Niveles de vitamina D en 212 pacientes, según la gravedad de su enfermedad: Suave, Normal, Severa o Crítica.
A menores niveles de Vitamina D, mayor gravedad
VITAMINA D Y COVID-19: MAYOR MORTALIDAD CUANTO MÁS BAJOS SEAN NUESTROS NIVELES DE VITAMINA D
Tiempo de lectura 17 min
Vitamin D Supplementation Could Possibly Improve Clinical Outcomes of Patients Infected with Coronavirus-2019 (COVID-2019)
https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3571484
Recientemente se han publicado 2 estudios retrospectivos con 212 y 780 pacientes ingresados por COVID-19 en Filipinas e Indonesia respectivamente y se ha observado la relación entre los niveles de Vitamina D y la gravedad de su enfermedad.
En el estudio de Filipinas se ha encontrado una relación inversa entre los niveles de Vitamina D (25-OH Vit D) y la gravedad de la enfermedad. Es decir, a menores niveles de Vitamina D antes de la enfermedad, mayor gravedad de ésta. A niveles más altos, menor gravedad.
En el estudio de Indonesia, tener niveles deficientes de vitamina D (menores a 20 ng/ml) multiplicó x 10 el riesgo de mortalidad por COVID-19 (Prabowo Raharusun)
Estudios preliminares sobre la Vitamina D y el sistema inmune
Hemos visto en estudios previos que la vitamina D reduce el riesgo de coger cuadros respiratorios como el catarro común (Rondanelli 2018). La vitamina D también mejora la inmunidad celular (Cantorna 2011), es capaz de modular y regular la inmunidad adaptativa (Sharifi 2019) y aumenta la expresión de genes relacionados con la antioxidación (Lei 2017).
Los datos de 25 ensayos randomizados de todo el mundo demuestran que la suplementación con vitamina D reduce el riesgo de infección respiratoria aguda en más del 50 por ciento, especialmente en personas con niveles bajos de vitamina D, como ocurre habitualmente al final de cada invierno.
Dada esta evidencia, varios autores han propuesto en estos últimos meses dar suplementos de vitamina D para prevenir y tratar la enfermedad Covid-19 producida por este nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2 (Wimalawansa 2020 ,Grant 2020 ,Braiman 2020).
Hasta donde sabemos, todavía no se han realizado ensayos clínicos randomizados aleatorizados para determinar el poder de la vitamina D en la supresión de este nuevo coronavirus SARS-CoV-2. De momento, sólo tenemos estudios observacionales. Es decir, qué niveles tienen los pacientes al inicio de la enfermedad COVID-19 y cómo se correlacionan sus niveles con la gravedad de la enfermedad y su riesgo de muerte.
Título del 1º estudio (23 abril 2020):
La suplementación con vitamina D podría mejorar los resultados clínicos de los pacientes infectados con Coronavirus-2019 (COVID-2019)
Vitamin D Supplementation Could Possibly Improve Clinical Outcomes of Patients Infected with Coronavirus-2019 (COVID-2019)
La suplementación con vitamina D podría mejorar los resultados clínicos de los pacientes infectados con Coronavirus-2019 (COVID-2019)
Vitamin D Supplementation Could Possibly Improve Clinical Outcomes of Patients Infected with Coronavirus-2019 (COVID-2019)
En el estudio se dividieron en 4 grupos a los pacientes según la gravedad de su enfermedad COVID-19:
Leve (Mild): Sin neumonía
Ordinario (Ordinary): Neumonía, fiebre y síntomas respiratorios.
Grave (Severe): Neumonía con hipoxia (falta de oxígeno) y dificultad respiratoria.
Crítico (Critical): Neumonía con insuficiencia respiratoria que requirió cuidados intensivos
Normal: igual o mayor de 30 ng/ml
Insuficiente: 21-29 ng/ml
Deficiente: Inferior a 20 ng/ml
Deficiente: Inferior a 20 ng/ml
Medimos los niveles de 25-OH Vit D, que es el principal metabolito circulante en el plasma.
Si queremos pasar de ng/ml a nmoles/L multiplicamos por 2.5.
