Autorretrato con Blanca, 1 hora tras la salida, cuando aún estaba fresco y sonreía...
Blanca de las nieves y yo
11 mayo 2013
Por fin corro (y sobrevivo a) mi primera maratón y media de montaña! Y eso sin haber corrido antes una maratón normal.
He comprobado que para entrenar una carrera así hay que salir a correr más y esquiar menos. Eso es lo que hizo Blanca, correr más y esquiar menos. Y se notó. Vaya que si se notó. Basta decir que tras 4 horas de carrera, mis piernas y mis cuádriceps se fueron fundiendo y las bajadas empezaron a ser lentas y penosas, mientras Blanca seguía bajando fresca como una lechuga. Qué tía!
Este año de tanta nieve no había sido fácil entrenar para una carrera a pie en el mes de mayo. En pleno mes de marzo la mayoría de las sendas que había alrededor de Biescas tenían nieve y sólo las últimas 6 semanas pudimos correr monte arriba y monte abajo en las ventanas de "tiempo decente" para poder preparar las piernas para esta larga carrera. Porque no basta con correr por llano, hay que subir, aunque sea caminando, pero sobre todo hay que hacer bajadas corriendo y poner a tono los cuádriceps, como suelen estarlo en septiembre al final de un verano de montaña.
Y es aquí no sólo es necesario estar en forma. Hay que tener unas piernas Duracell y una mente fuerte (o alguien que te vaya animando en cada zona, si no conoces la carrera). Yo tenía quien me animara (Blanca) pero tenía piernas para 4 horas, no para 9 o para 10 horas!
Porque le preguntaba a Blanca... en cuánto tiempo la haremos?
Ella estimaba que si no hacía calor y no teníamos lesiones ni desfallecimientos, podríamos bajar del listón de las 10 horas y así convertirnos en Sub-10. Menos de diez horas?? Suenan muchas horas corriendo! Ufff...
Claro que, en estas carreras tan largas, la gente normal sólo corremos en los llanos y en las bajadas (mientras las piernas duran). En las subidas, a poco se empine, lo normal es andar y así cambiar la musculatura que utilizan las piernas.
Total, que ese sábado, tras levantarnos a las 5 en Castellón, me despisto esa mañana (aún un poco dormido) y al final salimos con el tiempo justo para llegar a la salida! Ay Dios que no llegamos!
Y ahí nos tienes a los dos, corriendo de noche por las calles de Castellón, hacia la Universitat Jaume I, donde a las 06:00 AM se da la salida a los 1.500 participantes. Qué estress...
Llegamos a las 5:57 h... Justo para entrar donde el pelotón y oír cómo dan la salida. Ufff...
Y ahí que seguimos corriendo los dos, ahora con todo el mogollón, por las pistas del campo de atletismo. Me he traído la cámara para ir haciendo algunas fotos, aunque muchas salgan movidas, borrosas o desenfocadas. Yo las voy haciendo. Ahora estoy viendo mucha fotos que no recuerdo haber tomado.... Estaba todavía dormido?? Quizás...
Aparte de la cámara de fotos no llevamos nada más de peso. Ni bastones, ni mochila con Camel-bak ni na de na. Corremos "con el chasis", como dice Latre. A pelo.
Así lo hizo Blanca el año pasado y le salió muy bien. La meteo se preveía algo fresca este finde de flujo de norte y bebiendo bien en los controles de avituallamiento debería bastar sin tener que llevar el agua encima.
Yo me he cogido unos cuantos power-geles para los momentos de pájara. Como además de energía llevan cafeína, el chute es doble. Serían parte de mi salvación en las últimas horas.
Tras recorrer de noche las calles de Castellón salimos a campo abierto y empiezan los primeros repechos. También los primeros tapones, que nos permiten recuperarnos de nuestra "particular carrera" previa a la línea de salida.
Nos cruzamos con Xaro y con Olga, dos veteranas de carreras de montaña y de Ultras
Xaro Cantarero (guarda del refugio de Lizara) y Blanca de las nieves
Después de una zona más o menos llana llega tremenda subida a la Pedra Serra Borriol, donde está el primer control de avituallamiento, en el km 14. Son 500m de desnivel positivos del tirón. Allí llegamos 1h 52' tras la salida (más nuestros 15 min previos corriendo x la ciudad, ja!). Los tapones que se han formado nos han dejado un primer parcial un poco pobre, pero estamos todavía en margen para bajar de las 10 horas.
