Pantallazo del contador de visitas, hoy lunes 30 de enero de 2017 a las 17:35 horas
Todavía queda la tarde de hoy y el día de mañana, 31 de enero. Esta noche llegará a las 400.000 visitas
Enero 2017: Récord de visitas en el blog, más de 400.000
A falta de las horas que le quedan a la tarde de hoy y a las horas de mañana martes 31 de enero, el contador de visitas de la meteo que viene ya suma 397.200 visitas en lo que llevamos de mes.
Cuando el blog se inició en el invierno de 2.009 (mirar la parte izda de la gráfica), en los meses buenos (los de la nieve) llegábamos a las 100.000 visitas mensuales durante esos primeros dos años. Los valles eran las épocas de verano y otoño.
Luego, en los dos años siguientes, en invierno ya conseguimos subir a las 220.000 visitas por mes, lo que equivalía a más de 7.000 visitas de media al día (10.000 los jueves y unas 3.000 en fin de semana y mitad de semana).
Pero hace 3 años por fin llegamos a la mítica barrera de los 300.000 en un mes. El año pasado conseguimos de nuevo repetir esa cifra en los meses de más nieve. Para mí ese era el límite y pensaba que mantenernos allí ya sería muy meritorio.
Pero si os fijáis en la gráfica, este último verano (los valles son los veranos y otoños) el valle apenas bajó, manteniéndose las visitas mensuales siempre por encima de 220.000 incluso en esos meses flojos de verano.
Y este otoño, la cosa se lanzó incluso antes de la nieve.
Viendo el contenido en el que pincha la gente, puedo comprobar que gran parte de este aumento de visitas se debe a las entradas sobe alimentación, colesterol, entrenamiento, grasas y azúcares, etc...
De forma que esta noche superaremos a la mítica cifra de 400.000 visitas en un sólo mes, lo que da una media de 13.000 visitas diarias, algo impensable.
Creo que el blog debería llamarse La Meteo que viene Low Carb... jajaja
Gracias a todos...
Espero que lo que aquí encontréis cuando entréis en este humilde blog os sea útil y os agradezco a todos vuestro interés en estas líneas que aquí vertimos cada semana, ya sea de meteo, de montaña, de alimentación, salud o entrenamiento.
No hay ninguna verdad absoluta en meteo, alimentación o salud (salvo que la insulina engorda, claro, jaja), pero intentamos poner un poco de luz a las dudas que van surgiendo. Gracias por vuestro respeto y por vuestras opiniones, las críticas y los elogios. De todas se aprende.
Un cariñoso saludo a todos, queridos lectores.
Jorge García-Dihinx Villanova
Todavía Pediatra del Hospital de Barbastro IHAN, donde esta mañana nos hemos hecho esta foto.
P.D: En un ratín, la meteo de la semana, tranquila y templada martes y miércoles, pero revuelta de jueves en adelante...
Aquí tenéis el vídeo con la entrevista de 20 minutos que Gabriel le hace al Profesor Tim Noakes
Manejando mejor la diabetes con una alimentación baja en carbohidratos y alta en grasas Entrevista de Gabriel (Diabetes tipo 1) al Profesor Tim Noakes (Diabetes tipo 2)
Cuando un niño debuta con una diabetes tipo 1, tras una fase de compensación de su deshidratación y se su desequilibrio metabólico, se le proporciona una educación diabetológica en el hospital los días siguientes a su debut diabético.
En la educación diabetológica e les explica qué alimentos suben más el azúcar en la sangre y cuáles menos y qué unidades de insulina deben pincharse, especialmente tras la ingesta de carbohidratos.
Cuando ingieren grasas no deben inyectarse insulina rápida. Ésta la deben inyectar según las raciones de carbohidratos de su dieta. A más raciones de carbohidratos, más subirá el azúcar y más dosis de insulina deberán pincharse.
Al escuchar esto, en esa educación de los primeros días, muchos padres preguntan...
"Entonces, si lo que más sube el azúcar (algo a lo que mi hijo es intolerante) son los carbohidratos (pan, pasta, arroz, cereal, galletas, fruta, etc)...
¿qué tal si los reduzco, digamos a un 10-20% y así mi hijo no tendrá que pincharse tanto?"
A esta pregunta, tan lógica, les respondemos con esta respuesta:
"No puede ser. El 50-60 % de las calorías del día deben ser constituidas por carbohidratos"
Entonces el padre suele replicar:
"¿Pero no son los carbohidratos los que le suben el azúcar y los que le hacen que tenga que pincharse más y más insulina?"
El médico responde: Sí.
El padre:
"¿Entonces... por qué no puedo tomar más grasas y proteínas y menos carbohidratos y así pincharle menos insulina?"
Médico: "Porque la Asociación Americana de Diabetes así lo dice"
Así es señores.
Todavía los expertos creen que los carbohidratos son tan necesarios para medrar, para crecer, para vivir.
Las guías "oficiales" del manejo de la diabetes recomiendan que un 50-60% de las calorías provengan de carbohidratos; un 20-30% de las proteínas y, si es posible, menos de un 30% a partir de las grasas, intentando evitar especialmente las grasas saturadas (por aquello de los infartos). La hipótesis lipídica, la fobia a las grasas y el fraudulento "Estudio de los 7 países" de Ancel
Keys, están en la última edición del Nelson (Tratado de Pediatría) como un dogma de verdad bíbilica. Cuando sabemos que dicho estudio fue un fraude, ocultando el resultado de 15 de los 22 países estudiados. Aún sigue en voga, como si el sol siguiera girando alrededor de la tierra. No sólo hizo trampas, sino que se trató de un estudio de asociación, lo cual nunca prueba causalidad. Hay que probarla luego con un estudio experimental. ¿Ha sido probada la hipótesis lipídica?. Pues no. Nunca.