El valor medio de 25 (OH)Vit D entre los enfermos fue de 23.8 ng/ml (Insuficiente)
En los casos leves, la media fue de 31.2 ng/ml (normal)
En los casos ordinarios, fue de 27.4 ng/ml (insuficiente)
En los casos graves, fue de 21,2 ng/ml (insuficiente)
Y en los casos críticos, fue de 17.1. ng/ml (Deficiente)
Solo el 26% de los casos de COVID-19 tenía un valor de 25-OH Vitamina D en el rango normal, superior a 30 ng/ml.
Los resultados del estudio marcan una clara dirección hacia la mayor gravedad de la enfermedad cuanto más bajos eran los niveles de Vitamina D.
Otros médicos también han observado esta tendencia a tener niveles bajos de Vitamina D en los pacientes graves que tienen que ingresar por COVID-19
Durante el mes de marzo, La Dra. Erik Hermstad, médico de urgencias en Colorado, leyó (al igual que me pasó a mí) el tema de que la vitamina D quizás no debería tomarse en grandes cantidades por eso de que podría aumentar los receptores ACE-2 (como decían de los fármacos IECA y ARA-II para la tensión) y facilitar así la entrada del SARS-CoV-2 en las células, favoreciendo mayor carga viral. (En los anti-hipertensivos no se ha visto que ocurra así y se recomienda no suspender su tratamiento)
Tras leer esas noticias, algo confusas sobre el papel de la Vitamina D ("buena en niveles normales pero "no tan buena" en niveles altos) la Dra. Hermstad comenzó a revisar los niveles de 25-OH Vit D en todos sus pacientes ingresados por COVID-19.
¿Qué encontró? Valores de 25-OH Vit D Invariablemente bajos, habitualmente inferiores al rango considerado normal, de 30 ng/ml
Traducción de su tweet de la derecha:
¿Un nivel adecuado de vitamina D protege contra algunas de las tormentas de citoquinas que estamos viendo con COVID-19? No lo sé. Simplemente no he visto ningún nivel de vitamina D de 40 ng/ml o superior en CUALQUIER paciente que yo haya ingresado con COVID. Me interesaría ver si otros médicos están viendo lo mismo.
Y lo están:
- El 14% de todos los americanos
- El 36% de los americanos de color (al tener más dificultad para producir Vit D desde el sol)
- El 30% de los americanos nativos
Otro estudio aún más reciente, 26 abril 2020:
Mayor mortalidad cuanto más baja es su Vitamina D en pacientes indonesios con COVID-19
Otro estudio retrospectivo se acaba de publicar este 26 de abril, con una muestra de 780 casos confirmados en Indonesia, en los que, de nuevo, se ha comprobado una relación inversa entre la gravedad y los niveles de Vitamina D.
https://www.reddit.com/r/ScientificNutrition/comments/g9cblc/patterns_of_covid19_mortality_and_vitamin_d_an/
En este reciente estudio retrospectivo, se incluyeron dos cohortes (activos y fallecidos) de 780 casos con infección confirmada por laboratorio de SARS-CoV-2 en Indonesia.
La edad, el sexo, las comorbilidades previas, los niveles de vitamina D y el resultado de la enfermedad (mortalidad) se extrajeron de los registros médicos electrónicos.
El objetivo era determinar patrones de mortalidad y factores asociados, con un enfoque especial en el estado de la vitamina D.
En los análisis de las variables sin corregir por otros factores (Análisi univariante), se vio que los casos de varones, los de mayor edad, las afecciones preexistentes y los de niveles de vitamina D inferiores a lo normal se asociaron con mayores probabilidades de muerte.
Tras corregir por factores como edad, sexo y las comorbilidades previas, se encontró que lo los niveles de vitamina D estaban fuertemente asociados con el resultado de mortalidad de los casos de COVID-19.
Análisis Univariante, sin corregir por factores de confusión (Gráfica Izquierda):
En la gráfica de la izquierda, el análisis Univariante, sin corregir por otros factores que pueden confundir.
Empiezan con el nivel normal de 30 ng/ml o superior (en verde) como Factor de Riesgo = 1 (es decir, neutro, no riesgo).
Luego, los pacientes con una insuficiencia de Vitamina D (21-29 ng/ml) que tenían X 12.5 veces más riesgo de muerte por el virus. Y finalmente lo que tenían niveles de Deficiencia de Vit D (inferiores a 20 ng/ml), que salían 19 veces más probabilidad de morir por COVID-19.
Pero claro, debemos corregir por factores de confusión.
