miércoles, 16 de marzo de 2022

LA BUENA HUELLA: cómo abrir la traza en el esquí de montaña, por Julio Benedé Aísa

 

Siguiendo una huella muy bien trazada, con lazadas amplias, de inclinación suave


La buena huella, cómo abrir la traza en el esquí de montaña


Por Julio Benedé Aísa

Hace unos años, Julio Benedé me enseñó este decálogo de la buena traza,
manuscrito en un cuaderno, mientras tomábamos una cerveza en la Casa de Piedra tras terminar una ruta de esquí de montaña. 
En dicho decálogo enumeraba las características que tiene que tener una buena traza, una buena huella en la nieve, especialmente los días de nieve polvo profunda, en los que una buena huella hace la diferencia de que un grupo llegue o no a la cima o llegue más descansado.

Una buena huella (gran responsabilidad del que abre la huella y, a la vez, un arte) puede facilitar enormemente la progresión del resto de compañeros. Pero una mala huella, demasiado inclinada o con demasiadas zetas, puede cansar a los más débiles y comprometer la ascensión.

Una buena huella debería subir siempre, sin ir en "plano" en lo posible, y hacerlo de forma suave, sin cansar al grupo. Debería reducir el número de vueltas maría (que cansan a los que no tienen tanta técnica en las conversiones) y trazar de forma lógica hacia el objetivo deseado. Debería evitar vueltas maría en zonas expuestas. Debería trazar más suave o casi llana en zonas expuestas a aludes para que todos crucen rápido y, en algunos tramos, elegirá redondear la curva en lugar de hacer una vuelta maría.

Aquí os dejo el decálogo de Julio Benedé y después varias fotos ejemplo de lo que considero una huella idónea y lo que creo que es una mala huella.

Gracias Julio, por enseñarnos desde el Día Uno a todos (a todos los que quieren aprender, claro)

Jorge García-Dihinx Vilanova

En la foto, Natalia Román, subiendo al Sacroux, Llanos del Hospital, Benasque



LA TRAZA

Pautas para una buena huella

Julio Benedé Aisa

Abrir la huella es una labor de equipo que ha de servir para la óptima progresión del grupo. Los esquiadores más fuertes se van relavando, abriendo una traza cómoda y segura, adaptada a la calidad de la nieve, al relieve y al nivel del colectivo.

Decálogo:                                                En la foto, Julio Benedé, abriendo huella hacia su amado Forátulas

1-    El primero abre la huella, el segundo la acondiciona y a partir del tercer, la
disfrutan. La caja de anchura cómoda (caballón). “Picar” en los pasos difíciles.

2-     Ha de estar orientada a alcanzar un objetivo visible.

3-    Con pendiente suave, pero continua que permita mantener el buen ritmo de progresión.

4-    Debe buscar los fondos planos o del valle, evitando las medias laderas. Primero ganar la distancia, después el desnivel.

5-    Evitar el exceso de vueltas María en beneficio de las vueltas progresivas. Aprovechar el ancho de las palas y evitar vueltas difíciles.

6-    Adaptada al relieve del terreno, tanto a rellanos como a “bandejas”. Gestionar la pendiente a vista y al tacto de los pies. En caso de duda, elegir siempre el punto más bajo (evita descensos incómodos en casos de rectificación)

7-    Ha de ser segura. Alejada de zonas amenazadas por avalanchas y evitando pasos colgados o expuestos

8-    En nieve dura la huella es orientativa ya que el agarra de las tablas puede ser muy variable. La traza puede ser muy directa (foca plana) o muy suave (solo cantos)

9-    En protocolo de seguridad por riesgo de avalancha: se aumentará la distancia de separación (30 m) para evitar la sobrecarga, evitar las convexidades, pasar a zetas cortas para no cortar la pala completa y transitar por su parte más alta.

10- La huella es el cordón guía para una eventual retirada. Evitar los “subes y bajas” en lo posible. Controlar que no desaparezca por la ventisca, riesgo de pérdida o desorientación. Trazar pensando siempre en la bajada o retirada.

La buena huella se distingue porque no la sigue casi nadie; ni siquiera los que van a pie.

Julio Benedé Aísa


Ahí van unos ejemplos que he ido sacando de las fotos de mi ordenador


Buena huella, con traza suave, subiendo al Piz Buin


Amplias zetas de suave inclinación, muy bien trazadas



Enrique Lardiés y Romo trazando en la cara SW de Punta Agüerri

Largas zetas con pendiente suave, suavizando aún más el final de la zeta, antes de la vuelta maría



En la bajada de Punta Agüerri se ve mejor el buen trazado de las amplias zetas de subida



Estos dos tipos de huella (corta y larga) vimos el otro día en los Alpes Suizos de Bannalpsee.