Estas "recomendaciones oficiales" meten a los niños (y adultos) en una difícil montaña rusa de hiper e hipoglucemias (subidas y bajadas de azúcar en la sangre) que tienen que intentar compensar con altas dosis de insulina, con el riesgo de pasarse o quedarse cortos. Una vida llena de highs and lows, de subes y bajas continuos, debido a la rápida subida del azúcar tras la ingesta de carbohidratos y a la vida media corta de los mismos, con bajada igual de rápida tras la inyección de insulina.
Sin embargo, una dieta alta en grasas produce variaciones mínimas en el azúcar en la sangre, más fácilmente controlables con dosis pequeñitasde insulina.
Es "la ley de los pequeños números". Con dosis pequeñas, los errores son pequeños. Con dosis grandes, los errores (hipos e hiperglucemias) son grandes. Igual que conducir a 30 km/h (fácil corregir los errores con el volante) a diferencia de conducir a 200 km/h, donde un pequeño error puede traer muy malas consecuencias.
La ley de los pequeños números empleará menores dosis de insulina...
Mal negocio para la industria farmacológica de las insulinas...
La misma industria que financia los congresos de diabetes a nivel mundial...
Poderoso caballero es... (Terminen ustedes la frase).
Pues bien:
Empieza a haber niños con diabetes tipo 1 (y sus padres) que desafían esta creencia convencional de que necesitan tantos carbohidratos y tanta insulina para manejar su diabetes. Pocos médicos creen que se puede vivir con pocos carbohidratos, que realmente no existe ningún carbohidrato esencial. Que sí que existen grasas y proteínas esenciales y que precisamente son estos principios inmediatos (grasas y proteínas) los que facilitarán la vida y mejorarán la salud de las personas con diabetes, al subir la insulina de forma muchísimo menor, prácticamente nada con las grasas y un poco con las proteínas.
Uno de esos niños es Gabriel, desde un tiempo después de ser diagnosticado con diabetes tipo 1 inició una alimentación más adecuada, baja en carbohidratos y alta en grasas saludables.
Sus dosis de insulina son mucho menores de las que utilizaba siguiendo las iniciales recomendaciones oficiales y sus parámetros metabólicos (Hemoglobina Glicada: HbA1c) son mucho más saludables, casi como los de un niño sin la enfermedad. Tiene derecho a tener una HbA1c de 5.4 como un niño normal. No una HbA1c de 7 que es "el humilde objetivo" que proponemos a los niños con DM-1. Claro, con tanto sube y baja, mejor será que estén un poco altos de azúcar (aunque dañe sus arterias) que no bajos y que les de una hipoglucemia grave.
En esta ocasión el niño entrevista al Profesor Tim Noakes, una eminencia en metabolismo y en alimentación Low Carb (baja en carbohidratos), además de haber sido un campeón del ultra running y desafortunadamente, tras tantos años de alimentación alta en carbohidratos, un reciente diabético tipo 2 (Insulino Resistencia tras años y años de tanto carbohidrato).
Una diabetes tipo 2 que él ahora maneja y controla con su dieta, baja en carbohidratos y alta en grasas, sin necesidad de medicación. Ah, pero se puede? Sí; y se debe.
El Profesor Tim Noakes da charlas por medio mundo. En este caso, Gabriel le hace la entrevista al Profesor.
En la entrevista se preguntan:
¿Cuándo verán los médicos que la solución para la diabetes, tipo 1 y tipo 2 está en reducir los carbohidratos y aumentar las grasas?
La industria de las insulinas tiene mucho poder...
No va a ser fácil luchar contra las dos fuerzas que se oponen:
1. El dinero que perderá la industria farmacológica (mucha menos insulina se prescribirá)
2. La fobia a las grasas, que aún creen que es la causa enfermedad cardiovascular.
La mayoría de los diabéticos se mueren de infartos y de complicaciones vasculares... pero no por la grasa que ingieren (no la ingieren, pues les han enseñado a temerla) sino por los continuos niveles altos tanto de azúcar como de insulina. Ambos inflamatorios, destructores de sus paredes arteriales.
Los médicos no lo hacemos bien.
¿Algún día cambiará?
La entrevista en sí:
Aquí voy a intentar escribir algunos de los párrafos de la conversación que mantienen en la entrevista, para los que no puedan entender esta entrevista en inglés:
Hablando de los dos tipos de diabetes que ambos padecen (TIpo 1 o infantil, en el caso de Gabriel y la tipo 2 o diabetes del adulto que padece Tim), éste último comenta que teniendo los conocimientos sobre cómo funcionan estos trastornos metabólicos, él se ve en la obligación de transmitir a otros la mejor manera de manejar y luchar contra estas dos enfermedades.
Tim comenta que la diabetes no es una enfermedad incurable (refiriéndose a la tipo 2) y que, si la manejas bien, no tiene porqué matarte por sus complicaciones (amputaciones, ceguera, infartos), pero sí lo hará si no haces bien las cosas y, como tú y yo sabemos (refiriéndose a Gabriel) todo empieza por la correcta alimentación.
Gabriel le pregunta: "¿Cómo manejabas sus "lows", tus bajadas de azúcar en tus carreras?
Tim Noakes responde: ""Las "hipos" (bajadas de azúcar) no ocurren por no tomar carbohidratos, sino por inyectarse uno demasiada insulina.