Más aún cuando hablamos de estudios de asociación (no causalidad) epidemiológicos observacionales (no experimentales) donde pueden juntarse muchos otros factores inherentes las personas, que sesguen los resultados.
Por ejemplo, las personas mayores tienen niveles inferiores de vitamina D. Una persona de 70 años produce un 70% menos de Vitamina D por la exposición al sol que cuando tenía 20 años.
Una persona con las comorbilidades de obesidad y síndrome metabólico también tiene menores niveles de vitamina D pues grandes cantidades de esta vitamina liposoluble se quedan "atrapadas" en el tejido adiposo y no están en la circulación. Por eso las personas obesas tienen que tomar más vitamina D o exponerse más al sol que los delgados.
Análisis Multivariante (corregidos por factores de confusión), gráfica de la derecha:
Cuando hacemos un análisis multivariante se eliminan los factores que pueden sumar o restar a cada variable. Factores que nos confunden. De modo que el Riesgo Relativo de cada variable queda individualizado y se ve si tiene o no valor en solitario.
En dicho análisis, el riesgo asociado a la variable suele disminuir y ser menos "dramático" que sin corregir por factores de confusión.
Como se ve en la gráfica de la derecha, la probabilidad de morir por COVID-19 no era 19 veces mayor, sino "sólo 10 veces mayor" (RR=10.1) si tenías niveles deficientes respecto a tener niveles adecuados de Vitamina D (RR=1).
Para ponerlo en contexto, el riesgo de desarrollar cáncer de colon por comer mucha carne roja es de RR=1.18. En estudios observacionales (no experimentales) cualquier RR inferior a 2 no tiene valor, por los sesgos del resto de factores de la vida de esas personas estudiadas.
El RR de cáncer de pulmón por el tabaco es de X 20 (20 veces más frecuente). Ahí sí que hay una asociación clara. Con la carne, es insignificante y sujeto a miles de factores de confusión (mucha gente que come carne lo puede asociar con comida ultra-procesada, alcohol y una vida sedentaria, por ejemplo).
Aquí, tras corregir por factores de confusión, tener niveles bajos de Vitamina D multiplica por 10 el riesgo de morir por COVID-19.
Creo que los datos, tras analizar 780 pacientes, son bastante claros.
Un Riesgo Relativo 10 veces mayor de morir es un valor muy contundente.
Los resultados del estudio marcan una clara dirección hacia la mayor gravedad de la enfermedad cuanto más bajos eran los niveles de Vitamina D.
Otros médicos también han observado esta tendencia a tener niveles bajos de Vitamina D en los pacientes graves que tienen que ingresar por COVID-19
Tras leer esas noticias, algo confusas sobre el papel de la Vitamina D ("buena en niveles normales pero "no tan buena" en niveles altos) la Dra. Hermstad comenzó a revisar los niveles de 25-OH Vit D en todos sus pacientes ingresados por COVID-19.
¿Qué encontró? Valores de 25-OH Vit D Invariablemente bajos, habitualmente inferiores al rango considerado normal, de 30 ng/ml
Traducción de su tweet de la derecha:
¿Un nivel adecuado de vitamina D protege contra algunas de las tormentas de citoquinas que estamos viendo con COVID-19? No lo sé. Simplemente no he visto ningún nivel de vitamina D de 40 ng/ml o superior en CUALQUIER paciente que yo haya ingresado con COVID. Me interesaría ver si otros médicos están viendo lo mismo.
De hecho, en su cuenta de Twitter ha publicado esta gráfica, en la que no existen pacientes ingresados en el hospital por COVID-19 con valores de Vitamina D por encima de 40 ng/ml
En la gráfica, la Dra. expone el porcentaje de la población americana que está por debajo de los 20 ng/ml, es decir en grado de importante deficiencia, no sólo de insuficiencia.Y lo están:
- El 14% de todos los americanos
- El 36% de los americanos de color (al tener más dificultad para producir Vit D desde el sol)
- El 30% de los americanos nativos
Otro estudio aún más reciente, 26 abril 2020:
Mayor mortalidad cuanto más baja es su Vitamina D en pacientes indonesios con COVID-19
Otro estudio retrospectivo se acaba de publicar este 26 de abril, con una muestra de 780 casos confirmados en Indonesia, en los que, de nuevo, se ha comprobado una relación inversa entre la gravedad y los niveles de Vitamina D.
https://www.reddit.com/r/ScientificNutrition/comments/g9cblc/patterns_of_covid19_mortality_and_vitamin_d_an/
En este reciente estudio retrospectivo, se incluyeron dos cohortes (activos y fallecidos) de 780 casos con infección confirmada por laboratorio de SARS-CoV-2 en Indonesia.
