Luz del sol, melanoma y salud. La sombra es la mejor forma de preparar tu piel para el sol
Sol y sombra, sólo separados por unos metros dentro del bosque
Luz del sol, melanoma y salud. La sombra es la mejor forma de preparar tu piel para el sol
LUZ DEL SOL y disonancias cognitivas:
Hace 1 siglo pasábamos el 95% de nuestro tiempo al aire libre y no se conocía el melanoma. Ahora pasamos el 95% de nuestro tiempo en interiores y hay una epidemia de melanoma.Disonancia cognitiva: Eso que "no cuadra" con la creencia convencional
1. Se ve en todos los estudios que las personas con melanoma tienen
universalmente niveles bajos de vitamina D (PMID: 25970336). Niveles de vitamina D que se obtienen con la exposición al sol alto de las horas centrales del día. De modo que son personas que habitualmente no se han expuesto a ese sol “que quema”.
2. Hoy en día estamos evitando el sol más que nunca. Pasamos el 90% del tiempo en interiores cuando hace un siglo pasábamos el 90% en exteriores.
3. Estamos utilizando más cremas protectoras más que nunca.
4. Y la incidencia de melanoma es la más alta de la historia del ser humano.
Y aunque es cierto que asociación no implica causalidad, cuando tienes una ASOCIACIÓN INVERSA tan marcada, a cualquier médico le obligaría a cuestionarse la teoría de que el melanoma está causado por la exposición al sol.Si así fuera, todos tendríamos melanoma en la cara, que recibe el sol del mediodía todos los días.
Y si realmente el sol causara cáncer, el ser humano se habría extinguido hace miles de años. Porque hace miles de años no había ni cremas ni edificios. Y las personas hacían el 90% de la vida en exteriores. Y cuando llevaban un rato al sol, se protegían en la sombra.
Debemos recordar que todos los experimentos realizados para demostrar que el sol causaba cáncer se han realizado con rayos UV aislados, sin el espectro completo del sol, que SIEMPRE incluye el Rojo e Infrarrojo, protectores.
El espectro solar del Rojo e Infrarrojo son máximos al amanecer y al atardecer. Son unas longitudes de onda tan amplias, que consiguen atravesar la atmósfera incluso cuando los rayos son paralelos a ella y el resto de frecuencias (UV-A y UV-B) no pueden atravesarla.Pero incluso en el momento en el que el sol está arriba en el horizonte al mediodía, más del 50% de la radiación solar es Rojo e Infrarrojo. Sólo un 10% es Ultravioleta (espectro aislado con el que se han "probado" todos los experimentos que relacionan al sol con el cáncer, un error de método científico grave).
Recibir o no las longitudes de onda Roja e Infrarrojas es algo no negociable para el ser humano. Son necesarias e imprescindibles para la vida. Recordamos que el sol del mediodía (rico en UV-B) tiene más del 50% de su luz desde Rojo e Infrarrojo, mientras que al amanecer o al atardecer son más del 80% del espectro solar.
Es decir, en la evolución del ser humano, el hombre recibía abundante luz Roja e Infrarroja por las mañanas y luego el resto del día, incluso en días nublados.
Acciones del Rojo e Infrarrojo: Estas longitudes de onda penetran de forma profunda en tu piel (incluso atraviesan la ropa, con lo que basta con estar en exteriores para beneficiarte de su acción) donde estimulan directamente tus mitocondrias para aumentar la producción de ATP (energía) y la producción de agua metabólica mitocondrial (el sol nos hidrata, por raro que parezca).
Abre las ventanas: El cristal bloquea la mitad del Infrarrojo y casi toda la radiación Ultravioleta, ofreciendo un espectro de luz incompleto que nuestro cuerpo no espera recibir. Es decir, al recibir el sol a través del cristal de una ventana (de casa o del coche) nos hacemos deficientes en rojo, infrarrojo y UV. El Rojo e Infrarrojo protegen nuestra piel y mejoran su elasticidad y su colágeno. De ahí la piel estropeada del camionero en su cara izquierda tras 25 años conduciendo y recibiendo el sol a través del cristal de su ventana.Evita esto abriendo las ventanas para conseguir que entre el espectro completo solar. Y si puedes, intenta salir tú a exteriores (o saca la mesa al porche o al jardín o lee afuera y no dentro de casa).