En este primer control de avituallamiento sigo a pies juntillas la rutina que me transmitió Blanca (que tiene ya la experiencia de varias MIM previas): Parar sólo 1 min, para tomar 3 vasos de bebida, 2 trozos de plátanos y salir corriendo de nuevo.
Viene ahora un tramo llano que permite trotar con soltura y luego unas bajadas ideales. Ideales ahora que los cuádriceps "sólo" llevan 2 horas corriendo. Inocente de mí, me siento tan bien en las bajadas que alargo la zancada y hasta me paro a hacer fotos y todo (menudo listo) en vez de economizar mis piernas y bajar de forma más suave. Blanca sigue el mismo ritmo de diésel. Sabe lo que nos queda.
Empezamos unas nuevas subidas y mantenemos un buen ritmo, alternando andar y correr. Es la subida a La Bassa de Les Oronetes, donde está el 2º control, en el km 25.
Allí llegamos con un tiempo de 3h y 8 min. Acabo de leer en un blog llamado Sendallarga que pasando su autor con ese mismo tiempo de 3h 08'en el 2009, llegaría a la meta con 9h y 53'. Así que, estábamos en tiempo de hacer "9 horas y pico".
En este segundo control repetimos la parada rápida de Fernando Alonso: 3 vasitos de bebida, 2 trozos de plátano y a seguir. Este año la organización ha ahorrado en vasos y tirando de imaginación, ecología y sostenibilidad, nos ha proporcionado un vasito de goma plegable que llevamos siempre encima y que sirve para todos los avituallamientos. Será muy práctico para el monte! En cada control había numerosos voluntarios amables que te iban llenando el vasito continuamente. Muy buena organización en todo en esta carrera, he de decir. Felicidades a todos por ello.
Tras este 2º control de Les Oronetes (km 25) viene la bajada de la Rambla de la Viuda y allí ya empiezo a notar que los cuádriceps no están como 1 hora antes. Cómo estarán más adelante?? Pienso... Ya no hago la zancada larga, sino una corta y algo menos alegre.
Pasado ese descenso, corrido con menos gloria que los anteriores, iniciamos la suave subida a Les Useres. Allí están esperándonos Fernando y Aurora, que nos animan en ese minuto de parada del 3º control, situado en el km 33( gracias por estar allí!).
Es la mitad del recorrido pero queda más de la mitad del tiempo, pues las peores subidas están por venir... Llevamos 4h 16 min. Es un tiempo para llegar a meta entre 9h y media y 9h y 40'.
Ahora toca la subida a la Serra de la Creu. En un año normal de calor, esta subida es mortal porque el sol pega de pleno y se forma un microondas infernal, lugar habitual de lipotimias y desfallecimientos. Pero este año hace fresco y el día sigue gris. Qué suerte...
En la cima, vistos los golpes de calor del año anterior, han puesto un avituallamiento líquido, que saldamos con 2 vasitos rápidos y seguimos hacia la ermita de Sant Miquel.
Aunque escriba todo esto como si conociera la carrera, no tenía ni idea de por dónde pasábamos ni hacia dónde íbamos, pues aún no conozco esta tierra (de momento). Me he ido enterando luego mirando el croquis de la prueba. Yo sólo corría y seguía a Blanca, que era la que controlaba.
En esto, Iracema, una chica que reconoce a Blanca de otros años, nos dice una frase que me dio ánimos: "La ermita ya está cerca...". Me sonó como a frase de película. Ummm...
Antes de la subida a la Ermita toca una nueva bajada algo larga. Mis piernas ya no son lo que eran. Parezco un abuelito corriendo, con pasos cortos y cuidando mis cuádriceps y mi pobre sóleo derecho, que alguna vez me avisa con un mini pinchazo. Tras cada pinchazo en el sóleo aminoro y hago un trote parecido a los que hacen marcha atlética, una mezcla entre andar y correr. Ufff... Espero que no se rompa.
Tras la bajada agónica para mis doloridas piernas, subimos hacia la Ermita de Sant Miquel de les Torrocelles. Allí está el 4º control, en el km 43,74. Llevamos ya más de una maratón hecha!!!!
La llegada a Sant Miquel es emocionante. El ambiente de gente es espectacular. Te carga las pilas. Sabes que llevas dos tercios ya en longitud, pero que aún quedan las subidas más duras...