La edad, el sexo, las comorbilidades previas, los niveles de vitamina D y el resultado de la enfermedad (mortalidad) se extrajeron de los registros médicos electrónicos.
El objetivo era determinar patrones de mortalidad y factores asociados, con un enfoque especial en el estado de la vitamina D.
En los análisis de las variables sin corregir por otros factores (Análisi univariante), se vio que los casos de varones, los de mayor edad, las afecciones preexistentes y los de niveles de vitamina D inferiores a lo normal se asociaron con mayores probabilidades de muerte.
Tras corregir por factores como edad, sexo y las comorbilidades previas, se encontró que lo los niveles de vitamina D estaban fuertemente asociados con el resultado de mortalidad de los casos de COVID-19.
Vamos a plasmarlo en la gráfica de aquí debajo, explicando la diferencia entre el análisis univariante y luego el análisis multivariante, en el que se corrigen por factores de confusión
RIESGO DE MORTALIDAD POR COVID SEGÚN NIVELES DE VITAMINA D
RIESGO DE MORTALIDAD POR COVID SEGÚN NIVELES DE VITAMINA D
Análisis Univariante, sin corregir por factores de confusión (Gráfica Izquierda):
En la gráfica de la izquierda, el análisis Univariante, sin corregir por otros factores que pueden confundir.
Empiezan con el nivel normal de 30 ng/ml o superior (en verde) como Factor de Riesgo = 1 (es decir, neutro, no riesgo).
Luego, los pacientes con una insuficiencia de Vitamina D (21-29 ng/ml) que tenían X 12.5 veces más riesgo de muerte por el virus. Y finalmente lo que tenían niveles de Deficiencia de Vit D (inferiores a 20 ng/ml), que salían 19 veces más probabilidad de morir por COVID-19.
Pero claro, debemos corregir por factores de confusión.
Más aún cuando hablamos de estudios de asociación (no causalidad) epidemiológicos observacionales (no experimentales) donde pueden juntarse muchos otros factores inherentes las personas, que sesguen los resultados.
Por ejemplo, las personas mayores tienen niveles inferiores de vitamina D. Una persona de 70 años produce un 70% menos de Vitamina D por la exposición al sol que cuando tenía 20 años.
Una persona con las comorbilidades de obesidad y síndrome metabólico también tiene menores niveles de vitamina D pues grandes cantidades de esta vitamina liposoluble se quedan "atrapadas" en el tejido adiposo y no están en la circulación. Por eso las personas obesas tienen que tomar más vitamina D o exponerse más al sol que los delgados.
Análisis Multivariante (corregidos por factores de confusión), gráfica de la derecha:
Cuando hacemos un análisis multivariante se eliminan los factores que pueden sumar o restar a cada variable. Factores que nos confunden. De modo que el Riesgo Relativo de cada variable queda individualizado y se ve si tiene o no valor en solitario.
En dicho análisis, el riesgo asociado a la variable suele disminuir y ser menos "dramático" que sin corregir por factores de confusión.
Como se ve en la gráfica de la derecha, la probabilidad de morir por COVID-19 no era 19 veces mayor, sino "sólo 10 veces mayor" (RR=10.1) si tenías niveles deficientes respecto a tener niveles adecuados de Vitamina D (RR=1).
Para ponerlo en contexto, el riesgo de desarrollar cáncer de colon por comer mucha carne roja es de RR=1.18. En estudios observacionales (no experimentales) cualquier RR inferior a 2 no tiene valor, por los sesgos del resto de factores de la vida de esas personas estudiadas.
El RR de cáncer de pulmón por el tabaco es de X 20 (20 veces más frecuente). Ahí sí que hay una asociación clara. Con la carne, es insignificante y sujeto a miles de factores de confusión (mucha gente que come carne lo puede asociar con comida ultra-procesada, alcohol y una vida sedentaria, por ejemplo).
Aquí, tras corregir por factores de confusión, tener niveles bajos de Vitamina D multiplica por 10 el riesgo de morir por COVID-19.
Creo que los datos, tras analizar 780 pacientes, son bastante claros.