Los diabéticos tipo 1 consumen demasiados carbohidratos, dice Tim Noakes. Entonces tienen que pincharse grandes dosis de insulina, las cuales, a poco que te equivoques de más, llevan a la hipoglucemia (La ley de los grandes números... grandes errores).
En los diabéticos tipo 2 es distinto. Es un tema de mucha insulina secretada durante años de tanto carbohidrato en la dieta. Tanta insulina constante, tanto estímulo repetido, genera una resistencia en las células, que "ya no escuchan" a la insulina, hasta que un día el páncreas se cansa y la glucemia se dispara y da la cara la enfermedad. Hasta entonces, la glucemia en ayunas es un pobre marcador y retrasa mucho el diagnóstico. Muchos años antes (como le pasó a él, sin saberlo) la insulina en ayunas está alta y esto ayudaría a diagnosticar a muchos pacientes que, en unos años, desarrollarían la diabetes de forma completa.
La resistencia a la insulina hace que los niveles de glucosa en sangre sean altos y no bajos, dice Noakes. De hecho, en la diabetes tipo 2 estás incluso protegido de las "hipos", que nunca pueden ocurrir (salvo que nos sobre-dosifiquemos con insulina exógena, claro).
Gabriel pregunta: "¿Cuál es tu mayor arrepentimiento en los años previos a ser diagnosticado?
Tim Noakes: "Mi mayor error fue escuchar a los "expertos" y seguir su la alimentación "low fat high carb" (Baja en grasas y alta en carbohidratos refinados) que hoy se recomienda como el estándar "saludable".
Tim (67 años de edad) recuerda que, en su niñez, en los años 50 y 60, todo el mundo tomaba una alimentación alta en grasas (mantequilla, huevos, leche entera). Aquello era lo que todo el mundo hacía hasta los años 60. Y si te fijas en los niños de los años 60, todos o casi todos eran delgados.
Y si miras hoy a los niños el panorama es bien distinto, dice Tim.
Y la razón es la alimentación alta en carbohidratos refinados (pan, pasta, cereal, bollos, refrescos, etc)
Tras una infancia con pocos carbohidratos y más grasas, Tim comenta que luego fue a la facultad y tuvo que estudiar las enfermedades cardiovasculares en la Universidad de Ciudad del Cabo. Y allí le dijeron que para prevenir la enfermedad cardiovascular, su alimentación debía basarse en una dieta baja en grasas. Que debía evitar las grasas saturadas y debía comer margarina (un plástico de grasas trans, artificiales. Eso sí que que mata).
Y él lo aceptó y durante 35 años llevó una alimentación alta en carbohidratos y baja en grasas que, a pesar de su intensa dedicación al deporte como ultra runner, le llevó a desarrollar una diabetes tipo 2. Su padre falleció de la misma enfermedad. Tim ha heredado esos genes y, a pesar de ello, se expuso durante muchos años a esa alimentación recomendada alta en carbohidratos.
"No lo hice bien, dice.
Corría, hacía maratones, comía carbohidratos... y sólo miraba mi glucemia en ayunas.
Debería haber mirado mi insulina en ayunas, que durante años antes, ya tuve elevada, sin saberlo."
Comenta Tim la paradoja de que algunos diabéticos tipo 1 (que no tienen insulina y deben inyectársela) pueden, con el tiempo, incluso desarrollar una especie de diabetes tipo 2 al desarrollar resistencia a tanta insulina que se pinchan diariamente.
Esto se debe a las continuas ingestas de carbohidratos que les prescriben y que precisan de altas multi-dosis de insulinas diarias que, a la larga, producen resistencia a la insulina en sus células. Comenta el desafortunado mal manejo de estas DM tipo 1 con tanta insulina, convirtiendo a los pacientes en diabéticos tipo 1 y tipo 2 al mismo tiempo. Una triste paradoja.
La clave para una larga vida en los diabéticos tipo 1 (DM 1), dice Tim, es intentar comer de manera que las dosis de insulina necesarias sean las menores posibles. Eso dará una larga vida, sin complicaciones vasculares.
Gabriel pregunta:
"Entonces? Por qué los médicos nos dicen de tomar más insulina, de tomar más medicación, en lugar de intentar reducir la medicación?
Tim Noakes responde: "Creo que hay 2 razones, una de ellas menos bonita que la otra:
1. Por un lado creo que no entienden bien el metabolismo de los tres principios inmediatos. El cuerpo humano no necesita ningún carbohidrato. Puedes tomar algunos, pero son perfectamente prescindibles. Los "carbohidratos complejos" (pan integral, por ej) son sólo cadenas de glucosas, sin más. Sólo son energía. No tienen nutrientes esenciales, necesarios para vivir.
La glucosa se mantiene en niveles normales en la sangre (y en el cerebro) aunque no los ingieras. El hígado sabe producir la glucosa necesaria mediante la gluconeogénesis, no sólo desde las proteínas sino también desde la fracción glicerol de los triglicéridos (las grasas). El hígado provee una homeostasis con una glucemia sanguínea estable, comas no no carbohidratos.
En su caso (DM 2) tiene una sobre producción de glucosa. Por eso se pregunta:
"¿Por qué quieren que tome aún más glucosa? Si me sobra y mi cuerpo la metaboliza tan mal? ¿Para qué añadir más glucosa al sistema"?
La respuesta de los expertos es que "tu cerebro necesita glucosa", lo cual es una falsa afirmación. El cerebro puede funcionar con la glucosa que le proporciona el hígado y con los cuerpos cetónicos que también proporciona el hígado. En caso contrario, los millones de personas que practican el ayuno (Ramadán, por ejemplo) o la gente que hace huelga de hambre, entrarían en coma. Y no es así. El ser humano está perfectamente preparado para afrontar ayunos, sin consecuencias.
