100 kilómetros justo cuando llego al collado Mille con su avituallamiento. Allí se me ocurre mezclar agua fría con café instantáneo. Todo un acierto. Como unas galletas y sigo - no sin antes saludar de nuevo a Andrea mientras ella accede al avituallamiento.

Mi esperanza es que los próximos 7k pasen lo más rápido posible para volver a ver a Jorge en Brunet. Así es, los últimos metros los subo escuchando a Virginia Díaz y su ‘180 grados’. A pesar de los guitarrazos oigo a Jorge gritándome como un poseso desde lo alto de la colina sobre la que descansa el refugio de Brunet.


JORGE:
Para llegar a la Cabaña Brunet, Natalia antes tenía una subida de más de 1.000 m de desnivel positivos en 10 km para llegar primero al avituallamiento del Collado de Mille, en el km 100 de carrera.

Desde ahí tenía 9 km más hasta la Cabaña Brunet, con un largo descenso y luego 3 repechos, antes de subir por una pista hacia Brunet, donde yo estaría.

Para llegar, yo debía subir en coche por una carretera desde Lourtier, hasta donde estaba permitido llegar. En el límite permitido para los coches habían fletado unos mini-buses que hacían, por pista de montaña, el resto del trayecto de ida y vuelta a la Cabaña Brunet cada 30 min.




Tras 20 h de carrera, Natalia mantenía ritmo y zancada larga... Una crack!




NATALIA:

El contraste de los últimos km, que había recorrido en soledad, con el frenetismo del avituallamiento de Brunet me descoloca. Parecen dos mundos paralelos. Por suerte, un chico empieza a cortar sandía.


Se me hace la boca agua. Le digo que soy el monstruo de la sandía y planeo comérmela enterita jaja Jorge, como siempre, está atento a todos los detalles y me cambia los botellines de forma automática.


Yo me encuentro de buen humor y con curiosidad por descubrir la siguiente parte del recorrido bajo la mirada amenazante del Gran Combin - eso sí que es un monstruo! 


Últimos metros a la Cabaña Brunet

En Brunet comió un poco de todo y le di nuevos botellines, uno con té que me pidió en un audio de watsap y que me hicieron en el Refugio Brunet y otro con agua.

Paró poco tiempo y se fue (foto de abajo)  sonriente, por la suave senda en descenso, como si nada (y llevaba ya 20 horas corriendo, por dios...).
Alucino cómo podía conservar la sonrisa tras 20 horas corriendo.


Desde Brunet, Natalia tenía dos subidas que sumaban 1.000m, llegando en la segunda subida al refugio o Cabaña de Pannossières (Km 116), que es el refugio de partida de la vía normal al Gran Combin por su para norte, situado al pie del Glaciar de Corbasière, a 2.631 m.
Por allí pasaría a las 8:16 PM en el 21º puesto absoluto, tras adelantar a 4 chicos más. Seguía siendo la 2ª mujer y 1ª de su categoría senior (20-34 años).

Desde allí tenía una larga bajada de 12 km y más de 1.600 m hasta los 1.074 m del avituallamiento de Lourtier, en el km 129, sólo 12 km antes de meta. Sería el último avituallamiento antes de meta en que la vería.


NATALIA: En algún momento tenía que llegar el bajón. Eso sí, me cogió totalmente por sorpresa. Salgo de Brunet con alegría y hasta troto alguna mini subida. Las vistas del Gran Combin son inigualables. Es su cara Oeste que no se escala ni esquia. Una mole de hielo colgante.
Al poco de cruzar el río tengo el sol directo sobre la cara. El terreno se vuelve herboso y muy empinado. La crisis me dura hasta el fin de la subida que, por suerte, no es muy larga. Subo con unos ingleses que sufren tanto como yo y, en cierta manera, el sufrimiento compartir se hace hasta más llevadero. 



Desde el collado sin nombre se atisba una bajada muy directa al famoso puente colgante y desde ahí una subida sobre la antigua morrena del glaciar hasta la Cabanne de Pannosieres. Sin pensarlo dos veces, me pongo los guantes y para abajo sin más compañía que un puñado de buenas canciones. Mientras cruzo el puente pienso que necesito una estrategia nueva para la próxima subida. Como me noto baja de energía, decido tomarme 10 g de dextrosa. A estas alturas de la carrera el sensor de medición de glucosa ha muerto y voy un poco por sensaciones.