Un Riesgo Relativo 10 veces mayor de morir es un valor muy contundente.
El 86% de los ancianos en España y el 73% de los niños aragoneses
tienen niveles insuficientes de Vitamina D
El mejor indicador de los niveles de Vitamina D circulantes es el 25-OH D o Calcidiol (tras la 1ª hidroxilación de la Vitamina D3 en el hígado), que es su principal metabolito circulando en el plasma. Por eso, siempre que hablemos de niveles óptimos de vitamina D nos referiremos a 25-OH Vit D
En España los niveles de vitamina D en los ancianos son muy bajos. Se estima que un 86% de los ancianos de más de 65 años tienen insuficiencia de Vitamina D (< 30 ng/ml) siendo máxima en invierno (90,2% insuficientes) y mínima en verano (65% insuficientes) mientras que la deficiencia grave, con valores inferiores a 15 ng/ml es del 42% en invierno.
Los niveles medios de Vitamina D rondan los 20 ng/ml, en el límite entre la insuficiencia y la deficiencia (Mateo-Pascual 2014).
En el caso de los niños aragoneses, se ha visto que el 72,9% tienen niveles insuficientes (inferiores a 30 ng/ml), con un valor medio de 26 ng/ml. (Tesis Doctoral Inés Martínez Redondo 2019).
Para saber más sobre la Deficiencia de Vitamina D, uno de los mayores expertos en el mundo es el Dr. Michael F. Holick (Vitamin D Deficiency, 2007)
Vitamina D como inmuno moduladora: Protegiéndonos de la excesiva respuesta inmune llamada "Tormenta de Citoquinas"
Las funciones clásicamente conocidas de la vitamina D son regular la homeostasis (equilibrio) del calcio-fósforo y controlar el metabolismo óseo.
Sin embargo, en muchos estudios se ha observado la deficiencia de vitamina D en varias enfermedades crónicas asociadas con un aumento de la inflamación y la disregulación del sistema inmune, como la diabetes, el asma y la artritis reumatoide. Estas observaciones, junto con estudios experimentales, sugieren un papel crítico de la vitamina D en la modulación de la función inmune.
Esto refuerza la hipótesis del papel de la vitamina D para mantener un sistema inmunitario saludable.
Dos observaciones clave validan esta importante acción no clásica de la vitamina D:
1. El receptor de la vitamina D (VDR) se expresa en la mayoría de las células del sistema inmunitario, incluidos los linfocitos B y T, los monocitos, los macrófagos y las células dendríticas.
2. Existe un metabolismo activo de conversión de la vitamina D en las propias células inmunes, que pueden convertir el calcidiol 25 (OH) D en Calcitriol, 1,25 (OH) D, su forma activa.
Es decir, que esta activación de la forma activa de la Vitamina D no sólo ocurre en el riñón con la 2ª hidroxilación, en relación con el calcio y fósforo del plasma. Ocurre en muchas otras células del cuerpo, entre ellas, las del sistema inmunitario.
Ahí es donde entra tener unos niveles óptimos de 25-OH Vit D, al menos por encima de 30 ng/ml, y si rondan los 40 ng/ml, mucho mejor.
Es decir, que esta activación de la forma activa de la Vitamina D no sólo ocurre en el riñón con la 2ª hidroxilación, en relación con el calcio y fósforo del plasma. Ocurre en muchas otras células del cuerpo, entre ellas, las del sistema inmunitario.
Ahí es donde entra tener unos niveles óptimos de 25-OH Vit D, al menos por encima de 30 ng/ml, y si rondan los 40 ng/ml, mucho mejor.
La señalización de vitamina D y de su receptor VDR tienen un papel supresor sobre la autoinmunidad y un efecto antiinflamatorio, promoviendo las células dendríticas, la diferenciación reguladora de células T, la reducción de la respuesta de células T CD4-Helper TH17 y la reducción de la secreción de citocinas inflamatorias. (Sassi 2018)
¿Cómo puedo obtener niveles adecuados de Vitamina D?