El problema en la diabetes, especialmente en la DM 2 no es que el cerebro se quede sin glucosa (sobra glucosa en la DM2) sino el daño que tanta glucosa ocasiona en los vasos sanguíneos: amputaciones, ceguera, insuficiencia renal, infartos, etc...
Comenta que esa enfermedad obstructiva de las arterias es lo que causó la muerte de su padre. Y si quieres parar la enfermedad arterial obstructiva, lo que debes hacer es reducir la insulina.
2. La otra razón que comenta (la triste) es que la industria farmaceutica (Big Pharma) controla el adiestramiento de los médicos en diabetes.
Y a Big Pharma le interesa producir "clientes" y no le interesa gente curada, libre de enfermedad.
Esta es la clave, dice Noakes:
La medicina hoy en día es una batalla entre la gente como nosotros (Tim y Gabriel), que quermos "curar" a la gente y por otro lado la industria (y los "expertos en opinión") que van en otra corriente.
La industria y estos "expertos en opinión" quieren que sigamos utilizando muchas dosis de insulina . Necesitan "clientes".
La industria farmaceutica es el negocio más lucrativo del mundo, dice el Profesor Noaques, y de esos tratamientos, los tratamientos de la diabetes son de los más lucrativos.
El año pasado las ganancias de las industrias que manejan productos para la diabetes subieron un 20%.
El precio de las insulinas ha subido x3 en los últimos años.
¿Cómo puede ser que ahora cueste más fabricar insulina?
Es porque saben que cada día hay más gente a la que le están prescribiendo más y más insulina, dice Tim.
Y por estas frases es por la que otros compañeros médicos me critican, dice Tim. Porque no entienden la forma en la que están siendo manipulados por la industria farmacológica.
Gabriel: "Qué consejos te dieron en tu clínica de diabetes sobre cómo comer siendo un paciente con diabetes?"
Tim: Fui un niño travieso y no les hice caso.
Me documenté, estudié, aprendí y me di cuenta de que la solución era claramente una dieta baja en carbohidratos.
En la clínica diabetológica me habrían dicho de tomar las clásicas "raciones de carbohidratos". Y realmente, no hay ninguna lógica detrás de esta premisa.
Está muy claro para mí, dice Tim, que el único alimento "seguro" para un diabético es la grasa, desde su punto de vista. Incluso las proteínas pueden dar algunos problemas si te pasas. Por ello intento hacer una dieta alta en grasas saludables, moderada en proteínas y baja en carbohidratos.
Ahora es Tim el que le hace la pregunta a Gabriel:"¿Y tú, qué te dijeron que debías comer cuando te diagnosticaron de DM 1?"
Gabriel:
Al principio, en el hospital, me daban arroz y otros carbohidratos.
Luego, si tenía hambre me decían que podía tomar un sandwich, galletas, etc...
"Simplemente pínchate la insulina necesaria para tus raciones de carbohidratos".
Me dieron una lista de alimentos que podía tomar. Pero era una lista que para mí no tenía sentido, dice Gabiel.
Tim: "¿Y por qué descubriste que no tenía sentido?"
Gabriel: "Bueno, unos amigos me dieron tu libro. Luego te busqué en internet y así me introduje en el mundo del Low Carb (Alimentación baja en carbohidratos).
Tim: "Fantástico... ¿Y cómo te empezaste a sentir cuando entraste en la alimentación Low Carb?"
Gabriel: Me hizo sentir mucho mejor
Tim: ¿Y cómo te ayudó la alimentación Low Carb a manejar tu diabetes?
Gabriel: Resultó mucho más fácil controlar mis niveles de azúcar en la sangre. Porque, antes de cambiar la alimentación, tenía que pincharme cada vez entre 12 y 15 unidades de de insulina y luego pude bajar a 6 a 8 unidades y a veces incluso sólo 3 o 4 unidades de insulina para la cena, cuando antes era la comida con más carbohidratos.
Eso lo conseguía con la dieta low carb (baja en carbohidratos). Es decir, que 3 unidades es "casi nada" comparado con compañeros míos del colegio que tienen que pincharse 18 unidades de insulina para la comida (lunch) que se toma en el colegio ya que se come un sandwich triple, dice Gabriel.
Gabriel continúa:
"A veces me pongo la insulina y si me paso de dosis, me viene un ataque de hambre y tengo que comer mucho para sentirme saciado...
Ocurre lo mismo siendo diabético tipo 2?"
Tim: "Es curioso porque los "expertos" dicen que la insulina te elimina el apetito, cuando realmente es al revés. La insulina mete rápidamente la glucosa de la sangre en las células, reduce el azúcar en sangre y almacena parte en forma de grasa, de manera que pronto vuelves a tener hambre.
Habitualmente uno ingiere carbohidratos. Se secreta insulina, baja de nuevo la glucemia (almacena en forma de grasa parte de ella, grasa no accesible para gastarla al mantenerse alta la insulina) y vuelves a tener hambre (además de engordar).
En mi época anterior, relata Tim, cuando no paraba de comer carbohidratos, no paraba de tener hambre en todo momento (los carbohidratos son comida "de corto recorrido") y esto se debía al exceso de producción continua de insulina.
Una vez empiezas a inyectarte insulina es muy difícil controlar tu peso. Irá subiendo de forma continua (lo que nos engorda es la insulina, no las calorías, eso ya lo sabíais). Y además, la insulina te hace comer más calorías porque te mantiene constantemente hambriento.