Allí llegamos con 5 horas 53 min. Buen crono, 20 minutos por debajo del chico del blog que terminó en 9h53' en el 2009. Bien, bien!! Estamos en tiempo de 9h y media... (aunque yo todo eso ni lo sabía. Yo sólo sobrevivía)
Miro en mi dorsal el perfil de la carrera y veo que ahora viene una larga subida de unos 600 m de desnivel, así que toca mirar al suelo y caminar ligero, siempre detrás de Blanca, que mantiene un ritmo constante. Vamos pasando a varios corredores. Menudo ritmo pone esta chica!
Llegamos super rápidos al alto de la Lloma del Bernat, donde tomamos un vasito rápido e iniciamos un descenso por pista y senda en el que intento que Blanca, que baja mucho más suelta, no se me vaya demasiado. Pienso que es importante tenerla a la vista.
Como en los descensos voy regular y Blanca se me va y luego en las subidas caminando tampoco la pillo, intento una nueva estrategia: no parar de trotar cuando la pista que baja se ponga a subir. Así, con un trote de abuelito, consigo volver a acercarme en las subidas a Blanca, que las sube caminando. Pero en cuanto la ruta llanea, Blanca vuelve a correr y se me mantiene ahí, a unos 60 metros.
Por fin veo al fondo el pueblo de Xodos. Impresionante, erguido sobre una enorme montaña rocosa, como si fuera una almena. Allí estuve yo el año pasado para ver el paso de Blanca y Marie Claude. Sé que Xodos es un punto clave. Ya has hecho 4/5 partes de la ruta pero te queda la última y más dura subida de todas...

Con Blanca a unos 70 metros de distancia, paro para fotografiar Xodos y sigo tras ella.
Tenemos 8 minutos de dura subida por senda a Xodos. Allí estarán de nuevo esperándonos Aurora y Fer, que me tienen preparado el Red-Bull que me dará las alas que necesitaré para esa última subida.
En esos 8 minutos pasé el peor momento del día. Una mezcla de mal cuerpo y falta de fuerzas, incluso para contestar a algo que me decía Blanca de lejos. Quiero entrar en Xodos con ella y aprieto para recuperar la distancia. Estoy en las últimas...
Entramos en el pueblo de Xodos, 5º control en el km 53, subiendo por sus escaleras y sus calles en cuesta... y allí están los padres de Blanca.
Son sólo las 13:25 PM, con lo que llevamos 7 h y 25 min! Habímos recortado otros 20 minutos!! El del blog llegó con 8 h 08'!
(yo de todo esto, ni idea en ese momento. Ni idea tampoco de lo que costaba llegar de Xodos a meta, unas 2 horas o así creía yo...)
Mientras Blanca sigue con sus vasitos de bebida, me enchufo el Red-Bull que me da Fernando y que me resucitaría para la última parte. Esta parada, de unos 2-3 min, fue la más "larga" de la carrera. La ocasión lo merecía. Ahora llegaba la hora de la verdad...
Blanca y yo en el avituallamiento de Xodos. Foto cortesía de Aurora Bricio
Dejo a Aurora mi cámara para que nos saque alguna foto juntos mientras bebemos en el control de Xodos. Terminamos de beber y nos tomamos un plátano cada uno para recobrar energías de cara a la última subida. Nos despedimos de Aurora y Fernando, que irán en coche a encontrarse con nosotros en la meta de Sant Joan de Penyagolosa (donde están yendo Champi y Marie Claude), y salimos con un trote digno (el mío de digno no tenía nada) hacia la subida del Marinet. Ya no haría más fotos en ese tramo final de carrera. Sólo sobreviviría.
Antes de la subida hay una primera bajada por pista no muy larga pero constante. En ese descenso, intento levantar el antepié para no cargar los gemelos ni los cuádriceps. Pero lo que realmente ocurrió en esa bajada fue que cargué los tibiales anteriores, de manera que, de repente, antes de terminar de bajar del todo la cuesta, tenía el tobillo derecho muerto, como roto. Me paro y casi no lo puedo mover. El tibial anterior está a presión. Blanca se gira a lo lejos y me pregunta si puedo seguir. Si todo va bien.
Me apoyo sobre la pierna contraria y muevo el tobillo en el aire haciendo círculos. Veo que se va recuperando. Sí, se recupera, poco a poco. Me pongo a andar como puedo, cojeando primero y luego intentando correr con la pierna izda y andar con la derecha. ¿Que cómo se hace eso? No lo sé. Se hace.
Blanca me dice que ahora ya sólo queda subida por senda. Que si puedo caminar podré seguir y que, aunque los últimos 3 km de llaneo-bajada los hiciera andando, sin correr nada, bajaría de las 10 horas seguro, pues íbamos muy bien de horario.