La principales fuentes de vitamina D son:
- La Exposición Solar sobre la piel. EL FACTOR PRINCIPAL (primavera y verano)
- La ingesta de alimentos ricos en vitamina D (pescados azules especialmente)
- La suplementación (o los rayos UV-B), en otoño e invierno
Alimentación (un pequeño % de nuestra Vit D):
Es muy difícil tener niveles adecuados sólo con la alimentación, que nos daría un 20-30% de nuestra dosis de vitamina D desde pescados azules como el salmón, las sardinas (el mejor pescado azul, por su pequeño tamaño y su escaso mercurio), la caballa, el arenque, el atún (cuanto más grande, más mercurio acumulado) y también en huevos (ese súper alimento que debemos tomar a diario), quesos y setas (especialmente si las ponemos al sol).
Suplementación (si no tenemos acceso al sol y para otoño e invierno):
En otoño e invierno, en nuestra latitud (41º) no se genera vitamina D (aunque estemos 1 hora en diciembre en bañador en una terraza), con lo que nos quedan las opciones de la alimentación, la suplementación o también una sesión semanal de 8 min rayos UV-B (la opción más inteligente y completa en personas de más de 50 años).
Aunque las asociaciones pediátricas recomiendan entre 400 y 800 Unidades Internacionales (UI) diarias de Vitamina D3 según los grupos de edad en pediatría, muchos autores consideran que estamos dando dosis muy pequeñas y que, especialmente en otoño e invierno, se debería suplementar con, al menos 1.000 UI diarias a los niños pequeños y 2.000 UI diarias a niños mayores.
En ancianos las dosis pueden ser incluso mayores de hasta 3.500 UI diarias. Se ha visto que dosis de hasta 10.000 UI diarias durante 6 meses no producen toxicidad.
Para dar 3.500 UI diarias (por ejemplo, a un anciano que tenga valores muy bajos, inferiores a 20 ng/ml), podemos dar un frasco de 25.000 UI semanal, por ejemplo.
4.000 UI equivalen a 100 microgramos, es decir, 0,1 mg
Podemos tomar gotas de 200 UI de forma diaria (5 gotas serían 1.000 UI y 10 gotas serían 2.000 UI).
Se estima que por cada 100 UI diarias subiremos nuestros niveles de 25-OH Vit D en 1 ng/ml.
Es decir, si una persona tiene al final del invierno como sería marzo (la época de niveles más bajos), unos niveles de deficiencia importante como 15 ng/ml, tomando 2.000 UI diarias subiría a 35 ng/ml y tomando 3.500 UI diarias (un frasquito de 25.000 UI semanal) subiría a 40-50 ng/ml (se sube menos de 1 ng/ml por cada 100 UI partiendo de estados tan deficientes).
Los valores considerados normales están por encima de 30 ng/ml. Por debajo de dichos valores ya empieza a elevarse la Hormona Paratiroidea para compensar la resorción de calcio desde los huesos.
Pero se ha visto que es en valores entre los 40-50 ng/ml donde se empiezan a ver muchas de sus funciones inmunomoduladoras y anti-cancerígenas (a detallar en una futura entrada) al inhibir la proliferación celular aberrante, especialmente en células de la próstata, la mama, el pulmón y el colon. La asociación (inversa) entre niveles de vitamina D y cáncer de colon es muy superior a la posible asociación de la carne roja y el cáncer de colon (a explicar en una futura entrada).
El sol de otoño e invierno no nos sirve para formar vitamina D.
Sólo el SOL ALTO de primavera y verano y sólo sin protección (un tiempo limitado, sin quemarnos)
Para que los rayos UV-B del sol atraviesen la capa de ozono y produzcan Vitamina D3 en nuestra piel tienen que hacerlo en un ángulo relativamente vertical, de 45º o superior. Es decir, si tu sombra es más larga que tú, apenas generarás vitamina D (otoño e invierno). Tu sombra tiene que ser igual o más corta que tú para generar vitamina D (primavera y verano).
Se ha visto que en lugares en latitudes superiores a los 35º no se produce nada de vitamina D de noviembre a febrero. Cádiz está a 36º y Huesca a 42º (igual que Boston, MS). Es decir, que en la Península Ibérica, de noviembre a febrero no fabricaremos vitamina D. Necesitaremos suplementos o (en personas mayores, una sesión semanal de rayos UV-B, completamente desnudos, tapándonos la cara durante los 8 min de sesión, pues la cara es la zona que más radiación UV acumula durante toda la vida y donde aparecerán los cánceres de piel no-melanomas).