E intentamos decir a la gente que la única manera de controlar su peso es controlar su apetito (que lo dicta el hipotálamo, inducido por los niveles de insulina). Sólo de esa manera (comiendo una dieta baja en alimentos que estimulan la insulina, es decir, más rica en grasas saciantes) podrás controlar tu peso corporal, porque controlarás tu apetito, no él a ti.
Gabriel: "¿Por qué crees que los médicos dan ese consejo de adoptar una dieta baja en grasas y baja en sal?
Tim: "Es muy simple, Gabriel: Porque en 1977 nos dijeron que la grasa engorda y
provocaba la enfermedad cardiovascular". Y es completamente falso, en ambos sentidos. Son los carbohidratos refinados los que provocan la enfermedad cardiovascular (ambos suben el azúcar y la insulina, los dos principales factores inflamatorios).
Y nosotros (tú y yo, quiere decir con el gesto) lo sabemos porque ahora (que tenemos diabetes) tenemos un riesgo mayor de desarrollar enfermedad cardiovascular. La diabetes es el factor de riesgo número uno para el infarto de miocardio (por el azúcar y por la insulina, no por el colesterol). Y no sólo en enfermedades arteriales; también está relacionado con la demencia (los AGEs favorecen el Alzheimer, que ya la llaman la diabetes tipo 3...).
Pero no es la diabetes en sí, dice Noakes, es la dieta alta en carbohidratos en las personas con resistencia a la insulina (DM 2). Son los niveles altos de azúcar en la sangre de los diabéticos (y no diabéticos pero sí pre-diabéticos, mucha población) lo que causa desarrollar un hígado graso (no alcohólico). Es esto lo que nos provoca un perfil lipídico anormal en la sangre (subiendo los triglicéridos) y lo que nos hace más propensos a enfermedades cardiovasculares.
Es la combinación de diabetes o pre-diabetes junto con una dieta alta en carbohidratos y un hígado graso lo que nos provoca las enfermedades arteriales y el riesgo cardiovascular.
Pero la gente, dice Noakes, no sabe esto. Y siguen pensando la vieja teoría de que es la grasa la que ocasiona los infartos y siguen comiendo una dieta baja en grasa y alta en carbohidratos. Y se sigue dando el consejo equivocado de que la grasa es mala.
Y la tragedia es que la industria sólo mira al colesterol total. No mira a los verdaderos causantes de la enfermedad cardiovascular (cuyo origen es inflamatorio, siendo el azúcar y la insulina los mayores agentes causales). Y si tienes un nivel de colesterol alto, la industria y las guías no dudan en iniciarte en el tratamiento con estatinas y prescribirte una dieta baja en grasas.
Y no se preguntan antes si esa persona tiene pre-diabetes (con una determinación de insulina en ayunas) o diabetes. En cuyo caso esta dieta de alimentación "light" (que será, por obligación, alta en carbohidratos) va a hacer empeorar claramente su diabetes.
Y como la mayoría de la gente de más de 50 o 60 años tiene una relativa Resistencia a la Insulina (pre-diabetes), esta dieta baja en grasa va a ser lo peor que podrían comer para su pre-diabetes y eso es precisamente lo que les va a ocasionar la enfermedad arterial.
Te dicen que la enfermedad cardiovascular está disminuyendo, con lo cual, la dieta baja en grasas funciona.
Pero no es así, dice Noakes. La mortalidad disminuye porque la gente ha dejado de fumar (además de las angioplastias, stents, cirugía de bypass y demás tratamientos que salvan vidas a los infartados).
Y ahora que la gente fuma menos, la mortalidad cardiovascular parece que desciende, a la vez que está aumentando la incidencia de enfermedades arteriales relacionadas con la diabetes.
Pero ellos prefieren "ignorar" estos datos y pretender como si no existieran.
La gente está perdiendo sus pies por amputaciones, perdiendo su vista por la retinopatía diabética, perdiendo su función renal y pasando a diálisis por su nefropatía diabética. Y nosotros pretendemos que no existen.
La alimentación es la que está causando la enfermedad cardiovascular.
Y tarde o temprano, dice Noakes, los diabetólogos tendrán que aceptar que ellos han causado esas enfermedades arteriales en sus pacientes, al prescribirles esa alimentación alta en carbohidratos y baja en grasas, termina Noakes.
Gabriel: "¿Crees que podríamos conseguir que los médicos cambiaran las recomendaciones que están dando?"
Tim: "Mira Gabriel, esto depende de nosotros. De hacer lo que creemos correcto y seguir el consejo de algunos médicos como Neville Wellington que apoyan esta forma de manejar la diabetes y tenemos que apoyar a estos médicos.
La industria quiere "clientes", dice Noakes, no quiere pacientes curados. Es un papel de la gente, de los pacientes. Que puedan decir "NO, no vamos a escuchar vuestros consejos. Queremos ser tratados por la gente que quiere curar nuestra enfermedad, no convertirnos en clientes crónicos de la industria de las insulinas. Queremos vivir una vida larga y feliz con nuestra diabetes."
Gabriel: "¿Qué piensas del libro del Dr. Bernstein Diabetes Solution?"
Tim: "Ese libro es la Biblia. La Biblia del manejo de la diabetes, dice Tim. Cualquiera que tenga diabetes debe tener una copia y leerlo. Y deben dejarlo en la mesilla de noche leerlo cada noche. Es brillante, es la clave.