Total que seguimos y entramos en una senda que sube "to-parriba" por un bosque. A caminar sin parar hacia arriba. Y a caminar a ritmo.
Subo pegadito detrás de Blanca y comenzamos a pasar a algunos corredores, a la vez que los que iban con nosotros se van quedando atrás. Menudo ritmo lleva Blanca! Lo menos sube a 650 o 700 metros/hora! A los 20 min de este ritmo sostenido veo que me estoy puliendo toda la energía y la cafeína del Red-Bull y que si sigo así me voy a volver a quedar sin catecolaminas. Así que decido aflojar un pelín. Sólo un pelín, a unos 650m/h y de paso me tomo un power-gel, que lleva no sé cuántas calorías y 50mg de cafeína. Chute que va!
Veo a Blanca alejarse poco a poco y me pregunto de qué está hecha esta mujer...
Será su desayuno? Sus genes? Su resistencia? Su constancia? Qué máquina! Es una super woman. Me está dando una buena cura de humildad.
De vez en cuando Blanca se va volviendo y me controla de lejos, viendo que ahí estoy, a unos 40 metros detrás de ella y unos 70 metros delante del grupo con el que íbamos y que vamos dejando atrás.
En este tramo de subida mantenida, casi toda la gente lleva ya un ritmo sostenido. Parece que estamos en un grupo de gente "más o menos buena", pues aquí no afloja ni Dios.
Me tomo otro power-gel. Toma ya! Ahora necesito energía y cafeína continuas para mantener ese ritmo tras más de 8 horas sin parar. Si tuviera un gotero me enchufaría una perfusión continua de dopamina y nor-adrenalina intravenosas.
En esto Blanca me grita: "Venga Jorge que ya no queda nada para llegar arribaa!!".
Y me pregunto si es verdad o es sólo para animarme, pues tantas veces había oído que esa subida era interminable que no me creía que en algo más de media hora estuviéramos cerca de llegar al Marinet o punto alto de la subida.
Pero era cierto!! De repente la senda se torna horizontal y todos se ponen de nuevo a correr, delante y detrás de mí. Miro en el dorsal de mi camiseta el relieve del perfil que nos queda y no lo puedo creer. Ya sólo queda un llaneo, una suave bajada y una última subida a lo más alto antes de los 3,3 km de descenso final a meta. Ostrasss que esto se termina y no voy mal!! Me estoy recuperando!! Viva la cafeína!
Corro como puedo, con zancada corta porque mis piernas no dan más de sí. Blanca se aleja un poco, pero en cuanto camina en las subidas voy acortando al no parar yo de correr pista arriba. Me doy cuenta de lo lento que "corro" cuesta arriba por la pista porque me cuesta un montón adelantar a un tío que sube caminando. Qué forma de correr tan penosa tengo!
Al rato veo a lo lejos el 6º y último control, La Banyadera. Aprieto mi trote y consigo llegar 3 segundos después de Blanca, a las 08:37:03" (veo ahora, mientras escribo estas líneas, que le habíamos recortado 48 min al chico del blog... Uff).
Nos dicen que desde arriba quedan 3 km y 300m a la meta, en senda descendente con algún repecho de roca algo incómoda. Entonces pienso... "estamos a 22 min de bajar de las 9 horas!!!!! Quéeeeeeee????"
- "Si conseguimos hacer los últimos 3,3 km a una media de 6 min el km, bajaremos de las 9 horas!!"
Se lo grito a Blanca y me dice que ve muy difícil que lleguemos antes de las 9 horas, pues no todo es senda y hay alguna zona de roca técnica de andar. Y la roca estaba toda mojada, muy resbaladiza. Como para jugársela.
Pero yo ya estoy encendido, no sólo de pensar en lo de bajar de las 9 horas sino de saber que ya no nos quedaba nada!!
Desde un rato antes del último control se ha puesto a llover y ahora se pone a granizar tímidamente. Alguna piedrecita hace pupa, pero ya no siento nada de dolor.
Mis piernas ya no me duelen, ni los gemelos, ni los cuádriceps. Llevo casi 9 horas corriendo pero de repente es como si llevara sólo media hora... Ya no me duele nada y corro libre!
Es increíble el poder de la mente...
El ver la meta tan cerca.
El verte debajo de las 9 horas.
De repente me sentía como el niño de la película Forrest Gump que se pone a correr y rompe sus ortesis metálicas, desprendiéndose de ellas y echando a correr con unas enormes zancadas.