Por eso, debemos de entender que en otoño e invierno, no vamos a generar nada de Vitamina D. El sol seguirá siendo muy beneficioso, pues sus rayos UV-A, que sí que atraviesan en diagonal la capa de ozono, tienen beneficios como la liberación de óxido nítrico, que ayuda a la vasodilatación y nos reduce la tensión arterial. También la luz del sol por las mañanas nos ayuda a poner en hora nuestro reloj circadiano, permitiéndonos luego conciliar mejor el sueño por las noches. El sol es parte de nuestra vida.
Ahora que llega mayo, el sol ya se eleva mucho en el horizonte y se pone muy vertical en las horas centrales del día. Así, si en marzo sólo obtendríamos vitamina D entre las 12 y las 3 de la tarde, ahora en mayo el sol estará lo suficientemente alto desde las 11 de la mañana a las 5 de la tarde. También nos quemaremos antes y quemarse el algo que no debe de ocurrir nunca. Tenemos un margen desde el tiempo necesario para generar suficiente vitamina D (de sol alto, sin protección) y el tiempo para quemarnos.
Para entender esto, podemos explicar la llamada Dosis Mínima de Eritema (D.M.E)
La Dosis Mínima de Eritema: Según nuestro fototipo, la hora del día, la latitud, época del año.
Sólo el sol "que quema" produce vitamina D. El sol de invierno ni quema ni la produce. Y si nos ponemos crema para el sol, no producimos Vitamina D, pues las cremas protectoras para el sol bloquean los rayos UV-B de forma muy eficaz (Una crema con SPF de 8 nos bloqueará el 90% de los rayos UV-B).
De modo que aquí tenemos un dilema. Sólo el sol que quema produce vitamina D, pero no debemos quemarnos. Quemarse es lo que más se relaciona con el melanoma.
La D.M.E o Dosis Mínima de Eritema es el tiempo que necesitamos para que nuestra piel se torne un poco rosa o con un inicio de enrojecimiento, sin llegar a ser una quemadura leve.
Esa DME depende principalmente de nuestro fototipo o color de piel y de la verticalidad del sol. Es decir, depende de varios factores:
- Hora del día (más vertical entre las 12 y las 16 horas)
- Época del año (más vertical en primavera y verano)
- Latitud: Más vertical en zonas cercanas al Ecuador, como Canarias, que en el norte de España
- Nuestro color de piel: Fototipo y moreno que hayamos conseguido los días previos.
Una D.M.E. puede equivaler a 10.000-20.000 UI de Vitamina D...
Se sabe que si estamos con la mayor parte del cuerpo descubierto (en bañador), si nos exponemos el tiempo necesario para tener un leve enrojecimiento de nuestra piel, podemos generar entre 10.000 y 20.000 UI de Vitamina D3 equivalente a suplementarse con dicha cantidad. Pero con muchos más beneficios.
La Vitamina D3 de suplementos sólo dura 2-3 semanas almacenada en el tejido adiposo, pero dura el doble si se genera desde la exposición solar, con lo que las rentas del sol de septiembre nos pueden durar hasta final de noviembre.
Basta exponerse la mitad de una D.M.E, para generar cerca de 5.000-10.000 UI de Vit D3
No estamos recomendando que todos nos pongamos rojos sino algo muy distinto.
Si uno sabe a partir de qué tiempo puede a empezar a ponerse algo rojo, se recomienda exponerse, sin protección solar, como máximo, LA MITAD DE ESE TIEMPO DE M.E.D, de modo que produciremos (según lo desnudos que estemos, exponiendo más o menos superficie de piel), entre 5.000 y 10.000 UI
Por ejemplo, una persona en Aragón, con una piel mediterránea, del fototipo 3, que tiende a ponerse morena, pero que se puede quemar si está demasiado tiempo al sol, podría estimar que se pondría roja con el sol de mayo-junio a partir de los 20-30 min. Pues entonces se recomienda exponerse la mitad de ese tiempo sin protección, unos 15 min, antes de protegerse con ropa o con crema.
Conforme esa persona vaya cogiendo moreno conforme avance la primavera, esa melanina protectora elevaría su protección, como si llevara puesta una crema SPF 2 o SPF 3, multiplicando por 2 o por 3 su tiempo de exposición.
Es decir, cuanto más morena está una persona, más tiempo puede estar al sol sin quemarse y también necesita más tiempo para generar la misma cantidad de Vitamina D que cuando estaba sin moreno, hasta 3 veces más, de 15 a 45 min, por ejemplo.