Y se trata de un hombre que ha tenido diabetes tipo 1 desde los 12 años y ahora con 82 años no tiene ningún tipo de complicaciones vasculares y está en perfecta salud. El ha probado que esta enfermedad puede manejarse sin tener complicaciones y viviendo una vida como el resto de las personas.
Y lo ha conseguido mediante la disminución de sus dosis de insulina a base de una alimentación baja en carbohidratos. Y como él, cientos de sus pacientes.
Gabriel: "¿Qué comes entre horas cuando tienes hambre?
Tim: " Suelo comer frutos secos (nueces de macadamia) o queso. Gabriel: ¿Alguna vez caes en la tentación y tomas dulces? Tim: Intento evitar todo lo que sea dulce. A veces me tomo una manzana, como una concesión, pero muy de vez en cuando. Las manzanas son buenas? Claro. Pero para un diabético que no quiere elevar mucho su azúcar, no es algo que deba comer todos los días, dice. Es más bien, una pequeña concesión. Como tomar un poquito de chocolate. El mismo Dr. Bernstein habla en su libro de la célebre frase: "An apple a day will keep de doctor away" (Una manzana al día te alejará del doctor, aunque en castellano no rima) y seguidamente, Richard Bernstein añade: "Pues bien, yo no he tomado una manzana desde 1.970 ya aquí estoy, con mi diabetes tipo 1 a los 82 años, con unas analíticas comparables a un atleta olímpico". En mi opinión (Yo, Jorge), prefiero la frase "An egg yolk a day will certainly keep the doctor away" (una yema de huevo al día sí que mantendrá alejado al doctor).
Gabriel: "Me gustaría que tú pudieras ayudar a los otros diabéticos a hacer elecciones saludables respecto a la comida. ¿Pero cómo podrías convencerlos para comer de forma más saludable?" Tim Noakes: "Es una buena pregunta... Sólo se me ocurre volver a recordar mi propia infancia, en los años 50 y 60. Porque no teníamos esos dulces y esas frutas. Para nosotros era fácil. Y sabes, para nosotros una Coca-Cola una vez a la semana era nuestro "capricho". Hoy en día la gente se toma 3 Coca-Colas al día. Y creo que este tipo de alimentación "azucarada" empieza en el desayuno. Antes mis padres nos hacía huevos con bacon, con salmón, con pollo, con yogur entero (griego), con el objetivo de que les saciara durante muchas horas, de manera de que no tuvieran que comer nada en el colegio hasta que volvieran a casa (hacían 3 comidas... no cinco). Controlabas mejor el hambre de los niños. Sólo estaban hambrientos cada 6-8-12 horas (ahora lo están cada 3-4 horas). De manera que no comían en el colegio, donde les pueden exponer a toda esta comida azucarada que queremos evitar (recordar, los carbohidratos son alimentos de corto recorrido, como echar paja al fuego. Prenden rápido pero se consumen en poco tiempo, a diferencia de un leño, que sería el equivalente a una tortilla con 2 huevos). Es muy difícil conseguir esto. Realmente uno deber inculcar el miedo al azúcar desde edades tempranas para que lo entiendan. Y yo incluiría el trigo, porque está en tantos alimentos como las pizzas, pan, pasta, galletas, toda la bollería, etc. Es realmente muy difícil, pero los padres deben instruir a sus hijos. Cocinar su propia comida y enseñar a los hijos lo que es comida real (sin procesar) y enseñar que la pizza, el pan, no son comida real sino refinada, dice Noakes. Es difícil conseguirlo, pero debemos dar el mensaje de "comer sólo comida real", no procesada, no refinada como las harinas de hoy en día. Comer en casa y preparar la comida entre todos, termina Noakes. Al terminar la entrevista Tim felicita a Gabriel por su labor de difusión, mostrando en su facebook su experiencia persona como niño con diabetes tipo 1. Un ejemplo que seguramente es uno de varios que ya se están dando y que, poco a poco, se irán transmitiendo a otros pacientes, conforme la información se vaya compartiendo.
Os dejo esta foto que me ha enviado al móvil mi amiga Isabel (Campanilla) esta mañana. Foto tomada hoy sábado a media mañana al pie del Bisaurín, con el Refugio de Lizara.
Conforme avanzaba la mañana las nubes se han ido yendo hacia el Este y el Pirineo aragonés va despejándose poco a poco al mediodía.
Tardará más en despejarse la zona oriental (Benasque) y especialmente el Pirineo catalán y el Valle del Arán, donde las nubes seguirán enganchadas al principio de la tarde, para terminar despejando al final del día.
Buen día (o mediodía podríamos decir) para probar la nieve polvo caída ayer...
Jorge García-Dihinx, viendo cómo se despeja Ordesa desde el Hospital de Barbastro
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Mi analítica personal: Colesterol total alto? Bienvenido sea. Con HDL 117 y TG 60... qué más se puede pedir?
Hace ya unas semanas que varios lectores me pedían mis valores de colesterol y de otros parámetros bioquímicos, por eso de la alimentación baja en carbohidratos y alta en grasas saludables (incluyendo aquí las grasas naturales saturadas). Varios lectores, tras unos meses con una dieta alta en grasas saludables, habían visto subir su colesterol total (a base de subir el HDL la gran mayoría) y estaban preocupados. Querían saber qué valores tenía yo, comiendo "tanta grasa". Pues bien, esta mañana me he levantado en el hospital, saliente de guardia y, antes de desayunar, me he sacado una analítica global, algo que no me hacía desde hace unos años. La verdad es que tenía curiosidad de saber cómo estarían mis valores de HDL, de triglicéridos, de Hemoglobina glicada (HbA1c), de 25-OH-Vitamina D, así como de marcadores de inflamación, como la Ferritina, el fibrinógeno o la P.C.R. Y me he quedado muy contento con los resultados:
Colesterol total de 248 mg/dl... demasiado?