Es preferible salvar el mismo desnivel con 4 vueltas maría que con 14 vueltas maría. Cuantas menos vueltas maría (conversiones) hagamos, más cómodo será para el grupo



Mismo ejemplo. Aquí se dan demasiadas vueltas maría al hacer las zetas tan cortas.

Con 2 amplias zetas (a lo "moraga") se podría salvar toda la pendiente hasta el depósito de esquís en la roca, con menos esfuerzo. En la foto, Natalia Román (Pyreneean Tiger)



Buena traza, en dos zetas, para salvar 100 m de desnivel sin apenas necesidad de hacer vueltas maría



En zonas de poca pendiente, hay que intentar que la huella nunca vaya hacia abajo. Que siempre suba o traza llana, para poder aprovechar ese "raíl de tren" para volver enchufados en él y no remar


Si vamos a volver por la misma ruta, deberemos evitar trazar hacia abajo, pues luego la huella no nos servirá como "cordón umbilical" para volver por ella sin necesidad de remar.

En esta ocasión, era una ruta circular y no volvíamos por esta huella. Moran Ludwig y Natalia Román


En este caso, la buena huella, que no bajaba a la ida, permitía una buena vuelta "enchufados" en el raíl de tren para volver sin necesidad de remar. Suko, volviendo de Diente de Batanes



El que abre huella debe "visualizar" por dónde irá la traza más idónea al objetivo a subir.

En este caso, salvando barrancos y eligiendo el terreno más cómodo para ascender



Amplias zetas de suave inclinación hacen que los más débiles del grupo suban sin darse cuenta, sin cansarse. Subida al Pic de Benou, desde Astún



Magnífica huella al Pic de Gabardere en el Valle de Arrious.

El final de la zeta se suaviza, para facilitar la vuelta maría con el esquí de apoyo plano, perpendicular a la pendiente



De nuevo, es importante suavizar la pendiente ante de la vuelta maría, como se ve en esta foto.

Buena huella subiendo al Feniás por su amplia e inclinada cuenca intermedia



En esta imagen, Ángel Moraga traza leyendo bien la pendiente y espera al lomo para girar y ahorrar fuerzas. Subida por la Cubetilla al Sanchacollons.



Huella profunda tras grandes nevadas en la clásica Facera (El Verde) en Panticosa



Rampa final al Feniás, zetas amplias y suaves



La traza debe de adecuarse al relieve. En este caso, se adapta a la cuenca de acceso final a la cima, en los Alpes suizos



La vuelta maría se debe de intentar hacer allí donde no haya exposición.

En este caso, el trazador marcó el giro antes de meterse en el tramo expuesto a las rocas de debajo



La huella va sorteando los accidentes orográficos de modo que siempre tenga un leve ascenso, sin bajar en ningún momento. Sector del Portalet



Una huella suave se sigue sin cansarte, sin uno darse cuenta



Sin embargo, si el trazador "en forma" la inclina más, como en este caso, el resto del grupo sufre la inclinación. Te cansas, lo notas. Tienes que tirar de bastón y empiezas a jadear. No debemos trazar una huella tan inclinada que canse al grupo



Las huellas suaves y amplias son ideales, como ésta trazada por Adrián Roche hacia Tendeñera




Cuando ambas huellas son buenas, hasta Tuca no sabe por cual decidirse!!

F I N


Abrir una buena huella es un arte que nos encanta a la mayoría de los que practicamos este precioso deporte.


Gracias por tus enseñanzas, Julio

jueves, 10 de marzo de 2022

Hasenstöck y Luchernstöck, dos ascensiones en Bannalpsee, Oberrickenbach, ENGELBERG, SUIZA 26 feb 2022

 

Natalia, en la primera ascensión del día


Hasenstöck (2.719m) y Luchernstock (2.639m)

Dos ascensiones en Bannalpsee, Oberrickenbach

SECTOR DE ENGELBERG, SUIZA

Sábado 26 feb 2022

Este sábado 26 de febrero se esperaba un bello día soleado, tras los 15-20 cm caídos la víspera, sin viento.
El parte de aludes local (https://whiterisk.ch/en) daba sólo Riesgo 2 de aludes y las nortes estaban con una nieve polvo perfecta.
En fines de semana así, los suizos madrugan, para poder esquiar las mejores laderas sin las huellas de otros. Pero si madrugas también te tocará abrir huella, claro.

Nosotros ese día decidimos no madrugar, pues se esperaba frío y con el día ya alargando de final de febrero y la huella abierta, sabíamos que podríamos hacer 2 ascensiones.