Cuanta más superficie expuesta, menos tiempo necesario para generar vitamina D. Podemos tumbarnos 15 min de cara (1/2 DME) y otros 15 min de espalda (1/2 DME) consiguiendo el doble de Vit D con la mitad de exposición.
Por eso, cuando paseemos estos días que de relajación del confinamiento, lo más inteligente sería (si nos dejaran o si estamos en el campo o una finca privada o en la playa) quitarnos la camiseta durante 15 minutos o ir con unos tirantes o manga muy corta y pantalones cortos. La idea es exponer más superficie de piel al sol para necesitar menos tiempo de exposición para generar la cantidad necesaria.
Como en esta foto de Raúl Criado, podemo salir a correr y, durante unos 15 min, quitarnos la camiseta, para exponer más superficie al sol durante un pequeño espacio de tiempo
Habitualmente vamos por la calle vestidos y sólo nuestra cara y nuestras manos ven el sol. Justamente las zonas del cuerpo que más radiación UV acumulan durante toda la vida, envejeciendo. Deberíamos proteger la cara del sol (con un gorro) y mejor exponer partes del cuerpo que no suelen ver el sol la mayor parte del año, como pecho y espalda, dentro de la discreción y la legalidad. Las prendas de tirantes exponen cuello, espalda y hombros comparadas con prendas de manga corta, que sólo exponen los antebrazos, poca superficie.
¿Y el cáncer de piel?
Cuando hablamos de sol y piel pensamos, erróneamente, en melanoma, un cáncer de piel muy agresivo.
Quemarse sí que predispone al melanoma, sin embargo, la exposición crónica, ocupacional (labrador, pescador, obrero), se ha visto que "protege del melanoma" y, que en caso de tenerlo, nuestra supervivencia será mayor con mayores niveles de Vitamina D.
Pese a la creencia popular, el melanoma se da más frecuentemente en personas que trabajan en interiores (Los rayos UV-A sí que atraviesan el cristal) y en áreas poco expuestas al sol (melanoma ungueal, melanoma plantar). También se da más en personas de piel muy blanca (fototipo 1), pelirrojos, que se queman con mucha facilidad.
Quemarse sí que predispone al melanoma, especialmente quemaduras en la infancia, adolescencia y juventud y tenemos que evitarlas. Pero la "exposición responsable" al sol nos protegerá de muchos otros cánceres, pues los niveles de Vitamina D tienen una acción de supresión del crecimiento celular aberrante, protegiéndonos del cáncer.
Existe una relación entre mayor exposición al sol y menor riesgo de muchos tipos de cáncer: próstata (estudio), pulmón (estudio), pecho (estudio, estudio), colorrectal (estudio), leucemia (estudio), páncreas (estudio), vejiga (estudio), linfoma (estudio) etc.
El cáncer de piel asociado a la exposición crónica al sol es el Cáncer No-Melanoma, como el carcinoma Basocelular y el Espinocelular, que suelen aparecer en áreas de la cara y cuero cabelludo tras muchos años de exposición al sol, como ocurre en agricultores, pescadores y en general con la exposición ocupacional al sol en zonas como mejillas, labios, cejas, pabellones auriculares y cuero cabelludo. Son cánceres que no suelen dar metástasis y aunque localmente pueden ser puntualmente agresivos, se suelen extirpar con bisturí y tienen una supervivencia superior al 99%, cercana al 100%.
Por eso debemos protegernos la cara y, especialmente las personas con calvicie, siempre el cuero cabelludo con un gorro. Y a la vez, podemos exponernos zonas menos frecuentemente expuestas, como tórax y espalda.
Es decir, si yo fuera agricultor, iría con un gorro de ala ancha al campo. Pero allí, me quitaría la camiseta al menos 15-20 min cada día. Conforme cogiera moreno protector, podría estar 30 min sin camiseta, con todos los beneficios del sol, más allá de la vitamina D.
Ahora que nos van a ir dejando salir cada día un poco más, disfrutemos del sol, con responsabilidad, sin quemarnos, aprovechando todos sus beneficios, además de obtener niveles adecuados de vitamina D.
Cuídense,
Jorge García-Dihinx Villanova
Pediatra Hospital San Jorge de Huesca
Les dejo aquí una entrevista que me hicieron en Aragón Televisión (Programa Otro Punto de Vista) en junio del año pasado, sobre los beneficios de una exposición responsable al sol