En caso de hipoglucemia siempre notaría los síntomas. Lo que más rabia me da es estar demasiado alta (por encima de 140 mg/dL o 7.8 mmol/L) ya que en carrera no tengo síntomas. En el día a día sí que suelo notar problemas de concentración, irritación, o dolor de cabeza en esos casos. El truco de la dextrosa funciona. También me sorprende la fortaleza mental que tengo hoy para controlar situaciones desfavorables. 

Al llegar al refugio me encuentro con el mismo fotógrafo de Orny. Me pregunta por la glucemia. Mido: 6.4 mmol/L. Bien.

Las horas de luz van escaseando y a mi me gustaría completar los -1600m de bajada a Lourtier sin frontal. No me entretengo más. Conforme comienzo a andar… Andrea! Creo que la sorpresa es mutua.

Espoleó mi motivación para exprimirme en la bajada que, todo sea dicho, es una fiesta. Flow y más flow en toda la mitad superior. Me paso de ritmo y las piernas se quejan. Luego un tramo farragoso y técnico hasta llegar a la primera población.

Nos quedan 400m por bajar pero lo único que veo en el horizonte es asfalto de carrera en llano. Es verdaderamente desesperante. Sobretodo sabiendo que hay una gran subida después de Lourtier. Quiero llegar, avituallarme y salir a matar a la bestia! Pero no, la carrera con trozos de sendero es infinita y hasta me coloco la frontal... 



Avituallamiento de Lourtier: Km 129 tras D+ 8.100 m y D- 8.600m
tras 24 h de carrera
2ª mujer y puesto 20º absoluto (tras adelantar a 5 chicos más)


JORGE:
Natalia llegaría a Lourtier a las 10 de la noche, justo tras 24 horas de su salida hace un día en Verbier.
24 horas de carrera... sabía que llegaría muy, muy cansada y ya con las últimas luces.
En un watasp me dice a las 21:42  que va destrozada




En ese avituallamiento final se tomaría algo de arroz que me pidió que le preparara y algo saldado. Me dijo de ponerle mitad café con mitad de agua en un bidón y en el otro agua con limón.

Fue un error, como ella me reconoció luego. Pues tenía una enorme subida final de 1.100m a Le Chaud, donde habría querido beber "agua" normal y sólo encontraba café (que le deshidrataba) y agua con limón empalagosa...

Bueno, de todo se aprende... 


Vídeo de la salida de Natalia desde Lourtier, antes de la gran subida final
de cerca de 1.200m hasta Le Chaud, el último avituallamiento antes de enfilar a la meta de Verbier.




NATALIA: 
Finalmente Lourtier. Llevo un buen rato pensando en el risotto. No me entra
nada más. Este es un avituallamiento silencioso. La tensión se palpa en el ambiente ya que cada uno de los corredores sabe la losa de subida que nos espera.
Me preparo para salir y le pido a Jorge que me mande un mensaje con el tiempo de diferencia una vez que la tercera salga del avituallamiento

Mi estrategia es clara: sostenibilidad. Decido subir a un ritmo que sea capaz de mantener con solidez durante los +1200m. Al cabo de media hora veo que subo a 550m la hora - nada mal! De vez en cuando aparece una luz en medio de la noche, son corredores a los que iré pasando.

No hay conversaciones. Cada uno aguanta lo suyo. Algunos se paran y duermen al borde del sendero. Parece la noche de los zombies. Mi único problema es la falta de agua, que me hace sufrir innecesariamente. Llego al último avituallamiento muy muy deshidratada. Relleno un flask con té negro y el otro con agua. ¡Qué amabilidad de voluntarios! 


Natalia tardaría algo más de 2 horas en ascender al avituallamiento de Le Chaud, que hizo ya en total oscuridad, en el comienzo de su 2ª noche.

Desde allí le quedaba algo más de 1 hora para bajar a la meta de Verbier, tras 27 horas y 27 minutos y 140 km con 9.400 m de desnivel acumulados...


NATALIA:

Durante toda la bajada final (no exenta de repechos horribles), dos pensamiento se intercalan en mi cabeza: el dorsal para el UTMB 2023 está asegurado.