Este valor, que tenemos tantísima gente, por encima de los "peligrosos" 200 mg/dl, asustaría a algunas personas e incluso a algunos médicos.
Pero ya sabemos que los valores de colesterol total no tienen apenas relación con la enfermedad cardiovascular.
De hecho, con la edad, es necesario tener más colesterol para muchas funciones, entre ellas las del cerebro. A mayor edad, con mayor colesterol, mayor longevidad... y viceversa.
Lo realmente importante es no tener unos valores bajos de HDL (el llamado "colesterol bueno". Es decir, que éstos estén idealmente por encima de 50 mg/dl.
También interesa tener unos valores de Triglicéridos bajos, idealmente por debajo de 100 mg/dl.
Pues bien, este Colesterol HDL de 117 es magnífico. No esperaba tenerlo tan alto, la verdad. La ingesta de grasas saturadas (mantequilla, nata, huevos, queso, yogur griego) y mono-insaturadas (aceite de oliva, frutos secos, aguacates) elevan este valor tan beneficioso. También lo eleva el ejercicio. Lo disminuye el sedentarismo y el consumo alto de azúcares refinados.
Los Triglicéridos de 60 mg/dl también son una buena noticia. Todo lo que sea bajar de 100 mg/dl es muy saludable. Los triglicéridos (la grasa en el torrente sanguíneo) no se elevan por comer grasas, al contrario. Se elevan tras el alto consumo de carbohidratos refinados (azúcar, zumos, pan, pasta, comida procesada) que nuestro hígado se encarga de convertir a triglicéridos para su almacenamiento.
Los expertos en este campo dicen que el mejor marcador de riesgo cardiovascular reside en el cociente Triglicéridos/HDL. Debe de ser idealmente inferior a 2. Si tienes un cociente superior a 3 o 3,5 es muy probable que tengas una insulino-resistencia o un incipiente síndrome metabólico (un estadío precursor de la diabetes tipo 2). Suele ir en relación con el perímetro abdominal elevado.
Tener el cociente TG/HDL cercano a 1 es muy bueno, y debajo de 1 es aún mejor. En mi caso 60/117 = 0.51
Pero tanta grasa no castiga al hígado?
Pues no, es perfectamente saludable. Los valores de transaminasas hepáticas también han salido normales, "a pesar de tanta grasa":
GPT 28 UI/L
GOT 36 UI/L
GGT 17 UI/L Realmente, tomar una alimentación alta en grasas, en lugar de castigar al hígado, lo descansa. Es al revés de lo que se piensa. Las grasas ingeridas, una vez absorbidas del intestino a la sangre, se transportan por la sangre en forma de quilomicrones, a través del conducto torácico (junto con la linfa) a los distintos órganos del cuerpo para llevarles toda esa energía. Y lo hace "puenteando" al hígado, sin ni si quiera pasar por él. De manera que el hígado, viendo todos esos triglicéridos siendo transportados en los quilomicrones, tras una ingesta alta en grasas, no tiene que enviar partículas VLDL al torrente sanguíneo para proveer esa energía a través de las grasas. Lo que sobrecarga de trabajo al hígado es el exceso de fructosa de los azúcares añadidos y refrescos, pues ese monosacárido sólo puede metabolizarse en el hígado y allí va toda esa ingesta, como un misil, sobrecargándolo. Todo el exceso de fructosa de las bebidas azucaradas, el hígado no lo puede metabolizar y lo va transformando en grasa, creando, con los años, un Hígado Graso No Alcohólico, el primer paso para la resistencia a la insulina en el propio hígado. Con el tiempo, el efecto dominó llevará a una Resistencia a la Insulina en el resto del cuerpo, el primer paso para la Diabetes tipos 2.
¿Y el colesterol LDL? Hoy en día vamos aprendiendo y descubriendo que la enfermedad cardiovascular tiene un origen inflamatorio y no es debida a niveles altos de colesterol en la sangre. Son otros los que inician el daño. El azúcar elevado en la sangre, el estress,el cortisol, los radicales libres, las grasas trans, dañan el endotelio vascular, como una lija, día tras día.
Allí acuden, entre otros, el colesterol, para reparar el daño.
El colesterol LDL oxidable, tras mucha exposición a estos agentes inflamatorios, es el de partícula pequeña, que no sale en los análisis de rutina. Haría falta el análisis de las diferentes partículas del LDL, un análisis muy caro (tipo NMR, VAP test, etc).
En las analíticas habituales no sabemos qué porcentaje del LDL es de partícula grande (Patrón A, inofensivo), o bien de partícula pequeña (Patrón B), oxidable y potencialmente peligroso.
Pero varios estudios revelan que cuanto más alto sea nuestro valor de Triglicéridos (por encima de 150 mg/dl o de 200 mg/dl) mayor porcentaje de ese Colesterol LDL será de partícula pequeña (Patrón B), potencialmente oxidable y peligroso.
Es decir, que con unos triglicéridos de sólo 60 mg/dl, es muy probable que la mayoría de esos 119 mg/dl de colesterol LDL esté compuesto por el patrón A de partículas grandes, tipo bolitas de algodón, mayormente inofensivas. Al menos eso dicen los expertos.