Milagrosamente mi zancada normal vuelve a entrar en escena! Resucito literalmente!
Mis piernas resucitan... Corren y corren.
Me mantengo pegado a Blanca en este tramo de senda que baja suavemente por bosque y en la que hay que tener cuidado en no resbalar con la roca o el barro. Sigue medio lloviznando, medio granizando.
Vamos los dos como balas para la meta, allí cerca en Sant Joan de Penyagolosa.
De repente empiezo a oír a lo lejos la megafonía de la meta...
Y grito: "Se oye la meta! Llevamos 8h53min!! Vamos a llegar!"
Blanca me dice que suele oírse mucho antes de llegar, que todavía estamos un poco más lejos de lo que parece.
Pero nuestro ritmo es rápido, muy rápido, como si estuviéramos corriendo un milquinientos. Ya no importa si queda más o menos. El ritmo ya no bajará hasta llegar a la meta.
Una meta que se oye cada vez más cerca. Ya no sólo se oye la megafonía sino que se escuchan gritos de la gente llegando a meta.
"Oigo gritos de la gente!! Estamos muy cercaaa!!!!"
El año anterior, Blanca se quedó a unos segundos de bajar de las 10 horas y ya vivió esta misma escena, sabiendo que podíamos no entrar en tiempo por sólo unos segundos. Claro que, este año, podíamos bajar no de las 10 horas... sino de las 9 horas!!
Seguimos corriendo, yo detrás de Blanca, bien pegado. Incluso en algún giro nos ayudamos de algún árbol con la mano para vencer la fuerza centrífuga del giro.
Todo se oye más cerca y más cerca. En mi reloj llevamos 08h 58 min y este tramo de senda ya lo recuerdo del año pasado cuando acudí a animar a Blanca y Marie Claude a la meta.
Todo me empieza a parecer muy familiar...
Ya casi estamos... 08h 58 min... 59 min... Ayyssss...
En esto oímos chillar a Champi, cerca de la meta que nos grita: "Vengaaaa que bajáis de las 9 horaaaaaass!!!!!".
Y corremos más....
Para llegar a meta hay que dar un rodeo de unos 70 metros y trazar una curva cerrada (sobre barro) antes de enfilar la recta final. Tomamos la curva, enfilamos la recta y empiezo a ver el luminoso cronómetro marcador sobre la meta. Marca 08:59 min... pero no puedo ver todavía los segundos...
???...???
Seguimos corriendo y, a falta de unos 30-40 metros a meta, veo 08:59':51"...
Sííí????!!!???
Blanca y yo nos damos la mano y metemos un acelerón final de espanto, corriendo como si perdiéramos el autobús del cole...
Los segundos van pasando en el luminoso rojo digital conforme llegamos: 55"... 56"... 57" y lo último que veo es el segundo 58" antes de pasar bajo la línea de meta!!
Síííííííííí!!!!!!!!!!
Lo habíamos conseguido!!!!!!
Habíamos terminado la Marató i Mitja del Penyagolosa en 8 horas 59 minutos y 59 segundos!!!!
Qué subidón!!!! Más que cuando el gol de Iniesta!!!!
No me lo puedo creeeeeeeer!!!
Sííííííí!!!!
No sé cómo agradecérselo a Blanca!!
Buuffffff...
Una vez en meta me intento poner en cuclillas a su lado para quitarme el chip de la zapatilla y veo que no tengo ni fuerzas para aguantar esa postura... De alguna forma el cerebro había dado la energía "inexistente" a mis piernas hasta cruzar la meta, pero no para más.
La mente... que increíble órgano.
La cafeína, qué invento...
La fe... la compañía...
Gracias Blanca por estar ahí durante esas 9 horas! (bueno, 8 horas y pico!)
Gracias a Fer y Aurora por vuestros ánimos y a Champi y Marie Claude por vuestro aliento en los últimos 100 metros.
Final feliz...
Jorge García-Dihinx
Foto del periódico del día siguiente, con la clasificación
P.D: Al día siguiente yo parecía un cojo andando por Benicasim... sobre todo al bajar escaleras, mientras Blanca seguía tan fresca como una rosa... Menuda crack! Se quedó la chica num 17 de un total de 152 chicas... y la num 11 de la categoría senior femenina! Qué tía!
Y colorín colorado, esta primera Marató i Mitja ha terminado.
Espero que no se hayan aburrido demasiado...
y que a todos ustesdes les haya gustado.