Exponernos al Rojo e Infrarrojo antes (amanecer) y después (atardecer) de exponernos al sol rico en UV-B del mediodía nos protege de quemarnos.Por ello, las personas con una piel clara (Fitzpatrick 1 o 2) se beneficiarán de exponerse al sol del amanecer (que preparará su piel para el sol alto del mediodía) y al atardecer (que preparará su piel para el sol del día siguiente además de reparar los daños de ese día previo).
Más beneficios del espectro Rojo e Infrarrojo: Este tipo de longitud de onda tiene más beneficios (el sol lo lleva todo incluido):
1. Acelera la cicatrización de las heridas (nos dicen de proteger las heridas de la luz del sol y es un error evolutivo. Al menos exponlas a 1ª y última hora del día)
2. Mejora la elasticidad de la piel (el sol "no envejece" la piel).
3. Mejora la recuperación ( ¿Te estás recuperando de una enfermedad? Recibe el sol, especialmente a primera y última hora del día).
4. Mejora la producción de melatonina mitocondrial (Todo esto es gratis, sin efectos secundarios ni disruptores endocrinos)
El espectro de luz Infrarrojo no está en nuestro espectro visible. No lo podemos ver. Pero sí que lo podemos sentir. Es el calor que produce el sol.
Es un espectro de luz que nosotros también generamos. Somos seres de luz.
Recordar las imágenes de gafas infrarrojas de los militares americanos cuando buscan personas por la noche y se ven coloreadas a las personas, al emitir luz infrarroja (calor). Quizás sea una de las razones por la que son tan energizantes los abrazos, pues nos transmitimos luz infrarroja el uno al otro.
Las maravillas de estar en la sombra, en exteriores:
Objetos que almacenan Infrarrojo y objetos que rebotan infrarrojo: Cuando tras ponerse el sol tras un día de verano ponemos la mano en una pared que ha recibido el sol, la notamos caliente. Es porque ha absorbido mucho infrarrojo, que desprende en forma de calor.Sin embargo, las hojas de los árboles permanecen frescas incluso a pleno sol.
¿Por qué? Porque rebotan todo el infrarrojo hacia afuera, sin abosorberlo. Nos lo donan generosamente. Por eso la sombra de un árbol o de un bosque es el mejor lugar para estar y para protegernos de quemarnos
Por eso el ser humano, desde siempre, tras estar un tiempo prudencial al sol, se se retiraba a la sombra...
Y en la sombra, las hojas le rebotaban el espectro Rojo e Infrarrojo del sol, el mismo espectro rojo que vemos al amanecer y que nos prepara y protege la piel, como un factor de protección 15, para el resto del día.
De modo que, cuando el ser humano se protegía en la sombra, generaba sin saberlo nueva protección activa, con ese rojo e infrarrojo rebotado, para poder volver a salir luego al sol y no quemarse. Es magia? No, es simplemente la vida natural. La que ha vivido el ser humano toda su existencia, antes de que la vida artificial, con luces azules interiores (desprovistas de IR) y cremas, invadieran nuestra vida, "modernizándola"
Todo en la ciencia debe explicarse en la luz de la evolución: El sol ha convivido con el hombre toda su existencia y sólo traía beneficios, al recibir el espectro completo de su rojo/infrarrojo, luz visible, ultravioleta A y ultravioleta B, según las horas del día.
Es el espectro solar completo que nuestros genes esperan recibir, sin cremas, sin gafas de sol disruptivas de la POMC (Propiomelanocortina), sin cristales ni ventanas y sin pantallas azules ni luces artificiales por las noches.
Las enfermedades modernas como el cáncer, la diabetes y los infartos, son el resultado de la vida moderna. De la vida artificial. Una vida artificial que nuestros genes y nuestras mitocondrias no esperan.
Cuando vivimos una vida artificial, en interiores, enfermamos. Cuando vivimos en naturaleza, medramos y nos curamos.
Es la evolución natural del ser humano, que lleva sobre la tierra y bajo el sol millones de años.
Conclusión: Cuantas más horas de tu vida pases en exteriores, más años vivirás.
Y basta que estés en la sombra, si tanto miedo te da el sol.
Pero piensa que toda la vida surge del sol. Siempre así ha sido y siempre será.
Jorge García-Dihinx Villanova MD. PhD.