Si Andrea me coge, le propondré llegar juntas a la meta y que esta sea una victoria de trail-maniacs.ch - que orgullosa estará Patricia, su fundadora :-)

La dificultad del terreno tampoco me permite ensimismarse mucho. Raíces, troncos, tierra suelta… un completo!
Me alegro de llegar a una hora intempestiva para no tener que hacer heroicidades jaja.

Recorro las calles de Verbier con la misma regularidad que he conseguido mantener durante la carrera. Me queda recorrido para una canción. Está claro cuál: Miracle.

Cuando cruzo la meta doy rienda suelta al cansancio, el dolor, la emoción y, dicho sea todo, el orgullo de haber sabido gestionar 27h y 27’ de puro gozo like a boss

Meta en Verbier: 27 h 27 min, 2ª mujer y puesto 20º absoluto


Vídeo de entrada en meta de Natalia
Dejando pasar a una corredora de otra carrera que entraba en el límite del tiempo de corte



Minutos después de cruzar la meta, como 2ª mujer de la carrera


NATALIA:
Escribo esta crónica más de dos semanas después de esa meta en Verbier. Hoy ha sido el primer día de vuelta a la montaña con buenas sensaciones - anda, si puedo respirar y todo!

La inscripción para UTMB 2023 está hecha. Para mí, lo que realmente cuenta es cada minuto, curva, salto, o amanecer disfrutado y compartido en nuestras amadas montañas. Y Verbier tuvo mucho de todo ello. Lo demás, como bien dijeron los Héroes, es silencio.




Por último, dos perlas de aprendizaje:

1.  Si vas a hacer algo duro, intenta que todo lo que rodea a esta hazaña te sea lo más favorable posible.
Quién iría a construir un rascacielos con un cubo de playa? ¡Necesitamos una retroexcavadora!
Después de DXT y Verbier tengo claro que necesito, deseo, y agradezco la ayuda en los avituallamientos. No solo desde un punto de vista logístico y material - que también - sino desde un punto de vista de apoyo moral. 

Gracias’ a la diabetes tipo 1 (diagnóstico en Abril 2019) he aprendido no solo a aceptar, sino a pedir ayuda a aquellos que desinteresadamente están dispuestos a ofrecerla. Recuerda, el ser humano quiere hacer el bien y ayudar al prójimo. Bien sea por altruismo a por satisfacción propia.

2. Cada ultra es un mundo y la estadística no importa!
Correr durante 27 h no obedece a las leyes de la lógica. Quizás se aproxime más a la estética o la ética. Dos semanas antes de la carrera estaba cansada y con dolor de rodilla.  Cuatro días antes pensaba que tenía COVID. La lógica decía que iba a fracasar. Necesitaba un milagro, ciertamente, en forma de día extraordinario.
Y el milagro llegó. Crederci ragazzi 🙂 El aprendizaje está es saber aceptar lo contrario: una preparación estelar, cabeza motivada, ganas a rebosar... y a pesar de todo ello un día malo, un tropezón, el estómago revuElto, etc. y para casa!

 Duro, muy duro. Pregúntate honestamente: por qué lo hago? En la respuesta está probablemente la clave para seguir 🙂


Finisher de la X-Alpine de 140 K del Trail Verbier St-Berndad
Y en 2ª posición en mujeres... lo que le daba plaza directa para el UTMB de Chamonix, a elegir entre este 2022 o el 2023...

Elegirá el 2.023... y allí estaremos de nuevo juntos para vivir otra hazaña de Pyreneean Tiger


Domingo 10 julio por la mañana, antes de ir al podio al mediodía
En casa, a la mañana siguiente de la carrera, tras haber dormido 5 horas, con las heridas de la carrera... pero feliz, muy feliz


Vídeo de la subida al podio al día siguiente, el domingo 10 julio, en Verbier



Segunda posición en mujeres... qué orgullo


YOU ARE THE BEST BEAST, TIGER!!!


Cortaremos el queso sobre el perfil del infierno... jajaja


En el tren desde Martigny a Laussane esa tarde del domingo


Paseo por Laussane al día siguiente, el lunes 11 de julio


Ese 11 de julio hacía justo un año de cuando nos conocimos, en Benasque, el 11 de julio de 2021!!!

La historia continúa...

Natalia, eres increíble. Te admiro.

Jorge García-Dihinx (el aprendiz) y Natalia Román (la que sabe)