Cogimos el tren en Goldau (donde vive Natalia) a las 08:20 AM a Luzerna y allí otro tren a Wolfenschiessen y de allí, el bus final a Oberrickenbach, donde llegaríamos a las 9:49 h, al pie de la estación de esquí de Bannalpsee.

Tomamos la Telecabina que te sube de 900m a 1.700m, para hacer dos ascensiones de 1.000m cada una, con parada en medio a comer algo en el restaurante que se ve en la foto, al sol. 


Subimos primero a la antecima del Hasenstöck (2.719m) y aún encontramos buenas palas sin pisar huellas viejas.

Luego paramos en el restaurante de Urnerstafel (1.693m) a tomar un caldo caliente y unas patatas fritas por su sitio antes de hacer la segunda subida ya por la tarde ahora que el día alarga..


La segunda subida, al Lauchernstock (2.639m) la haríamos de las 14 h a 17
horas. L
legamos a la segunda cima a las 4 PM, todavía con más de 2 horas de luz hasta la puesta de sol.
Allí estábamos, los dos solos, con un mar de nubes hacia el SW sobre el cual todavía lucía el sol fuerte de final de febrero. Yo no me podía creer las vistas que teníamos a 360º.
Hacía ya horas que no quedaba nadie por la zona, pues aquí les gusta madrugar y terminar pronto la actividad.
Sobre las 4 y media iniciamos el descenso hacia Bannalpasee.


Tras llegar al llano del restaurante, a 1.700m, remontamos con pieles 100 m por las pistas para así poder bajar los últimos 900 m esquiando hasta Oberrickenbach.

Llegaríamos 15 min antes del bus, para recorrer en sentido inverso el recorrido de la mañana, de vuelta a Lucerna y de allí a Goldau

En Suiza, esquís anchos y largos: Aquí la gente lleva esquís con anchos de patín de 100mm de media, muchos más anchos que mis humildes 85mm (que es lo más ancho que tengo!). Natalia este día fue con sus tablas de 105 mm y volaba...
En el Pirineo hacemos más "esquí control". Aquí se esquía con velocidad, a veces demasiada velocidad, con menos giros. Pero claro, con este polvo tan rápido, a los suizos les gusta volar...

Después de tantos años en el Pirineo, conocer estos entornos me está abriendo una perspectiva distinta del esquí de montaña y una "confianza" en las rutas por caras nortes en invierno (buscando el polvo) que no tenía antes (las temía por placas). Cada año vamos aprendiendo cosas nuevas, como todo en la vida...
Basta no tener pereza, como si tuviéramos 30 años otra vez...

Jorge García-Dihinx
y Natalia Román


Dejo aquí un vídeo hecho con las grabaciones del móvil y algunas fotos insertadas



El mapa de Strava con la ruta



Y algunas de las fotos del día


Natalia en la estación de tren de Lucerna, café en mano, antes de entrar al tren
Sus esquís de 105 mm de patín ya me anunciaban el polvo que íbamos a encontrar


Tras llegar a la cota 1.700m con la telecabina, este era el panorama que veías al salir...


Los suizos madrugadores ya habían abierto huella. Esa sería la de nuestra segunda ascensión del día
Me dan un poco de respeto las caras norte a 30º de inclinación, pero ese día el Riesgo de aludes era Limitado (2) y no había ningún signo de aludes miraras donde miraras



Salida hacia la primera cima. Se ve la huella ya abierta, que nos facilitaría mucho la ascensión


Dejamos atrás el Restaurante al que bajaremos entre una y otra ascensión


Menuda cara de felicidad

A ratos nos da el sol... lo cual se agradece, por el frío que había en la sombra


Mirando las huellas de los que ya han madrugado



Lugar donde pararíamos a quitar pieles, pues el viento azotaba fuerte en la cima del Hasenstöck, unos metros más arriba


Nuestras huellas, vistas luego desde nuestra segunda cima

Se ve que llegamos hasta la zona de sombra sin llegar a la cima, donde soplaba mucho esa mañana. En esta foto, sacada 3 horas más tarde, el viento ya había parado

Parada a tomar un buen caldo caliente entre la 1ª y la 2ª cima


Salimos hacia la segunda cima, el Laucherstöck


Felicidad cuando salimos al sol


Las huellas de los esquiadores de la mañana nos anuncian lo que nos viene


Precioso lugar...


El macizo de detrás era espectacular


El mar de nubes daba un aspecto dramático a los últimos metros


Últimos metros a la cima del Lauchernstöck


Foto de cima con Natalia (aka Pyreneean Tiger)


Última bajada a última hora de la tarde, hasta la base de la telecabina, en Oberrickenbach


Volviendo a la parada del autobús

Y colorín colorado, esta jornada se ha terminado!

Natalia Román y Jorge García-Dihinx