El error en el cálculo del LDL que no nos dicen
El Colesterol LDL no lo pueden medir directamente (es muy caro) y lo estiman con la siguiente fórmula: Colesterol LDL = Colesterol Total - Colesterol HDL - Triglicéridos/5
De manera que en los que tenemos uno triglicéridos por debajo de 100 (lo cual es lo más saludable y algo habitual en una alimentación baja en carbohidratos), la fórmula clásica SOBRESTIMA el valor real de LDL, inflándolo.
Hay una fórmula correctora, que te permite estimar tu valor real de LDL.
De manera que, con esta fórmula iraní de corrección, mi LDL es de 95.6 mg/dl
Mucho menos preocupante. Aunque sigo pensando que el LDL es un valor sin importancia y que se utiliza porque hay unos fármacos que consiguen bajarlo, las estatinas. Pero bajar tu colesterol con estatinas tendrá muchos efectos perjudiciales para tu salud.
Tu colesterol es necesario para muchas funciones. Bajarlo puede traer más problemas que beneficios.
¿Y los marcadores de inflamación?
Sabiendo que la inflamación es la principal causante de la enfermdad cardiovascular, podemos buscar parámetros o marcadores de inflamación, como la Proteína C Reactiva (PCR), la ferritina o el fibrinógeno. En este caso, todos en valores normales.
También es interesante mirar los marcadores de alteración del metabolismo de la glucosa, con la glucosa en ayunas (idealmente por debajo de 100 mg/dl), la insulina en ayunas (pendiente del resultado en este caso pues se envía a laboratorio externo) y la Hemoglobina Glicada o HbA1C, idealmente inferior a 5.6 % (en mi caso 5.4) que traduce la glucemia media en sangre en los últimos 3 meses. Esperaba tenerla más baja, pero bueno, está en rango normal.
También he mirado los niveles de vitamina D (25-OH-Vit D), más que una vitamina, una pro-hormona con muchas funciones inmuno-moduladoras. En general, en invierno (y también en verano al ponernos tanta crema protectora del sol) la mayoría de la población es deficitaria en esta vitamina.
Se consideran saludables niveles superiores a 30 mcg/L, pero realmente es a partir de 40 o 50 cuando sus mejores funciones (reguladora de la expresión génica, anti-cáncer, anti-envejecimiento, potenciadora de las defensas) se producen. Estos niveles de 50.31 me alegran. No sabía en qué nivel me encontraría. En general, de noviembre a abril suelo tomar 2.000 UI diarias de Vitamina D3. Expertos como el Dr. Michael F. Holick recomiendan 2.000 UI diarias a adultos y 1.000 UI diarias a niños. A algunos les parecerán dosis demasiado altas. Pocos saben tanto de este tema como este "friki" de la vitamina D.
Muchos expertos en Vitamina D3 dicen que es más eficaz para prevenir la gripe que la propia vacuna de la gripe. Será verdad?
Otros dicen que, con todos los beneficios que conlleva, suplementar a la población sería una de las formas más sencillas y económicas para mejorar la salud de los estadounidenses.
El resto de la analítica, el hemograma y la coagulación no tienen nada de especial, pero también tranquiliza que sean normales. En fin, que aquí están mis valores, para los lectores que me los pedían estas últimas semanas. ¿Es saludable una alimentación baja en carbohidratos y alta en grasas saludables? Lo saludable es evitar todos los azúcares añadidos que nos esconde la industria alimentaria en toda la comida procesada (sin hablar de las grasas-trans, grasas artificiales) de casi todo lo envuelto en paquetes y bolsitas. Comiendo comida real, sin procesar, es fácil comer bien, ya seas omnívoro, vegetariano, hagas paleo dieta o hagas Low Carb High Fat. La alimentación Low Carb High Fat: Baja en carbohidratos y alta en grasas saludables
En nuestro caso, simplemente hemos eliminado de la dieta todos los azúcares añadidos, la comida procesada, los zumos, refrescos, bebidas isotónicas, energéticas y demás. También hemos eliminado azúcares refinados como el pan y la pasta y hemos reducido el consumo de otros carbohidratos como el arroz (sin suprimirlos del todo). Por supuesto, nada de bollería o dulces. La alimentación intentamos basarla en comida real, sin tener que mirar tanto las etiquetas. Siempre una buena base diaria de verduras y hortalizas (alkalinizantes) como principal fuente de carbohidratos, con su fibra. De vez en cuando algunos tubérculos (patatas, zanahorias, etc) así como alguna legumbre o algo de quinoa y alguna fruta (naranja, manzana, pera, kiwis y especialmente frutos rojos como las fresas). Como fuente de grasas saludables (muchas de esas fuentes comparten aporte de proteínas) los huevos, la mantequilla, la nata líquida, el queso, los aguacates, los yogures griegos, el aceite de oliva, el pescado y la carne. También frutos secos (nueces, almendras, pistachos, anacardos, etc) y semillas (de chia, de lino, etc). Ah, y el chocolate negro con un % de cacao intenso superior al 85%. Para beber, agua sola o agua con una rodaja de limón. Alguna copa de vino antes de la comida y, en ocasiones especiales con amigos, especialmente tras volver del monte, alguna cerveza. Ah, y sal completa sin refinar o algún buen caldo de huesos, para reponer la pérdida de sal que ocurre cuando bajamos la ingesta de carbohidratos. Tanto como el qué comer importa "cuándo comer" Tres comidas al día (como mucho) y evitar "comer entre horas", para mantener periodos de insulina baja en lugar de tenerla continuamente estimulada con las famosas "5 comidas al día". Este tema del "cuándo comer" será el de la próxima entrada sobre obesidad. Espero no haberles aburrido! Jorge García-Dihinx Villanova